Resumen de la historia: Joon Min-Ji es una joven y exitosa abogada de divorcios VIP, es arrogante y prepotente con todo el mundo y está perdidamente enamorada de su jefe Yang Kyu-Chul, quien no le da ni la hora. Pero cuando el bufete en donde ella trabaja se fusiona con otro bufete igualmente reconocido, conoce a Sang Do-Yun, su nuevo compañero de trabajo, quien es un famoso abogado de divorcios VIP, un joven ambicioso y brillante con quien iniciará una batalla personal para llegar a obtener el puesto del mejor abogado de divorcios VIP de Seúl. Ambos utilizarán cualquier medio para salirse con la suya sin importar el precio a pagar. ¿Pero realmente son tan inescrupulosos? ¿Puede haber entre ellos algo más que una sucia competencia o ganará tal vez el amor?
Personajes: Joon Min-Ji (abogada, 28), Sang Do-Yun (abogado, 30), Yang Kyu-Chul (director y abogado, 30), Suk Su-Jin (directora y abogada 29).
AMOR EN JUICIO
Episodio 2
—¡Maldito
infeliz! ¡Cómo lo odio! —Gritó furiosa Min-Ji en cuanto llegó a su elegante
departamento, sacándose uno de sus zapatos para lanzarlo sin mirar contra
cualquier cosa, con tan mala suerte que le dio a un hermoso adorno de delfines
de cristal que tenía sobre una mesita, haciéndolo pedazos.
—¡Ay,
no! ¡El regalo que me hizo el director Yang en mi último cumpleaños! —Se llevó
las manos a la cabeza, histérica.
A
los tropezones llegó hasta el adorno caído, arrodillándose para comenzar a
juntar los pedazos entre lamentos.
—¡Dios!
¡Cómo te odio! ¡Juro que voy a destruirte! ¡Me hiciste quedar como una estúpida
frente a todos y encima me haces romper los delfines! ¡Te mataréee, lo juro!
¡No tienes idea de con quién te metiste tonto, idiota! —Chilló, furiosa, con el
rostro bañado por las lágrimas de frustración y dando pataletas de niña
malcriada.
A
excepción de su familia, nadie más conocía ese lado vulgar de su vocabulario,
pues ella se cuidaba muy bien de no decir improperios frente a los demás para
mostrarse como una dama impecable. Muchas veces debió morderse la lengua cada
vez que alguien la ofendía, como aquella mañana en donde aquel presumido
abogado de cuarta la había hecho quedar como la mala de la película.
En
un momento dado, Min-Ji se calmó y, con los pedazos del adorno sobre su regazo,
ladeó la cabeza, pensativa.
—¿Pero
cómo diablos supo que el archivo estaba en mi despacho?
XOX
Al
mismo tiempo pero en otro lugar, una tranquila melodía de piano se dejaba
escuchar por todo un elegante bar en donde sus clientes se encontraban bebiendo
sus pedidos en sus respectivas mesas, conversando tranquilamente entre sí.
Do-Yun
bajó por las refinadas escaleras con las manos en los bolsillos de su pantalón,
vestido con un costoso traje a la moda. Do-Yun era alto, de cabello oscuro, con
un buen porte y gran energía. Las mujeres siempre de volvían para verlo,
encantadas con su físico y elegancia.
Tras bajar las escaleras, se dirigió
directamente a la barra, en donde se encontraba el dueño del lugar quien
también era su amigo desde que se habían conocido en la universidad. Al verlo
llegar, sonrió dándole la bienvenida.
—¡Do-Yun!
¿Te sirvo lo de siempre?
—¿Tú
lo harás? Pensé que para eso tenías al barman. Me siento alagado —se burló,
sentándose en el taburete.
—Nada
me hace más feliz que servirte mis tragos especiales. ¿Quieres probar uno nuevo
que acabo de crear? Te gustará.
—¿Siempre
tomándome como tu conejillo de indias, eh? —se rió, recibiendo el trago
prometido de color celeste con motas azules.
El
joven dueño del bar se afirmó sobre la barra, muy interesado.
—¿Y
bien? ¿Te saliste con la tuya?
