Fanfic Doctor X -Nunca Te Fallaré- Capítulo 16

  Resumen de la serie: Daimon Michiko es una atractiva e independiente cirujano. No está afiliada en el departamento médico del hospital universitario, se mueve alrededor de distintos hospitales, mientras está conectada a un tipo sospechoso de 'agencia de médicos'. Observa la jornada laboral estrictamente, no acepta tareas donde la licencia médica no es necesaria, y también está interesada en las luchas de poder características de los hospitales. Su vida privada y su experiencia laboral están envueltas en el misterio, pero es una aguerrida cirujano de primer nivel con los instintos de una genio. Si bien hay rumores desagradables que abandonó la comunidad médica a causa de problemas económicos y negligencia médica, nadie conoce a la persona que realmente es.


DOCTOR X

NUNCA TE FALLARÉ

Diez años después del primer encuentro entre los cirujanos Michiko Daimon y Hideki Kaji, éste último causa asombro entre quienes lo conocen haciéndose con la dirección del Hospital Universitario de Naro y reúne a un destacado grupo de médicos cirujanos para el Departamento de Cirugía, incluyendo a su némesis Michiko Daimon, a quien ya nadie quiere contratar. Mientras los días y los casos pasan, la amistad profesional entre los dos doctores comienza a crecer hasta que se revela la oscura y peligrosa estrategia de Kaji para conseguir la dirección del hospital, poniendo en peligro a todos lo que lo rodean, incluyendo a Michiko, sus amigos y él mismo. 

Género: drama, amistad, acción, suspenso, humor, medico
Pareja: ninguna
Personajes: Michiko Daimon (46), Hiromi Jonouichi (43), Akira Kanbara (75), Hideki Kaji (58), Kondo Shinobu (47), Takashi Ebina (59), Takano Naoki (64), Mamoru Hara (48), Takashi Torii (58), Hikaru Morimoto (38), Shigatetsu Hiruma (71).
Calificación: para mayores de 16 años
Publicación: 1 capítulo cada sábado (si se puede)
Cantidad de palabras: variable
Duración: 20 capítulos la primera parte, 12 de la segunda parte y 20 la última parte.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas.
Aclaraciones: Aunque sólo he visto las temporadas 1, 2, 3 y el especial de Doctor X, y las 4 temporadas de Doctor Y, esta historia está ambientada después de la 6 temporada de Doctor X y la 5ta de Doctor Y.

Capítulo 16: El Valor de Michiko Daimon. ¡Nunca Me Doblegaré Ante Ti!


Al día siguiente, todo el personal del hospital supo que el Director General Hideki Kaji había vuelto a sus funciones reemplazando a la doctora Michiko Daimon. Nadie se decidía a cuál de los dos iban a odiar más.

Bajo la furiosa mirada de sus compañeros, la doctora Daimon volvió a su antiguo escritorio del Departamento de Cirugía.

—¿Kaji ya se encuentra en su oficina, Daimon? —quiso saber el doctor Torii.

Fastidiada, apoyó la sien izquierda sobre la palma izquierda de su mano mientras que con la otra escribía en la computadora.

—Si...

—Bien, vamos a ponerle los puntos —le dijo al doctor Takano, quien estaba a su lado, quien asintió muy decidido pero, antes de que se pusieran en camino, Michiko habló sin volverse a mirarlos:

—El Director no está en condiciones de discutir, sean prudentes, tuve que realizarle una anastomosis de urgencia, estuvo en UTI por cuatro días y  también sufrió cuadros febriles recurrentes y su corazón quedó muy debilitado. Fue un ataque adrede para matarlo en minutos, pero como “yo nunca fallo”, logré salvarle la vida. ¿Entienden? ¿Con eso se conforman?

Todos se le quedaron mirando, excepto el doctor Shinobu Kondo, quien obviamente estaba al tanto de todo eso. Takano se rehízo.

—Ya veremos —dijo, y se fueron.

Michiko suspiró y volvió su atención a la pantalla. Hara, Ebina y Morimoto se acercaron a ella.

—¿Es verdad que Kaji estuvo tan grave? —preguntó Ebina, asustándola con su cara a su compañera por enésima vez.

