Fanfic Doctor Y -La Cirugía Maldita- Capítulo 6

Resumen de la serie: Hideki Kaji es un cirujano famoso por su trabajo de cirugía laparoscópica, por lo que se ha ganado el apodo de "mago del laparoscopio". Es hábil pero codicioso, por lo que prefiere a los pacientes VIP. Debido a que eligió el dinero sobre el título y el poder, la progresión de su carrera ha sido más lenta que la de sus compañeros, sobre todo cuando la genio cirujana Michiko Daimon, también conocida como Doctora-X, destruyó su carrera. Este cirujano siempre deberá escoger entre hacer lo correcto como médico o seguir su amor por el dinero, ganándose tanto amigos como enemigos en el proceso. Hideki Kaji, también conocido como Doctor Y, cuyas únicas armas son sus habilidades laparoscópicas y su astucia... ¿Cuál camino tomará?

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De izquierda a derecha: Takashi Ebina, Hideki Kaji y Mamoru Hara. 

DOCTOR Y

LA CIRUGÍA MALDITA

El doctor Hideki Kaji, convertido en el exitoso director de hospital Naro junto a los directores Michiko Daimon y Takashi Ebina, comenzará a ser perseguido por el fantasma de una joven paciente que murió durante una cirugía que él realizó en su pasantía 30 años atrás. Una vez que las agresiones comienzan a volverse físicas, la doctora Daimon deberá ayudarlo a calmar al fantasma vengativo de la chica antes de que todos queden atrapados en el limbo y el espíritu de Kaji ingrese al infierno junto a la de su expaciente.

Género: drama, amistad, humor, medico, angustia, psicológico, horror, romance, fantasía
Pareja: leve Kaji x Daimon (unidireccional), Kaji x OC (unidireccional); Akira x OC
Personajes: Hideki Kaji (58), Michiko Daimon (46), Akira Kanbara (75),  Hiromi Jonouichi (43), Takashi Ebina (59), Mamoru Hara (48), Hikaru Morimoto (38).
Calificación: para mayores de 18 años
Publicación: 1 capítulo cada sábado (si se puede)
Cantidad de palabras: variable
Duración: 14 capítulos este fic y 8 capítulos el otro.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas para sacar los mejor de ellos. ¡Nadie es perfecto, todos podemos ser mejor!
Aclaraciones: Aunque sólo he visto las temporadas 1, 2, 3 y el especial de Doctor X, y las 4 temporadas de Doctor Y, esta historia está ambientada después de la 6 temporada de Doctor X y la 5ta de Doctor Y.

Capítulo 6: Una Invitación Inesperada. ¡Horror en la Sala de Cirugía!

Inicio de flashback

Kaji encontró a Suzume en la azotea del hospital.

—¿Por qué te escapaste de tu cuarto? Te buscamos por todos lados, nos preocupamos mucho por ti —le dijo, acercándose a ella, quien estaba observando la ciudad que se extendía frente a ellos.

—Escuché decir al doctor Togashi que el resultado de mi cirugía será probablemente del 10 por ciento de éxito… —dijo, sin volver el rostro hacia él.

—¿Y tú le crees? —sonrió, despectivo. Ella lo miró consternada—. ¿Cuántas veces te he dicho que estás frente a un súper doctor? Yo, el gran Hideki Kaji, te aseguro un éxito del ciento por ciento con una súper técnica que acabo de presentarle al doctor Togashi y que será la tesis de mi carrera médica.

—¿Una súper técnica?

—Así es. Y será la que salvará tu vida, te lo prometo. Vamos, regresemos adentro, te puedes resfriar y eso no nos conviene.

Se dio media vuelta y Suzume, emocionada, lo abrazó fuertemente por la cintura desde atrás, apoyando la cabeza en su espalda, deteniéndolo.

—Suzume… —Murmuró, sorprendido.

—Te amo —Fue la sorprendente y valiente revelación de la jovencita—. Me gustaste desde la primera vez que te vi.

—¿Recuerdas el título del último manga que te presté, verdad? —Le preguntó con suavidad.

—Si.

Entonces, él tomó sus manos y la obligó a soltarlo.

—Hasta entonces sólo seremos amigos —Hizo una pausa mientras Suzume comenzaba a llorar en silencio, bajando la cabeza, con los puños cerrados, sintiéndose rechazada—. Sé que es difícil, pero prométeme que serás fuerte. Prométeme que crecerás, estudiarás y te convertirás en una gran mujer…

Se volvió, sonriéndole valientemente, con el puño derecho en alto.

—Y yo te prometo que me convertiré en un Súper Doctor, curaré a mucha gente y ganaré mucho dinero. ¡Seré alguien famoso! Lo sabrás cuando me veas por la televisión y esa será tu señal, ¿lo entiendes?

Ella lo miró un poco confundida pero finalmente se secó las lágrimas y asintió llena de ilusión.

—¡Te lo prometo, doctor Kaj!

—Bien. Ahora vamos adentro.

Y los dos volvieron hacia el interior del edificio sin que se dieran cuenta que eran observados por el doctor Togashi.

