Fanfic Doctor X -El Demonio en las Tinieblas- Capítulo 7

             Resumen de la serie: Daimon Michiko es una atractiva e independiente cirujano. No está afiliada en el departamento médico del hospital universitario, se mueve alrededor de distintos hospitales, mientras está conectada a un tipo sospechoso de 'agencia de médicos'. Observa la jornada laboral estrictamente, no acepta tareas donde la licencia médica no es necesaria, y también está interesada en las luchas de poder características de los hospitales. Su vida privada y su experiencia laboral están envueltas en el misterio, pero es una aguerrida cirujano de primer nivel con los instintos de una genio. Si bien hay rumores desagradables que abandonó la comunidad médica a causa de problemas económicos y negligencia médica, nadie conoce a la persona que realmente es.

DOCTOR X

EL DEMONIO EN LAS TINIEBLAS

Tres semanas después del final del incidente con Kenzo Ishida, los cirujanos Michiko Daimon y Hideki Kaji regresaron a trabajar al Hospital Universitario de Naro, ahora regentado por el Director Shigatetsu Hiruma, y se encuentran con una nueva cirujana tanto o más competente que la misma Doctora X, con quien iniciará una rivalidad que la llevará al borde de las tinieblas. Una oscura venganza que caerá rápidamente sobre Michiko para destruirla, alejándola de sus seres queridos y de la profesión que tanto ama, cuya única salvación quedará en manos de su compañero y rival, el Doctor Y, sólo si él sobrevive a su propia enfermedad... ¿Una enfermedad que realmente fue causada por la propia Doctora X?

Género: drama, amistad, humor, medico, angustia, psicológico
Pareja: ninguna
Personajes: Michiko Daimon (46), Hiromi Jonouichi (43), Akira Kanbara (75), Hideki Kaji (58), Kondo Shinobu (47), Takashi Ebina (59), Takano Naoki (64), Mamoru Hara (48), Takashi Torii (58), Hikaru Morimoto (38), Shigatetsu Hiruma (71).
Calificación: para mayores de 16 años
Publicación: 1 capítulo cada sábado (si se puede)
Cantidad de palabras: variable
Duración: 20 capítulos la primera parte, 16 de la segunda parte y 20 la última parte.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas.
Aclaraciones: Aunque sólo he visto las temporadas 1, 2, 3 y el especial de Doctor X, y las 4 temporadas de Doctor Y, esta historia está ambientada después de la 6 temporada de Doctor X y la 5ta de Doctor Y.

Capítulo 7: ¡Ángel Vs. Demonio! Hiromi se Aleja y Kaji se Preocupa.

—¿De modo que el doctor Kaji sufrió ayer una descompensación cardíaca? Eso está muy mal, le dije que no se esforzara —El Director General Hiruma entrelazó los dedos sobre los papeles que estaba revisando, juntando de tanto en tanto la yema de los dedos pulgares, jugando muy feliz—. Si sigue así, me temo que nunca podrá volver a ejercer su profesión ni tomar la gerencia.

—Mejor aún, por lo que sé, es un incompetente a quien sólo le interesa el dinero—replicó la doctora Aino, de pie frente a él, con las manos en los bolcillos, muy satisfecha—. Y cuando derrote a la doctora Daimon y yo me quede con el título como la mejor cirujana del Japón, este hospital será totalmente nuestro.

El doctor Hiruma asintió complacido.

—¿Usted también experimenta con sus pacientes, doctora Aino?

Ella sonrió.

—Por supuesto, tal y como lo hace esa anciana, sino, ¿cómo podría derrotar a la gran “Doctora X”?

—¿Y nunca ha fallado?

La aludida lo fulminó con la mirada.

—Jamás.

—¡Bueno! ¡Entonces la cirugía de hoy será digna de verse! —festejó, pero inmediatamente, el rostro de Shigatetsu Hiruma se ensombreció al recordar a Michiko Daimon.

—“Doctora X”… Qué título tan despreciable… Esa maldita mujer… Siempre tan presuntuosa, tan repugnantemente petulante. Se cree que es un regalo del cielo, una salvadora sabelotodo… Siempre quise darle una lección y ahora está al alcance de mi mano —extendió la mano derecha y la cerró fuertemente—. Todo está preparado para derrotarla y destruir su vida y su carrera. Quiero que sepa lo que se siente ser humillado…

—Destruyendo su confianza en sus propias habilidades nos asegurará su derrota completa, y para eso nos está sirviendo muy bien el estado de ese imbécil de Kaji. Él es muy fácil de manipular. Estoy a punto de agrietar la confianza que le tiene a esa vieja cirujana. Tarde o temprano la apuñalará por la espalda y será el momento de dar mi última pincelada a esta obra maestra que es nuestro plan para destruirla.

—Bueno, lo lamento mucho por él —se alzó de hombros, torciendo las comisuras de los labios hacia arriba—, en un buen subordinado, pero a veces se deja influenciar por esa maldita Daimon y termina por decepcionarme. Pero, sin saberlo, ahora me está ayudando para deshacerme de ella. Meterse con ese mafioso fue el mejor favor que me hizo porque ahora puedo manipular a Daimon a mi antojo y podré convertir a este hospital en mi propia clínica en un futuro.