—¿Por qué siempre me asusta? ¡No se acerque así con esa cara que da miedo! —se quejó ésta.

—¡Vamos, Daimon, responda! —pidió Hara—. ¿Entonces es verdad que ese tipo casi lo mata?

—Tú lo dijiste, Akyo-chan —asintió ésta de mala gana, volviendo a su trabajo.

—¡Que soy Mamoru Hara! —replicó, histérico.

—¡Ay! ¡Entonces esto es peor de lo que pensé! —Se quejó Morimoto—. ¡Vamos a morir si intentamos renunciar! ¿Por qué volví de Estados Unidos?

Todos comenzaron a quejarse y cada uno regresó a su escritorio a seguir lamentándose, excepto el doctor Ebina.

—¿Kaji está lo suficiente fuerte como para volver al trabajo? —quiso saber, muy preocupado por la salud de su amigo.

—No, pero como todos lo pusieron entre la espada y la pared, tuve que darle de alta antes de lo indicado.

—Es que... Lo que hizo estuvo mal...

—Lo sé, no lo pensamos bien —se volvió para mirarlo—. Ni a él ni a mi nos importó con quién estábamos haciendo un trato con tal de conseguir lo que queríamos, pero no estaba en nuestros planes que ese maniático quisiera meterse conmigo, si no fuera por eso, todo esto hubiera terminado en paz y ninguno de ustedes lo hubiera sabido jamás.

—Sí, pero… —se rehízo, parándose muy derecho, con una determinación infantil pintada en su duro rostro—. ¡Yo he decidido apoyarlos no importa qué!

—¿Eh? —se sorprendió Michiko.

—¿Cómo? —se asombraron Hara y Morimoto.

Pero, el repentino regreso de Torii y Takano los interrumpió.

—¿Qué pasó? Están pálidos —se preocupó Mamoru Hara—. ¿Discutieron con Kaji?

—No —Torii se dejó caer sobre el sillón mientras que Takano se apoyaba en la pared—, está en una reunión con ese tal Ishida.

Y antes de que alguno de ellos pudiera reaccionar, Michiko se levantó en un segundo, metió las manos en los bolsillos de la bata, y salió de allí ante la expectante mirada de todos sus compañeros.

—¿Creen que irá para allá? —quiso saber el doctor Ebina.

—Es más que seguro —asintió Mamoru Hara—. Creo que va a hacer que la maten.

Kondo nada dijo, pero también se levantó y fue tras ella.

En su camino, Michiko y Hiromi se cruzaron, deteniéndose una al lado de la otra, hombro con hombro, sin mirarse.

—Sé que estás molesta con nosotros, Hiromi —dijo la primera—, fuimos muy inconscientes, pero no te preocupes, lo arreglaremos.

—Espero que sea así —replicó con frialdad.

—Yo nunca te fallaré —rebatió con tanta seguridad que dejó a su amiga un tanto perpleja.

Pero luego, ambas siguieron con su camino.

XOX

Cuando Michiko entró a la oficina del Secretario General, encontró a su viejo representante con la oreja pegada a la puerta del Director General.

—¿Qué está pasando ahí dentro, Akira-san? ¿No te dejaron quedarte adentro?

—¡Shit! Baja la voz… —le hizo un ademán con la mano—. Kaji le está suplicando para que no tengas que salir con Ishida esta noche.

—¡¿Qué?! ¡No tiene por qué hacer eso! ¡Ese idiota sigue sin confiar en mi! —enojada, apartó a su mentor, abrió la puerta y entró al cuarto, sólo para ver a Hideki Kaji arrodillado en posición de súplica frente a un sonriente y detestable Ishida cruzado de brazos.

—¡Ni siquiera se te ocurra suplicar por mi! —exclamó furiosa, llegando hasta su sorprendido compañero con un par de pasos y lo obligó a ponerse de pie tomándolo por el brazo.

—¡Idiota! ¡Me prometió que si le suplicaba iba a desistir en salir con usted! —se quejó mientras se levantaba trabajosamente para luego agregar en un murmullo:

—Con lo que le costó a mi orgullo hacerlo…

—¡No lo harás! —le ordenó, enmudeciéndolo con una mirada salvaje. Luego, sin soltarlo, se volvió hacia Kenzo Ishida, quien observaba todo muy divertido.

