Resumen de la serie: Hideki Kaji es un cirujano famoso por su trabajo de cirugía laparoscópica, por lo que se ha ganado el apodo de "mago del laparoscopio". Es hábil pero codicioso, por lo que prefiere a los pacientes VIP. Debido a que eligió el dinero sobre el título y el poder, la progresión de su carrera ha sido más lenta que la de sus compañeros, sobre todo cuando la genio cirujana Michiko Daimon, también conocida como Doctora-X, destruyó su carrera. Este cirujano siempre deberá escoger entre hacer lo correcto como médico o seguir su amor por el dinero, ganándose tanto amigos como enemigos en el proceso. Hideki Kaji, también conocido como Doctor Y, cuyas únicas armas son sus habilidades laparoscópicas y su astucia... ¿Cuál camino tomará?
DOCTOR Y
LA CIRUGÍA MALDITA
. El doctor Hideki Kaji, convertido en el exitoso director de hospital Naro junto a los directores Michiko Daimon y Takashi Ebina, comenzará a ser perseguido por el fantasma de una joven paciente que murió durante una cirugía que él realizó en su pasantía 30 años atrás. Una vez que las agresiones comienzan a volverse físicas, la doctora Daimon deberá ayudarlo a calmar al fantasma vengativo de la chica antes de que todos queden atrapados en el limbo y el espíritu de Kaji ingrese al infierno junto a la de su expaciente.
Capítulo 8: ¿Funcionará el Ritual? Kaji se Disculpa Ante Suzume
Inicio de flashback
—Tengo miedo… —Dijo la muchacha aquella noche,
recostada en la cama de su habitación VIP, sin atreverse a mirar a Kaji a los
ojos, avergonzada.
Él estaba sentando en una silla a su lado, haciéndole
compañía a pesar de que su turno había terminado ya hacía un par de horas.
Sintiendo pena por ella porque nadie iba a acompañarla
durante aquella abrumadora experiencia, pues la abuela de la muchacha había dispuesto
que para eso iban a estar los profesionales médicos, decidió estar ahí para
ella.
—No te preocupes, Suzume —La tomó de la mano y se la
apretó ligeramente para infundirle valor—. Todos tememos a lo desconocido, es
normal.
Ella lo miró, agradecida, apretando ella también la
mano de su joven doctor.
—¿Va a estar todo el tiempo conmigo, verdad?
—Si —Asintió con la cabeza—. Me quedaré contigo hasta
que te duermas, me prepararé para la cirugía y vendré a buscarte. Te acompañaré
y te cuidaré durante la operación, así que no debes preocuparte, estarás en las
manos de un Súper Doctor como yo.
Ella no pudo evitar reírse con aquellas últimas
palabras, ¡lo había dicho con tanta presunción! Luego, lo miró con añoranza y
dijo:
—Estarás a mi lado cuando despierte, ¿no?
Kaji volvió a asentir con firmeza.
—Si. Cuando despiertes, yo estaré a tu lado, te lo
prometo.
Fin de flashback
Al día
siguiente, para la alegría de su pupila, Akira Kambara le había conseguido los
registros médicos de Suzume Asamiya.
—¿Ya los
leíste?
—Si. Es tal y
cómo lo pensé —Le entregó el sobre abultado y ella lo tomó muy ansiosa.
—¿Si? ¿Usted
conoce a ese tal doctor Togashi? —abrió el sobre y sacó una vieja carpeta con
el ansiado registro, y comenzó a leerlo.
—Lo conocía
—Se dejó caer sobre el sillón—. Me acabo de enterar que se suicidó hace un año.
—¿Qué? —alzó
la vista, mirándolo muy impresionada.
—Y también
todo el resto de lo que intervinieron en el caso médico de Suzume Asamiya. Uno
por año, y Kaji es el único que queda de todos ellos.
—¡Oh! Entonces
esto es realmente grave… —Se estremeció—. ¡Un fantasma vengativo está acechando
a Kaji Hideki! ¡Qué miedo!
