Novela Ligera: Amor en Juicio - Episodio 2-

 Resumen de la historia: Joon Min-Ji es una joven y exitosa abogada de divorcios VIP, es arrogante y prepotente con todo el mundo y está perdidamente enamorada de su jefe Yang Kyu-Chul, quien no le da ni la hora. Pero cuando el bufete en donde ella trabaja se fusiona con otro bufete igualmente reconocido, conoce a Sang Do-Yun, su nuevo compañero de trabajo, quien es un famoso abogado de divorcios VIP, un joven ambicioso y brillante con quien iniciará una batalla personal para llegar a obtener el puesto del mejor abogado de divorcios VIP de Seúl. Ambos utilizarán cualquier medio para salirse con la suya sin importar el precio a pagar. ¿Pero realmente son tan inescrupulosos? ¿Puede haber entre ellos algo más que una sucia competencia o ganará tal vez el amor?

(La imagen tiene derechos de autor, sólo la utilizo con fines ilustrativos) 

Género: drama, romance, comedia
Pareja: Joon Min-Ji x Sang Do-Yun
Personajes: Joon Min-Ji  (abogada, 28), Sang Do-Yun (abogado, 30), Yang Kyu-Chul (director y abogado, 30), Suk Su-Jin (directora y abogada 29).
Calificación: para mayores de 16 años
Publicación: 1 capítulo cada viernes (si se puede)
Cantidad de palabras: variable
Duración: indeterminado
Estado: en progreso
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por situaciones difíciles en donde deberán aprender de sus errores. ¡Nadie es perfecto!

AMOR EN JUICIO

Episodio 2

—¡Maldito infeliz! ¡Cómo lo odio! —Gritó furiosa Min-Ji en cuanto llegó a su elegante departamento, sacándose uno de sus zapatos para lanzarlo sin mirar contra cualquier cosa, con tan mala suerte que le dio a un hermoso adorno de delfines de cristal que tenía sobre una mesita, haciéndolo pedazos.

—¡Ay, no! ¡El regalo que me hizo el director Yang en mi último cumpleaños! —Se llevó las manos a la cabeza, histérica.

A los tropezones llegó hasta el adorno caído, arrodillándose para comenzar a juntar los pedazos entre lamentos.

—¡Dios! ¡Cómo te odio! ¡Juro que voy a destruirte! ¡Me hiciste quedar como una estúpida frente a todos y encima me haces romper los delfines! ¡Te mataréee, lo juro! ¡No tienes idea de con quién te metiste tonto, idiota! —Chilló, furiosa, con el rostro bañado por las lágrimas de frustración y dando pataletas de niña malcriada.

A excepción de su familia, nadie más conocía ese lado vulgar de su vocabulario, pues ella se cuidaba muy bien de no decir improperios frente a los demás para mostrarse como una dama impecable. Muchas veces debió morderse la lengua cada vez que alguien la ofendía, como aquella mañana en donde aquel presumido abogado de cuarta la había hecho quedar como la mala de la película.

En un momento dado, Min-Ji se calmó y, con los pedazos del adorno sobre su regazo, ladeó la cabeza, pensativa.

—¿Pero cómo diablos supo que el archivo estaba en mi despacho?

XOX

Al mismo tiempo pero en otro lugar, una tranquila melodía de piano se dejaba escuchar por todo un elegante bar en donde sus clientes se encontraban bebiendo sus pedidos en sus respectivas mesas, conversando tranquilamente entre sí.

Do-Yun bajó por las refinadas escaleras con las manos en los bolsillos de su pantalón, vestido con un costoso traje a la moda. Do-Yun era alto, de cabello oscuro, con un buen porte y gran energía. Las mujeres siempre de volvían para verlo, encantadas con su físico y elegancia.

 Tras bajar las escaleras, se dirigió directamente a la barra, en donde se encontraba el dueño del lugar quien también era su amigo desde que se habían conocido en la universidad. Al verlo llegar, sonrió dándole la bienvenida.

—¡Do-Yun! ¿Te sirvo lo de siempre?

—¿Tú lo harás? Pensé que para eso tenías al barman. Me siento alagado —se burló, sentándose en el taburete.

—Nada me hace más feliz que servirte mis tragos especiales. ¿Quieres probar uno nuevo que acabo de crear? Te gustará.