—¿Ya te pagó, verdad? Ya saldamos la deuda. Ahora saldré contigo a cenar esta noche como te lo prometí y para que no dañes a nadie más.

—Por supuesto, pero tu jefe insistía en hacerme desistir de la cena y quise divertirme con su desesperación dándole falsas esperanzas de que si se arrodillaba ante mí te dejaría en paz... ¡Y como todo buen perro obedeció!

—Maldito idiota… —murmuró Kaji, poniéndose colorado, pero también sintió que los dedos de Deimon se le clavaron en su brazo.

—Ni tú ni él ni nadie van a decidir por mi. Y tampoco le permito a nadie, sea quien sea, que maltrate a un convaleciente. ¡Es de cobardes!

—Daimon… —murmuró Kaji, sin poder evitar que su escondida admiración por ella creciera aún más.

Kenzo Ishida estaba furioso, pero supo disimularlo muy bien bajo su risueña máscara encantadora.

—Como quieras, mujer. Nos vemos esta noche, entonces, pasaré a buscarte a las seis.

—Bien… —asintió de mala gana, apartando la vista de él y poniendo el brazo libre en jarra.

En cuanto se fue, Michiko sintió que Kaji parecía desvanecerse.

—¿Qué pasa? —preguntó, preocupada.

Este se llevó la mano a la cabeza.

—Sólo es hipoglucemia… por la medicina… Ayúdeme a sentarme…

Una vez sentado en el sillón, Mchiko le ofreció uno de sus jarabes de chicle para que se recuperara, cosa que sucedió en unos cuantos minutos.

—Te dije que no estabas listo para regresar —le amonestó al tiempo que entró Akira Kanbara y el doctor Shinobu Kondo, ambos con cara de preocupación.

—¿Qué sucedió? ¿Al final decidiste cenar con ese hombre? —quiso saber el primero, ella lo miró de reojo, divertida.

—¿Para qué preguntas algo que ya sabes que pasará, Akira-san?

Su jefe se rió, pero Shinobu no cambió su expresión.

—¿De verdad vas a salir con él?

A Michiko se le borró la sonrisa y se sentó al lado de Kaji, quien se había quedado increíblemente tranquilo.

—Sabes que debo hacerlo, o sino, todos ustedes me crucificarán.

Kondo comprendió. No tenía derecho a sentirse preocupado por ella cuando estaba acusándola por todo aquello.

Ella se levantó y se dirigió hacia el escritorio para tomar unos cuantos papeles de tantos que estaban allí y se lo entregó a un confundido Hideki Kaji mientras decía:

—Ustedes regresen a sus tareas, yo me quedaré con el doctor Kaji para ayudarlo con estos aburridos informes.

Los tres la miraron perplejos, ¿acaso habían escuchado bien? ¿Ella iba a ayudar a Kaji con una tarea tediosa que no requería de licencia médica?

—¿Qué pasa? —replicó Michiko de mala gana—. ¿Ahora no puedo ayudar a mi paciente? ¡Váyanse, ya que tengo bastante para hacer!

—¡Hug! Está de mal humor —murmuró Akira Kanbara, achicando aún más sus ojos—.Mejor vámonos de aquí, doctor Kondo o empezará a echar fuego por la boca.

Una vez que se fueron, Michiko y Kaji comenzaron a trabajar en absoluto silencio, él en el sillón y ella en el escritorio, pero éste no podía concentrase, mirando a su compañera de tanto en tanto hasta que ella lo notó.

—¿Qué quieres ahora? —Quiso saber, de muy mal talante.

Kaji parpadeó un par de veces antes de contestar.

—… ¿Qué le parece si pedimos sushi?

—¿Eh? ¿Cómo un tentempié? ¡Oh! ¡Qué buena idea! —aplaudió, llena de felicidad, su malhumor había pasado en un segundo con la sola mención de la comida—. ¿Recuerda a aquel hombre que operamos aquella vez, el maestro de sushi? ¡Le pediré a Akira-san que le haga el pedido! ¡Yuju! ¡Sushi! ¡Ya vuelvo!