—¿Y qué creías
que era, Mi-chan? Lee el informe, te sorprenderás.
—No tanto si
es lo que sospecho… —Abrió de nuevo el expediente y comenzó a leerlo con
avidez.
XOX
Hideki Kaji,
con Takashi Ebina sentado a su derecha y con Mamoru Hara sentado a su
izquierda, observaba con incredulidad
todos los ritos estrafalarios que el viejo chamán estaba haciendo frente a
ellos con un plumero de papel y unos sahumerios acompañado de frases ininteligibles
para él.
—¡Un espíritu
lleno de rencor está intentando extraer su energía espiritual! ¡Usted es un
hombre de espíritu muy fuerte y por eso ha logrado soportarlo hasta ahora, pero
su tiempo se está acabando! —Declaró, alzando los brazos y la cabeza hacia el
techo de la vieja y antigua casucha.
—Eso ya lo sé,
por eso estoy aquí —replicó Kaji de mal humor.
—¡Ah! ¡Pero
aún duda! —Lo apuntó con la vara que parecía un plumero, sobresaltándolo—.
¡Tiene que alejar a ese espíritu vengativo o lo arrastrará el limbo con él y a
todos quienes lo conocen también!
—¿T-también a
nosotros? ¿Q-qué tenemos que hacer entonces? —Quiso saber Ebina, muerto de
miedo.
—Tiene que
descubrir el origen de su enojo y apaciguar la ira del espíritu disculpándose
con sinceridad y ofrecerle una ofrenda.
—Sé el motivo
de su ira: fui yo quien provocó su muerte —aseveró Kaji ante el asombro de sus
amigos. Era hora de enfrentar su error de una buena vez.
—¿Qué dijiste?
¿Tú fuiste? —Dijo Hara.
—¿Cómo puede
ser? —siguió Ebina.
Kaji se limitó
a ignorarlos haciendo una mueca de fastidio. Ya les explicaría más tarde.
—Entonces haga
lo que le recomiendo. Le prepararé la ofrenda y los talismanes.
El chamán extendió
la mano mientras miraba hacia otro lado, molesto, Kaji le dejó una buena suma
de dinero.
XOX
—La ceremonia
se hará esta noche en el subsuelo del hospital.
—Esperemos que
con eso el espíritu de esa jovencita pueda descansar —Comentó Kambara, de pie
al lado de Kaji, quien estaba sentado en su escritorio de la dirección.
Suspiró,
agotado.
—Creí que
había dejado todo eso atrás pero tuve que explicarle todo a los doctores Ebina
y Hara y eso no me hizo nada feliz...
—Recordar
semejante experiencia no le agradaría a nadie… —lo miró con atención.
—Si… —Se echó
para adelante, cruzando los brazos sobre el escritorio para apoyar la cabeza
sobre ellos. Se sentía miserable y deprimido.
Akira sonrió.
—Director Kaji,
usted ya sabe que nunca podrá ganarle a Michiko Daimon, ¿verdad?
—¿A qué viene
eso ahora? —lo miró, fastidiado.
—Aunque nunca
podrá alcanzar el nivel de un dios, aunque usted sepa que nunca podrá alcanzar
a Michiko, usted siempre sigue adelante y nunca se rinde. Cada vez que Michiko
destruye su orgullo, usted siempre se pone de pie con la convicción de no
dejarse aplastar por ella otra vez.
—¿De qué habla?
No diga tonterías —Lo miró, sorprendido, alzando la cabeza.
Para su
sorpresa, Akira se afirmó con las manos sobre el escritorio y se inclinó sobre
él a la vez que Kaji, un poco incomodado, se hizo hacia atrás.
El anciano lo
miró directo a los ojos:
—No olvide que
usted nunca se rinde, director Hideki Kaji, pasa lo que pase, nunca lo olvide.
Nunca se rinda.
—¿Eh? —parpadeó,
perplejo.
XOX
—La hora se la
ceremonia se acerca… —El chamán alzó la cabeza, como si estuviera estudiando la
atmósfera que lo rodeaba. Ya era de noche y se encontraban en el tétrico
subsuelo del hospital.