—¿Siempre tomándome como tu conejillo de indias, eh? —se rió, recibiendo el trago prometido de color celeste con motas azules.

El joven dueño del bar se afirmó sobre la barra, muy interesado.

—¿Y bien? ¿Te saliste con la tuya?

—Salió a pedir de boca, Ji-Won, muchas gracias por tu ayuda.

—¡Vamos! Si solamente te facilité los servicios de mi sofisticada red de espionaje.

—E hicieron un muy buen trabajo. Esa mujer aprenderá quién es el mejor estratega legal de Seúl: Yo. Sang Do-Yun.

Byung Ji-Won se rió con ganas, “legal” no era la palabra correcta para describir esa sucia estrategia luego de haber hecho investigar la vida pública y privada de la abogada Joon Min-ji, además de su carrera, su personalidad y costumbres.

Uno de los “espías” de Ji-Won se había hecho contratar hacía un tiempo como asistente administrativo de medio tiempo en el bufete de Yang Kyu-Chul y, mientras desempeñaba sus tareas, se aprendió las costumbres y el carácter de la abogada Joon, y sacando fotos a su despacho cuando nadie lo veía.  

—Tu muchacho escondió el archivo entre un montón justo en el lugar que le pedí que lo hiciera y esa mujer cayó en la trampa en el momento previsto, sólo era cuestión de esperar. Supe que hoy había ganado el caso Ha y, como es su costumbre, quiso pavonearse con su jefe. Ella está como una tonta por él, ¿sabes? Y tu espía me dijo que suele ponerse de muy mal humor cuando él la desilusiona. Como yo sabía que el Director Yang iba a reunirse con la Directora Suk ese mismo día, era predecible que rechazaría cualquier oferta para salir a festejar ese triunfo, así que le pedí a tu muchacho que escondiera el archivo del siguiente caso en la agenda de esa mujer lo más rápido que pudiera y me avisara cuando la viera llegar al bufete. Yo esperé en un café que está al frente del edificio en donde tienen el piso hasta que vi llegar a su jefe, de modo que entré por detrás de él y esperé el momento adecuado para hacer acto de presencia en el bufete y humillar a esa tonta.

—Y como en el guión de una telenovela, salió todo como lo planeaste.

—Exacto.

—¿Hace cuánto supiste que tu bufete se iba a fusionar con el de ella?

—Hace como un mes. Era secreto, pero me enteré igual —Sonrió burlonamente mientras revolvía la bebida con una varilla especial para luego beber un sorbo de su contenido—. Ya conocía las andanzas de la abogada Joon porque sus casos fueron muy resonados, como los míos, pero al saber que iba a trabajar con ella sentí la necesidad de demostrarle que yo soy más competente e inteligente que ella.

—¿No estarás exagerando? —Apoyó el mentón sobre la palma de la mano, divertido—. A mí me parece que te tomaste todas esas molestias porque le tienes miedo.

—¡Oye! ¿Dices que le tengo miedo a esa histérica? —Casi lo asesinó con la mirada, molesto—. No digas tonterías, Ji-Won, yo no le tengo miedo. Si dos gallos están en un gallinero, sólo uno puede prevalecer y ese gallo seré yo. El abogado más famoso y requerido de Seúl seré yo, ¿entiendes?

Ji-Won se limitó a encogerse de hombros. Su amigo siempre había sido muy competitivo.

—Algún día te vas a arrepentir de ser tan inescrupuloso, Do-Yun —Le advirtió.

—Lo dudo mucho, siempre sé en dónde me estoy metiendo y hasta dónde me conviene llegar. —Tomó otro sorbo de la bebida experimental.

—¿Cómo está?

—Excelente. ¿Cómo la llamarás?

El encantador Ji-Won sonrió con picardía.

—“Esperando”.

—¿Esperando? —Parpadeó, confundido—. ¡Qué nombre tan extraño!

—No lo será en el futuro.

—¡Pfffh! Te juro que a veces no te entiendo, Ji-Won. Dame otro.

—Entendido, Do-Yun.

Y mientras su amigo se dedicaba a preparar el trago, el exitoso abogado sonrió muy satisfecho con su estratagema. No había nada que lo alegraba más que salirse con la suya.

XOX

Había pasado una semana desde aquel incidente, y tal y como lo había anunciado el Director Yang, su bufete se fusionó con el bufete de la directora Suk, uniendo todo su personal en un solo despacho de abogados.