Y se fue, dejándolo solo por unos momentos. Kaji comprendió al fin, que no era el dinero lo que motivaba a esa mujer, sino la comida.

—Qué mujer tan endemoniadamente simple y complicada a la vez… —murmuró, luego se quedó pensando en la cena con el gánster, ¿sería una buena idea dejar a Daimon sola con ese hombre tan peligroso?

XOX

Eran las seis de la tarde cuando llegó la limusina y se estacionó frente a la entrada principal del hospital y, de muy mala gana, la doctora Michiko Daimon entró al vehículo luego de que el chofer le abriera la puerta bajo la atenta mirada de los doctores Kondo y Hiromi Jonouichi, quienes estaban espiando desde la mencionada puerta principal.

—Estoy molesta con ella, pero tampoco quiero que le suceda nada malo… —comentó la anestesista, con los ojos llenos de lágrimas—. ¿Y si no volvemos a verla nunca más? Me arrepiento de haber sido tan dura con ella…

—El Director Kaji y  Kanbara-san están locos si piensan permitir esto —murmuró Kondo, molesto.

Mientras tanto, mirando a través del cristal de la venta de su oficina, Kaji observó con resignación cómo se iba la limosina con Daimon adentro. Suspiró y se dirigió hacia la oficina de Akira, a quien, para su sorpresa, encontró sentado al escritorio, acariciando Ben Cassey, con cara de preocupación.

—Pensé que iba a seguirla o algo así, Akira-san —dijo.

Él lo miró, y trató de sonreír.

—Michiko me pidió que me quedara con usted por si me necesitaba —le informó.

—¡Oh! Lo lamento…

Akira se alzó de hombros, restando importancia al asunto.

—Es sólo una cena con un yakuza, nada que MIchiko no pudiera manejar, ¿verdad? No se preocupe y vaya a recostarse en el sillón, se lo ve pálido, necesita descansar.

Sin ánimo para rebatir, Kaji obedeció.

Un preocupadísimo Akira Kanabara se recostó sobre su asiento, con Ben Casey en su regazo, ronroneando cariñosamente. Aquel asunto debía terminar lo más rápido posible, Kaji había dejado de mejorar y seguramente la causa era el estrés de la situación. Si llegara a pasarle algo malo, Michiko se lo tomaría muy personal hasta el punto de venirse abajo, pues ahora ella era la responsable de su salud.

Ese Kenzo Ishida había sido muy astuto escogiendo a su víctima. Un rehén lo suficientemente fuerte como para que no muriera de inmediato en el ataque, así Michiko podría tener tiempo de actuar y salvarle la vida sólo como ella sabría hacerlo. Si la victima hubiera sido él o Hiromi, la historia hubiera sido distinta, pero era con Kaji con quien había hecho el trato y así asustaría a todo el hospital, incluyendo a Michiko. Estaba seguro que si fallaba con manipular a Michiko a través del estado de salud de Kaji, los siguientes podrían ser él o Hiromi... con un final no muy prometedor para ambos.

—Él es muy astuto y cruel, Michiko, ten mucho cuidado… —murmuró.



Notas de una Bloggera Descuidada:
¡Hola, mis queridos arrinconados! ¿Cómo están?  Espero que bien. 
¡Estamos llegando al tan esperado momento de la cena! ¿Acaso aquello entra en los planes de Akira? ¿Podrá Michiko manejar la lujuria de Ishida? ¿Quién es el cordero y quién el lobo? ¡Lo veremos en el próximo capítulo!
Sigo viendo el anime One Piece, comencé a ver el drama coreano Cásate Conmigo, comencé a subtitular el tercer spin-off de Doctor Y, donde comienza a darse cuenta que se está haciendo viejo y achacoso XD y debe hacer algo al respecto, comencé a escribir una novela ligera serializada tipo anime, sigo estudiando Secretariado Administrativo, leyendo la novela de terror Carrie y estudiando japonés. 
La peli que he visto es Al Borde de la Locura.

¡Gracias por visitar el blog!
¡Cuídense y no olviden comentar!
Sayounara Bye Bye!

Gabriella Yu
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