—Y yo seré su mejor herramienta —sonrió—. Bien, me marcho. El duelo comenzará en una hora y estoy ansiosa por derrotar a esa vieja creída.

—Muy bien, puede retirarse, doctora Aino, nos veremos más tarde cuando vaya a presenciar la contienda.

Y mientras él volvía a su trabajo, ella salía de la oficina con una sonrisa maligna, llena de placer.

“El imbécil de Kaji y la estúpida de Jonouichi no son mis únicas cartas para derrotar a esa maldita, también tengo otra carta que pienso utilizar más adelante para acabarla completamente… Llegará el momento adecuado para usarla, sólo debo esperar un poco más “. Pensó.

La secretaria personal de Hiruma se estremeció al verla pasar frente suyo, aquella mujer tenía un aura tremendamente maligna cuando no estaba fingiendo ser una buena persona.

XOX

Michiko Daimon bajó las escaleras muy bien vestida y algo exagerada, como siempre, disponiéndose a iniciar otro día laboral. Se había maquillado muy bien para que no se notara su rostro cansado, pues no había podido dormir casi nada gracias a las venenosas palabras de Haruka.

—¿De modo que Kaji sufrió una descompensación? —comentó Akira, acercándose a ella—. Ahora entiendo por qué no estabas de humor anoche. No me extraña. Si se niega a tomarse un descanso, su condición empeorará.

—No sé si habrá sido por esa razón —objetó ella.

—¿Por qué lo dices, Mi-Chan? —la miró extrañado.

—Estaré más segura cuando hable con él.

Suspiró profundamente y lo miró con los ojillos de un cachorro abandonado bajo la lluvia, colgándose de su brazo.

—¡Akira-saaan! ¿No había otra persona para reemplazar a Kaji en la Dirección General? ¡Ese Hiruma me cae fataaal igual que esa creída de Aino! —se quejó, haciendo un puchero.

—No seas niña Michiko. Nadie quería tomar la dirección de un hospital ligado a la mafia, fue una suerte que Hiruma fuera el único que se ofreciera. Y deja de comportarte así y madura, ahora tienes a una compañera de cirugía casi con tus mismas habilidades. ¡Sé amiga de haruka-chan!

—¿Ahora le dices “Haruka-chan”? —Lo soltó, molesta—. ¡Que rápido te dejaste maravillar por una mujer joven que es toda una arpía!

—¡Ya! ¡No hables así y vete ya a trabajar! —La corrió y cerró la puerta tras ella, apoyándose de espaldas mientras sonreía—. Creo que Michiko no está acostumbrada a tener un gran rival en el hospital, parece ser de la misma talla que ella y, según lo que me contó Hiromi-chan, también proclama que jamás falla en sus cirugías. ¡Vaya! Ese duelo de cirugías decidirá quién es la mejor, pero yo te apoyaré siempre, Mi-chan, ¡sé que le ganarás, te conozco muy bien! ¿Verdad, Casey?

El minino simplemente maulló, concordando con su amo.

XOX

Hiromi tampoco había dormido bien aquella noche, las aparentemente inocentes palabras de Haruka habían ahondado fuertemente en su sensible corazón a sabiendas que no podían ser ciertas. Sabía que Michiko la quería sin lugar a dudas, pero… ¿había una condición para eso? De todos los conocidos, sólo ella y Akira eran los únicos privilegiados en tener su amistad y debería estar agradecida por eso…

Hiromi se afirmó a la ventana del segundo piso del hospital para ver a través de ella, suspirando quedamente.

Era raro sentirse privilegiado, y más cuando la otra persona era muy especial. ¿Acaso estaba mal eso? Kaji, Ebina y Hara siempre habían estado allí para ayudarla a pesar de que sus puntos de vista eran muy diferentes a los de Michiko, pero ellos nunca iban a gozar de su amistad como se la dedicaba a ella. ¿Acaso era justo eso?

Suspiró otra vez, frustrada. Antes de las palabras de Haruka nunca había pensado en eso y se sintió mal.

Sacudió la cabeza. No. No debía pensar así. Debía ser fiel a la amistad que le profesaba Michiko.

Abrió los ojos y la vio subir por las escaleras hacia la puerta principal sin saludar a nadie, deteniéndose solamente para conversar con una anciana que esperaba afuera y parecía muy enferma.

Sonrió al verlas entrar juntas. Esa era su amiga Michiko.

Desafortunadamente para Hiromi, aún sabiendo la importante cirugía que iba a realizar su amiga, no tuvo el valor de acercase a ella, sintiendo que se había formado un gran abismo entre ellas dos.

XOX

Cuando Kaji abrió los ojos, creyó ver a Daimon sentada a su lado, como aquella vez que había sido atacado por Ishida, pero en vez de ella, estaba el doctor Hara, observándolo detenidamente.