—Salió
a pedir de boca, Ji-Won, muchas gracias por tu ayuda.
—¡Vamos!
Si solamente te facilité los servicios de mi sofisticada red de espionaje.
—E
hicieron un muy buen trabajo. Esa mujer aprenderá quién es el mejor estratega
legal de Seúl: Yo. Sang Do-Yun.
Byung
Ji-Won se rió con ganas, “legal” no era la palabra correcta para describir esa
sucia estrategia luego de haber hecho investigar la vida pública y privada de
la abogada Joon Min-ji, además de su carrera, su personalidad y costumbres.
Uno
de los “espías” de Ji-Won se había hecho contratar hacía un tiempo como
asistente administrativo de medio tiempo en el bufete de Yang Kyu-Chul y, mientras desempeñaba sus tareas, se
aprendió las costumbres y el carácter de la abogada Joon, y sacando fotos a su
despacho cuando nadie lo veía.
—Tu
muchacho escondió el archivo entre un montón justo en el lugar que le pedí que lo hiciera y esa mujer cayó en la trampa en el momento
previsto, sólo era cuestión de esperar. Supe que hoy había ganado el caso Ha y,
como es su costumbre, quiso pavonearse con su jefe. Ella está como una tonta
por él, ¿sabes? Y tu espía me dijo que suele ponerse de muy mal humor cuando él
la desilusiona. Como yo sabía que el Director Yang iba a reunirse con la
Directora Suk ese mismo día, era predecible que rechazaría cualquier oferta para salir a festejar ese triunfo, así que le pedí a tu muchacho que escondiera el
archivo del siguiente caso en la agenda de esa mujer lo más rápido que pudiera
y me avisara cuando la viera llegar al bufete. Yo esperé en un café que está al
frente del edificio en donde tienen el piso hasta que vi llegar a su jefe, de
modo que entré por detrás de él y esperé el momento adecuado para hacer acto de
presencia en el bufete y humillar a esa tonta.
—Y
como en el guión de una telenovela, salió todo como lo planeaste.
—Exacto.
—¿Hace
cuánto supiste que tu bufete se iba a fusionar con el de ella?
—Hace
como un mes. Era secreto, pero me enteré igual —Sonrió burlonamente mientras
revolvía la bebida con una varilla especial para luego beber un sorbo de su
contenido—. Ya conocía las andanzas de la abogada Joon porque sus casos fueron
muy resonados, como los míos, pero al saber que iba a trabajar con ella sentí
la necesidad de demostrarle que yo soy más competente e inteligente que ella.
—¿No
estarás exagerando? —Apoyó el mentón sobre la palma de la mano, divertido—. A mí
me parece que te tomaste todas esas molestias porque le tienes miedo.
—¡Oye!
¿Dices que le tengo miedo a esa histérica? —Casi lo asesinó con la mirada,
molesto—. No digas tonterías, Ji-Won, yo no le tengo miedo. Si dos gallos están
en un gallinero, sólo uno puede prevalecer y ese gallo seré yo. El abogado más
famoso y requerido de Seúl seré yo, ¿entiendes?
Ji-Won
se limitó a encogerse de hombros. Su amigo siempre había sido muy competitivo.
—Algún
día te vas a arrepentir de ser tan inescrupuloso, Do-Yun —Le advirtió.
—Lo
dudo mucho, siempre sé en dónde me estoy metiendo y hasta dónde me conviene
llegar. —Tomó otro sorbo de la bebida experimental.
—¿Cómo
está?
—Excelente.
¿Cómo la llamarás?
El
encantador Ji-Won sonrió con picardía.
—“Esperando”.
—¿Esperando?
—Parpadeó, confundido—. ¡Qué nombre tan extraño!
—No
lo será en el futuro.
—¡Pfffh!
Te juro que a veces no te entiendo, Ji-Won. Dame otro.
—Entendido,
Do-Yun.
Y
mientras su amigo se dedicaba a preparar el trago, el exitoso abogado sonrió
muy satisfecho con su estratagema. No había nada que lo alegraba más que
salirse con la suya.
XOX
Había
pasado una semana desde aquel incidente, y tal y como lo había anunciado el
Director Yang, su bufete se fusionó con el bufete de la directora Suk, uniendo
todo su personal en un solo despacho de abogados.