Fin de flashback

Kaji se despertó justo en el momento en que le pareció ver entrar a Michiko al despacho, aún estaba algo confundido y le costó poner toda su atención a las palabras de su compañera.

—… entonces, ¿qué dices? ¿Saldrás a comer conmigo? —Michiko se cruzó de brazos un tanto perpleja.

—¿Eh…? ¿Salir a comer…? —repitió, sin entender nada todavía.

La cirujana bufó fastidiada y metió las manos a los bolcillos de su bata.

—¡Siii…! ¿Es que no me escuchaste o qué? Akira-san me dijo que tenía una cita con esa… enfermera, Hiromi salió con Mai para pasar una noche de madre e hija y el doctor Kondo estará de guardia esta noche. ¡Estoy aburrida y quiero saliiir! ¡Y no me haga repetir todo de nuevooo! —Hizo un berrinche de niña malcriada al final.

“Bueno, me reconforta saber que soy la última opción”, pensó con sarcasmo.

—¿Y qué le hace pensar que dejaré mis obligaciones como director general para concederle su caprichito?

—Porque esto le aburre tanto como a mí.

—Bueno, buen punto, demonio. Está bien, saldré a comer con usted, de todas maneras, ya terminé. Le avisaré al secretario general suplente que se haga cargo del resto.

—¡Yupiii! ¡Qué bien! ¿Comeremos carne, verdad?

—¿Carne? No es mala idea… Podríamos ir a algún restaurante en Ginza ahora que podemos darnos el lujo de comer algo realmente bueno y costoso.

—¡Perfecto! Voy a cambiarme y regreso, y de paso traigo mi maquillaje, tiene otra vez unas ojeras horribles, Kaji-chan.

—¿Ojeras? —se llevó la mano al rostro mientras su compañera salía del despacho, e inmediatamente fue a verse al espejo del cuarto de baño y le impactó lo que vio:

Su aspecto era el de siempre pero tenía unas grandes ojeras muy marcadas. ¿Por qué siempre tenía ese semblante cada vez que se despertaba? Y también, ¿por qué siempre se sentía tan cansado? Entonces, se acordó de lo que le había pasado después de que Akira Kanbara se fuera del despacho, cuando se le apareció el fantasma de Suzume y casi lo mató. Recordó también aquellas heladas manos sobre sus hombros, así que apresuradamente de desabotonó la bata y los primeros botones de su camisa he hizo a un lado la tela para mirar su hombro derecho. Horrorizado, allí estaba la marca de una mano femenina, oscura como las ojeras.

No tuvo el valor de mirarse el otro hombro, simplemente cayó sentado al suelo, horrorizado y confundido, estremeciéndose de miedo, sintiendo cómo una ola mortal de debilidad invadía su cuerpo. Era como si se estuviera apagando de a poco.

—¡Se acabó! —exclamó, asustado y temblando violentamente—. ¡Dios mío! ¡Mi tiempo sobre este mundo se acabó! ¡Cada vez es peor!

Sin dejar de temblar, reunió fuerzas de flaqueza y se puso de pie, se mojó la cara, se secó y se peinó, luego se acomodó la ropa y se miró fijamente al espejo, como si fuera un reo que se estuviera preparando para ir al patíbulo.

Se esforzó en sonreír. Debía tratar de aparentar que todo estaba bien. ¿De qué servía contárselo a los demás? Nada iban a poder hacer ni tampoco quería enfrentar aquel horrible error del pasado.

—¿Estás listo?

—¡Wah! ¡Daimon! ¡Casi me mata de un susto, tonta! —se quejó, llevándose la mano al pecho, mirando acusadoramente a la mujer que había aparecido de repente en el umbral de la puerta.

—¡Aish! ¡Pero qué delicado! Ven, siéntate para que te maquille un poco esas feas ojeras —se dio media vuelta dirigiéndose hacia el sector de visitas.

—¡Bah! Olvídelo, demonio, no quiero que me maquille. Soy un hombre, no una mujer.

—Bueno, si se te quedan mirando, ya sabrás por qué —se alzó de hombros, guardando el estuche de maquillaje en su bolso.

Mientras se dirigían al coche en completo silencio, Michiko miró a su compañero sin que este se diera cuenta. El haberlo encontrado de nuevo sin sentido sobre el escritorio era algo muy preocupante, pero cuando le había tomado el pulso lo encontró completamente normal. Era como si Kaji estuviera dormido, en paz, pero cuando despertaba siempre estaba sobresaltado, confundido, cansado y muy asustado, con unas ojeras impresionantes. ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué no decía nada? ¿Por qué fingía estar bien?

XOX

Tal y como lo habían planeado, encontraron un restaurante muy costoso en la zona de Ginza y pidieron la mejor carne para cenar y, mientras esperaban en una de las exclusivas mesas VIP, ambos doctores se dispusieron a conversar sobre los nuevos procedimientos quirúrgicos de aquel momento, discutieron sobre algunas operaciones riesgosas que ella quería hacer y luego pasaron a temas más triviales cuando la carne les fue servida.