El nuevo piso se encontraba en un edificio moderno en el distrito de Jung-gu y todos estaban muy emocionados con la nueva empresa, menos la abogada Joon Min-Ji, quien no paraba de dirigirle miradas asesinas a su nuevo compañero de trabajo, el abogado Sang Do-Yun, quien se comportaba como si fuera el mejor compañero del mundo con el resto del personal.

Encantados por la actitud amistosa de Do-Yun, los compañeros de Min-Ji no paraban de alabarlo y dedicarle sonrisas amistosas, olvidándose completamente de ella, cosa que la frustró sobremanera, acostumbrada siempre a ser el centro de la atención.

Aquel incidente con el archivo del caso Hyeon contra Min aún era un misterio para Min-Ji, pues estaba segura que se lo había devuelto a la secretaria Park el día anterior y que por lo consiguiente no lo tenía en su oficina. Frunció el ceño, estaba segura que había gato encerrado allí y que aquel odioso compañero suyo tenía algo que ver sin duda alguna. ¿Pero cómo lo había hecho?

No tuvo más tiempo para pensar puesto que los directores Yang y Suk hicieron su aparición, así que todos ocuparon sus lugares, permaneciendo de pie mientras saludaban a sus dos jefes, quienes se presentaron uno después del otro ante sus nuevos empleados.

—Tengo entendido que la abogada Joon ganó un caso muy importante la semana pasada y que no tuvieron tiempo para celebrarlo —Dijo la directora Suk, una mujer seria y elegante, de largo cabello oscuro—. El Director Yang me sugirió la idea de celebrarlo esta misma noche así aprovecharemos ese tiempo de celebración para conocernos mejor, ¿qué les parece? Pueden agradecerle a la abogada Joon por esta triunfo que nos dará la oportunidad de conocernos entre nosotros.

Todos aplaudieron encantados con la idea de pasarla bien por la noche y no tardaron de darle las gracias tanto sus viejos como sus nuevos compañeros. Min-Ji, sintiéndose alagada y engreída, asintió intentando parecer modesta con rotundo fracaso. Su sonrisa desapareció cuando Do-Yun se acercó a ella, extendiéndole la mano con una gran sonrisa… ¿Franca? ¿Falsa? El muy desgraciado embustero…

—Muchas felicidades por haber ganado el caso Han, abogada Joon, era muy difícil. Sé que comenzamos con el pie izquierdo, ¿pero qué le parece si empezamos de nuevo nuestra relación? Como vamos a ser compañeros de trabajo, debemos llevarnos bien.

Ella por poco lo mandó al diablo, pero se tuvo que contener porque no quería verse vulgar ante su amado Director Yang, así que le mostró los dientes en un intento por sonreír y le dio la mano.

—Muy bien. Estoy de acuerdo con usted, abogado Sang. Empecemos de nuevo… —Furiosa, comenzó a apretarle los dedos con una fuerza que él nunca se lo hubiera esperado de ella, haciéndolo retorcer de dolor, pero como él era orgulloso, trató de disimular el dolor mientras intentaba zafarse de su tenaz agarre—. Vamos a divertirnos mucho esta noche, se lo prometo.

Y lo soltó, manteniendo siempre una sonrisa tan falsa como la de él mientras lo apuñalaba con la mirada. Do-Yun la miraba sorprendido, sobándose la mano.



Notas de una Bloggera Descuidada:
¡Konnichiwa, mis queridos arrinconados! ¿Ogenkidesuka?
Sigo viendo el anime One Piece, el drama japonés De 5 a 9, editando el drama coreano Papá es Extraño, escribiendo un fic de One Pice por fin y mis novelas ligeras Fenómenos y Amor en Juicio, estudiando Secretariado Administrativo, leyendo la novela de terror Carrie, algunos cuentos de inglés y uno en japonés y estudiando japonés e inglés.
Las películas que vi fueron: Scream 1, Scream 2 y Scream 3.

¡Gracias por visitar el blog!
¡Cuídense y no olviden comentar!
Sayounara Bye Bye!

Gabriella Yu
También te podría interesar...

Comentarios

X Queridos visitantes: Únanse a las redes sociales del blog para estar en contacto si algún día es eliminado de nuevo.