Kaji lo miró,
aún con algo de incredulidad en su corazón a pesar de todo lo que le había
pasado. Él estaba sentado al estilo japonés en el centro de un círculo dibujado
con tiza sobre el suelo, el chamán estaba frente a él en la misma posición y
tanto Hara como Ebina estaban sentados detrás de su amigo a cada lado, ambos
estaban temblando sin poder controlar su terror.
—Comenzaremos
con el rito del perdón. Primero atraeremos al espíritu vengativo —declaró el
chamán, cerrando los ojos mientras alzaba las manos en posición de oración con
un rosario. Hara y Ebina se miraron muertos de miedo.
—¿Es necesario
quedarnos aquí? —le preguntó Hara a su amigo.
—Eso mismo me
pregunto yo —replicó el otro, visiblemente nervioso y con los ojos vidriosos.
Kaji puso los
ojos en blanco y dijo, fastidiado, sin volverse hacia ellos:
—No sean
cobardes. ¿Es que no son mis amigos? El chamán dijo que con esto lograremos un
equilibrio.
—¡Pero la
amistad tiene sus límites! —Se quejó Mamoru Hara.
Kaji nada
respondió, pero mentalmente lo mandó al diablo mientras murmuraba algunos
improperios en su contra.
—¡Silencio!
¡El espíritu ya está aquí! —exclamó el chamán, abriendo los ojos de golpe.
Entonces, para
el horror de los tres cirujanos, sopló un viento frío a través de ellos y casi
apagó las velas que estaban alrededor de ellos.
—¡Pídale
disculpas y dele la ofrenda como le enseñé! ¡Tiene que hacerlo rápido o lo
poseerá! ¡Yo la sujetaré tanto como pueda! —apremió el chamán, volviendo a su
anterior pose de rezo, comenzando a orar en voz alta en un idioma extraño.
—¡S-si! —Asustado,
Kaji tomó la ofrenda entre sus manos temblorosas, haciéndolo saltar como si estuviera
caliente, y se postró en el suelo, comenzando a disculparse apresuradamente
mientras Ebina y Hara se abrazaban entre ellos, aterrorizados.
—¡Oh, por
dios! ¡Mire eso! —Hara apuntó y Ebina vio cómo el fantasma de una estudiante
emergía frente a Kaji desde el suelo como si éste fuera intangible, empezando por
la cabeza hasta los tobillos, con el rostro cubierto por su largo cabello
oscuro.
Kaji, sin
atreverse a levantar la cabeza, alzó las manos en actitud de súplica.
—… Suzume, por
favor, perdóname… No quise que murieras así… ¡Tu sabes lo mucho que te quería! —Hizo
una breve pausa, tragando saliva—. Acepta esa ofrenda en señal de mi arrepentimiento…
Se hizo un
silencio sepulcral, hasta el chamán había dejado de orar, esperando la
respuesta del espíritu. Entonces, para la sorpresa de todos, el fantasma de Suzume
colocó su mano sobre la cabeza del cirujano por unos segundos y desapareció,
dejando a todo el mundo pasmado.
—¿Qué? ¿Eso
fue todo? —dijo Takashi Ebina, soltando lentamente a su compañero.
Kaji alzó la
cabeza poco a poco.
—Afortunadamente
el espíritu tuvo la bondad de perdonar —dijo el chamán, poniéndose de pie—. Su
disculpa fue sincera, director Kaji, convenció al espíritu de esa estudiante
sin problemas.
—Si… —El
aludido se puso de pie, aún no podía creer que todo había acabado así tan fácil,
entonces, se miró las muñecas y notó que ya no tenía aquellas horribles marcas.
—Entonces…
Todo terminó… —Murmuró, sonriendo al final.
Pero sin que
nadie se percatara, el cristal del reloj de pulsera de Kaji, se partió.
Lejos estaban de sospechar que aún les esperaba lo peor de aquella situación.
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