—No se moleste con Akira-san, demonio, debería estar feliz de que una linda joven como la enfermera Yuko quisiera tener algo con él a su edad. Cualquier hombre se sentiría alagado por eso —Tomó un poco de champagne sin alcohol—. No todos pueden ser célibes como usted, ¿sabe?

Ella lo fulminó con la mirada, apoyando la cabeza sobre la mano.

—Ya lo séee, pero siento como si me estuviera abandonado…

—Vamos, no sea chiquilla, deje que se divierta un poco.

—¡Puf! Ustedes los hombres sólo piensan en diversión.

—Pues cada quién con lo suyo, ¿no le parece?

—Idiota… —murmuró, malhumorada, comiendo otro pedazo de carne con muy poco decoro.

En otro contexto, Kaji se hubiera molestado, pero la vitalidad de su compañera lo ayudaba a olvidarse de sus pesares.

—Ahí está de nuevo —le dijo ella de repente, mirándolo fijamente con aquellos ojos perspicaces.

—¿Qué cosa? —parpadeó, extrañado.

—¿Por qué sonríe así?

—¿Sonreír cómo?

Michiko achicó los ojos.

—Sonríe con tristeza…

—¿Tristeza yo? ¡Oh, vamos, no sea ridícula, demonio! —se rió un tanto nervioso.

—Bueno, si no vas a decirme por qué te sientes así… —procedió a comerse otro trozo de carne— ¡Mmm! ¡Esto está riquísimo!

—¡Chit! Tonta… —sonrió, poniendo su atención en su comida.

—Y otra cosa más… —Comenzó a decir ella con la boca llena—. Estás comiendo mucho más que yo, lo noté hace tiempo, pero no engordas nada de nada. No estarás enfermo, ¿verdad?

Kaji dejó los cubiertos sobre la mesa, fastidiado.

—Una persona no comería así si estuviera enferma, ¿no le parece, tonta? Ya no fastidie y déjeme cenar en paz, ¿quiere?

—¡Uuuh! Y una se preocupa para que le respondan de esa manera…

—¿Usted preocupada por mi? ¡Vamos! —Se burló.

Ya estaba por dar un bocado cuando su teléfono móvil sonó. Era una llamada del hospital requiriendo sus servicios inmediatamente, así que se regresaron rápidamente al hospital para realizar una cirugía de emergencia. Como habían tomado champagne sin alcohol, estaban en perfectas condiciones para realizarla.

Una hora después, ambos se encontraban en medio del procedimiento quirúrgico cuando Kaji tuvo la experiencia más aterradora de su vida frente a su compañera.

—Monopolar —pidió Michiko—. Tenga cuidado con esas arterias, primer asistente.

—Ya lo sé —replicó Kaji un tanto fastidiado.

Ya acercaba la pinza al órgano que debía sostener, cuando, sorpresivamente, las manos ensangrentadas del fantasma de Suzume salieron del interior del paciente para agarrar firmemente las muñecas del cirujano.

Kaji, desesperado, trató de liberarse de ellas sin ningún éxito, hasta que, horrorizado, vio cómo la cabeza empapada en sangre de su antigua paciente salía del interior del abdomen del paciente.

—Ven conmigo… —Le dijo.

—¡Doctor Kaji! ¿Qué le pasa? ¡Reaccione! ¡Doctor Kaji! —le gritaba Morimoto, viendo cómo su compañero se había quedado muy quieto, palidísimo, con los ojos bien abiertos y con el cuerpo muy tenso, en estado catatónico.

Para su horror, Michiko vio cómo sus ojos de volvían hacia atrás y perdía el conocimiento, cayendo pesadamente sobre el suelo ante el susto de todo el mundo.

Mientras Morimoto se agachaba para auxiliarlo, la Doctora X tomó el mando de la situación.

—¡No es la primera vez que sucede! ¡Háganle una tomografía y una resonancia cerebral ahora mismo y llamen al doctor Kondo para suplantarlo!

—¡Si! —asintieron las enfermeras mientras entraba el camillero para llevárselo ante la afligida mirada de impotencia del doctor Hikaru Morimoto.

—Doctor Morimoto —Michiko llamó su atención—. Lo necesito aquí, ¡concéntrese!

—¡S-si! —asintió él, regresando a sus deberes.

Michiko Daimon también estaba preocupada, pero primero debía cumplir con su deber, luego vería lo que le estaba sucediendo a su compañero.



Notas de una Bloggera Descuidada:
¡Konnichiwa, mis queridos arrinconados! ¿Ogenkidesuka?
Terminé de ver el anime One Piece, sigo viendo el drama japonés De 5 a 9, volviendo a editar el drama coreano Papá es Extraño, escribiendo un fic de One Pice y el último fanfic de Doctor X-Y que será totalmente diferente a los anteriores, y mis novelas ligeras Fenómenos y Amor en Juicio, estudiando Secretariado Administrativo, leyendo la novela de terror Carrie, algunos cuentos de inglés y uno en japonés y estudiando japonés e inglés.

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Sayounara Bye Bye!

Gabriella Yu
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