El
nuevo piso se encontraba en un edificio moderno en el distrito de Jung-gu y todos
estaban muy emocionados con la nueva empresa, menos la abogada Joon Min-Ji,
quien no paraba de dirigirle miradas asesinas a su nuevo compañero de trabajo,
el abogado Sang Do-Yun, quien se comportaba como si fuera el mejor compañero
del mundo con el resto del personal.
Encantados
por la actitud amistosa de Do-Yun, los compañeros de Min-Ji no paraban de
alabarlo y dedicarle sonrisas amistosas, olvidándose completamente de ella,
cosa que la frustró sobremanera, acostumbrada siempre a ser el centro de la atención.
Aquel
incidente con el archivo del caso Hyeon contra Min aún era un misterio para Min-Ji,
pues estaba segura que se lo había devuelto a la secretaria Park el día
anterior y que por lo consiguiente no lo tenía en su oficina. Frunció el ceño,
estaba segura que había gato encerrado allí y que aquel odioso compañero suyo
tenía algo que ver sin duda alguna. ¿Pero cómo lo había hecho?
No
tuvo más tiempo para pensar puesto que los directores Yang y Suk hicieron su
aparición, así que todos ocuparon sus lugares, permaneciendo de pie mientras
saludaban a sus dos jefes, quienes se presentaron uno después del otro ante sus
nuevos empleados.
—Tengo
entendido que la abogada Joon ganó un caso muy importante la semana pasada y
que no tuvieron tiempo para celebrarlo —Dijo la directora Suk, una mujer seria
y elegante, de largo cabello oscuro—. El Director Yang me sugirió la idea de
celebrarlo esta misma noche así aprovecharemos ese tiempo de celebración para
conocernos mejor, ¿qué les parece? Pueden agradecerle a la abogada Joon por
esta triunfo que nos dará la oportunidad de conocernos entre nosotros.
Todos
aplaudieron encantados con la idea de pasarla bien por la noche y no tardaron
de darle las gracias tanto sus viejos como sus nuevos compañeros. Min-Ji,
sintiéndose alagada y engreída, asintió intentando parecer modesta con rotundo
fracaso. Su sonrisa desapareció cuando Do-Yun se acercó a ella, extendiéndole
la mano con una gran sonrisa… ¿Franca? ¿Falsa? El muy desgraciado embustero…
—Muchas
felicidades por haber ganado el caso Han, abogada Joon, era muy difícil. Sé que
comenzamos con el pie izquierdo, ¿pero qué le parece si empezamos de nuevo
nuestra relación? Como vamos a ser compañeros de trabajo, debemos llevarnos
bien.
Ella
por poco lo mandó al diablo, pero se tuvo que contener porque no quería verse
vulgar ante su amado Director Yang, así que le mostró los dientes en un intento
por sonreír y le dio la mano.
—Muy
bien. Estoy de acuerdo con usted, abogado Sang. Empecemos de nuevo… —Furiosa, comenzó
a apretarle los dedos con una fuerza que él nunca se lo hubiera esperado de
ella, haciéndolo retorcer de dolor, pero como él era orgulloso, trató de
disimular el dolor mientras intentaba zafarse de su tenaz agarre—. Vamos a
divertirnos mucho esta noche, se lo prometo.
Y
lo soltó, manteniendo siempre una sonrisa tan falsa como la de él mientras lo
apuñalaba con la mirada. Do-Yun la miraba sorprendido, sobándose la mano.
Comentarios
Publicar un comentario
En este blog encontrarás dramas asiáticos y anime en latino o castellano para ver online o descargar a través de Drive, Mega, Telegram y Mediafire.
Si este blog te da buenos momentos, te pido que traigas más visitantes o permitas que se vean los anuncios para apoyarlo.
Y no dudes en agradecer o preguntar por aquí si tienes alguna duda... ¡No sabes lo mucho que animan los comentarios! Y también te pido que tengas paciencia hasta que pueda contestarte o cumplir tu pedido porque tengo una vida muy ocupada.
¡Disfruten viendo lo que más les gusta en cualquier momento y en cualquier lugar!