—¡Kaji-kun! ¡Por fin despertaste! —exclamó muy contento, tomándolo de la mano—. ¿Cómo te sientes? Si estás trabajando demasiado, debes descansar, no te esfuerces por nosotros. ¡Nos asustaste muchísimo!

Se cubrió el rostro con el brazo izquierdo y comenzó a llorar exageradamente, Kaji no dijo nada y miró a su alrededor, sacando muy molesto la mano de entre las manos de su compañero.

Estaba en una de las habitaciones VIP. Le habían puesto una intravenosa y ya no tenía la mascarilla de oxígeno. Suspiró muy cansado y adolorido, pero enseguida vino a su mente el recuerdo de su terrible encuentro con la doctora Aino. Se volvió hacia Hara, visiblemente preocupado.

—¿Y Daimon? —preguntó.

—¡Oh! ¿Ella? —se sorprendió, no imaginaba que las primeras palabras de su amigo fueran sobre la mujer que tanto detestaba—. Daimon estuvo aquí antes que yo, igual que el doctor Ebina, pero se fue en cuanto llegué.

—¿Y la competencia?

—Ya comenzó.

—¿Qué?

—Ya comenzó. Dormiste toda la noche y ya es la mañana de la competencia.

Kaji guardó silencio por unos momentos, pensando a mil por hora, por fin, preguntó:

—¿Y Daimon… estaba preocupada?

—¿Eh? —Se sorprendió aún más—. No lo sé. Creo haberla visto un poco preocupada, pero debe ser por la competencia, no por ti, Kaji-kun, no te hagas ilusiones.

Hideki Kaji cerró los ojos con fuerza. Hara tenía razón, por él no se iba a preocupar, pero por la cirugía sí. Esa víbora de Aino desde un comienzo había atacado a Daimon con el resultado de su cirugía, ¿pero por qué? Todo tipo de ideas se le cruzaron por la cabeza, pero aún estaba tan obnubilado que no lograba atar cabos con facilidad. Intuía que algo malo se estaba incubando contra Michiko Daimon, algo grande, pero no lograba descifrarlo aún. ¿Qué estaba pasando en el hospital? ¿Por qué lo había atacado de esa forma? ¿Para empeorar adrede su condición y preocupar al demonio y debilitar así su confianza y ganarle en la competencia? No, no era sólo eso, era muy buena cirujana como para hacer algo así, no lo necesitaba. Debía haber algo más, otro motivo más importante que ganarle una competencia. ¿Por qué odiaba tanto a Daimon? La mujer era insufrible, sí, pero que alguien la odiara de esa manera no tenía razón de ser. Debía advertirle al demonio sobre el odio inconcebible de esa arpía y su peligrosidad.

Mamoru Hara notó con gran preocupación que su amigo había comenzado a ponerse intranquilo.

—No te preocupes, Kaji-kun, ella nunca falla, ya lo sabes. Le va a ganar sin ningún problema y vas a poder conservar tu puesto como cirujano.

Frustrado, Kaji volteó la cabeza hacia el otro lado. En otro momento se hubiera preocupado por su puesto, pero el recuerdo de aquellos ojos negros malignos lo asustaba. La mirada de Michiko Daimon siempre había sido muy firme y determinada, la misma que también poseía Haruka Aino, pero con la diferencia de que a ésta última se le agregaba una actitud despiadada, y se le notaba capaz de hacer cualquier cosa para salirse con la suya, hasta de agredir a un enfermo para desestabilizar a su competencia. Era realmente muy peligrosa.

Tenía miedo, si, tenía mucho miedo, por él y por Daimon.

En ese momento, Ebina entró como un bólido a la habitación al tiempo que anunciaba el resultado de la competencia sin tomar conciencia de que su compañero ya estaba despierto.

—¡Daimon perdió! —exclamó—. ¡Fue una derrota aplastante! ¡La doctora Aino es mucho más rápida que la doctora Daimon!

—¿Qué? ¿Perdió? —replicó Hara, poniéndose de pie, mirándolo, estupefacto.

Kaji nada dijo, y a pesar de que también lo había sorprendido aquella noticia, interiormente la había esperado. Aquel resultado sólo confirmaba su temor: la maldita arpía estaba debilitando al demonio sólo para darle el golpe final… Era una verdadera enferma…

Aún así, rogaba porque sólo fuera otra estratagema ridícula de Daimon, de esas tantas intrigas innecesarias que ella misma creaba con sus cirugías. 



Notas de una Bloggera Descuidada:
¡Konnichiwa, mis queridos arrinconados! ¿Ogenkidesuka?
Sigo viendo el anime One Piece, el drama japonés De 5 a 9, editando el drama coreano Papá es Extraño, escribiendo un fic de One Pice por fin y mis novelas ligeras Fenómenos y Amor en Juicio, estudiando Secretariado Administrativo, leyendo la novela de terror Carrie, algunos cuentos de inglés y uno en japonés y estudiando japonés e inglés.
Las películas que vi fueron: Scream 1, Scream 2 y Scream 3.

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Sayounara Bye Bye!

Gabriella Yu
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