Fanfic Mujercitas -¿Qué Hubiera Pasado Sí...?- Epílogo

Resumen del anime: Meg, amable y confiada. Jo, independiente y enérgica. Beth, tímida y callada. Amy, amable y precoz.  El padre de familia ha dejado su hogar para servir en la guerra civil estadounidense; luchando contra el ejército Confederado. En su ausencia, una batalla en la ciudad deja a su familia sin casa y él les aconseja buscar hogar en la casa de su Tía Marta, en la ciudad de Newford, Massachusetts. Allí pasan algunos días y aunque al principio, la Tía Marta no está del todo contenta con su presencia, pronto cambia de opinión y se encariña con cada una de las "mujercitas". Poco después se instalan en su nueva casa en los alrededores y conocen muchos nuevos amigos. Sus vecinos serán los Laurence, que viven en la casa de al lado y Laurie, el joven nieto del Sr. James Laurence se hará gran amigo de la familia March. Juntos, todos superan cualquier situación, logrando resolver cualquier problema para salir adelante.


¿QUÉ HUBIERA PASADO SÍ...?

Jo March, nuestra joven y temperamental protagonista, decide ir a vivir a New York para ampliar sus horizontes como escritora, tal y como su amigo Anthony Boone se lo recomendó antes de que éste partiera también hacia la misma ciudad. Pero Laurie Laurence, el vecino adinerado de la familia March, decide él también partir hacia New York para estudiar en la universidad y, algún día, poder declararle su amor a Jo antes de que Anthony lo haga también. El gran problema para ambos muchachos, es que la aficionada escritora tiene un temperamento fatal y es muy poco afecta a las declaraciones de amor... ¿Cual de los dos jóvenes logrará conquistarla?

Género: drama, romance
Pareja: Jo/Laurie, Jo/Anthony - Beth/Laurie, Beth/Jeremy
Calificación: para mayores de 13 años
Cantidad de palabras: variable
Duración: 46 capítulos
Estado: completo
Escritora: Yu-Chan

*Epílogo*


/Ya estamos a las puertas de la Navidad y el Año Nuevo, después del encuentro con Anthony, le he enviado una carta a Laurie contándole todo lo que pasó… ¡Menuda sorpresa se llevará!/

Aquella tarde, la ciudad de Nueva York estaba cubierta por un manto de nieve, el asueto estudiantil por las próximas navidades comenzaba y las plazas, los campus y las calles estaban repletas de estudiantes de todas las edades festejando las mini vacaciones.

Aquel era el último año de estudios para Laurie, el próximo Mayo se graduaría como abogado y regresaría a casa para hacerse cargo del negocio familiar. Debería estar feliz, pero no, estaba triste porque hacía casi un mes había recibido una carta de parte de Amy contándole que por fin Jo se había encontrado con Anthony en Roma. No le decía nada más que eso, puesto que el resto de la carta se explayaba en lo bien que la estaban pasando en Europa.

Sumido en penosos pensamientos acerca de su futuro sin Jo y con grandes posibilidades de verla casada con Anthony, se apartó de su alegre grupo de amigos y se sentó sobre el cercado de ladrillos que rodeaba todo el campus. Miraba sin mirar a todos los jóvenes que andaban de aquí para allá festejando su momentánea libertad. ¿Cómo podría seguir adelante sin su Jo? Como Anthony, había planeado confesarle su amor, pero nunca se había presentado el momento o no había tenido el valor necesario para hacerlo durante los dos años en que estuvieron viviendo juntos; ahora ya era demasiado tarde, la había perdido para siempre. Suspiró profundamente y se llevó la mano al corazón. ¿Por qué tenía que doler tanto? ¿Acaso viviría con ese agobiante dolor por el resto de su vida?

Sonrió. Sí, si ése era el sacrificio que debía hacer para ver a su Jo feliz con el hombre de su vida, lo soportaría en silencio, sin quejarse, aunque se le rompiera el corazón en mil pedazos.

Las lágrimas amenazaron con brotar de sus ojos pero trató de contenerlas, ya había cumplido los veintiún años y ya era un hombre, casi un abogado, y debía comportarse como tal.

Sintió que comenzaba a hacer más frío y se percató de que había comenzado nuevamente a nevar. Eran copos pequeños, pero mojaban la ropa como si fueran gotas de lluvia. Se estremeció, pero aún no tenía intenciones de moverse de allí, pues quería seguir llorando sus cuitas.

De pronto, los copos ya no cayeron sobre su abrigo y una sombra había caído sobre él, ¿cómo era posible si veía con sus propios ojos que la nieve seguía cayendo a su alrededor?

—Vas a resfriarte si no te cubres con algo, Laurie —lo sobresaltó una conocida voz de mujer. Rápidamente volvió su cabeza hacia la que recién había hablado y se encontró con la mismísima Jo, inclinada sobre él, sosteniendo el paraguas que los protegía de la nieve y con una gran sonrisa en su radiante rostro moreno—. Hola, Laurie, supe que muy pronto te graduarás, ¡felicidades!

—¡Jo! ¿Pero qué estás haciendo aquí? ¿No estabas en Europa? —parpadeó, sorprendidísimo. Le parecía que estaba en presencia de un espejismo.

—Estaba. Vine a traerte un poco de aire navideño a tu vida estudiantil —se sentó a su lado, siempre sonriéndole y sosteniendo la gran sombrilla negra sobre los dos.

Laurie le devolvió la sonrisa, pero temía que muy pronto iba a escuchar la tan terrible noticia.

—Te ha… ¿Te ha pasado algo interesante en Europa, Jo? —le costó horrores formular aquella pregunta.

—Supongo que ya recibiste la carta que te mandó Amy, ¿verdad? Sí, por fin pude reencontrarme con Anthony —suspiró profundamente, mirando hacia delante, perdida en el recuerdo—. Por fin pude disculparme con él y volvimos a ser tan amigos como antes.

Laurie se quedó como de piedra.

—¿A-amigos? Pensé que ibas a confesarle que lo amabas, que querías casarte con él.

Jo volvió a suspirar y se alzó de hombros.

—Ésa era mi intención, pero entonces él me hizo una pregunta que yo no me esperaba…

—¿Cuál fue? —No podía imaginar qué clase de pregunta habría hecho Anthony como para hacer que Jo cambiara de opinión tan repentinamente.

La joven volvió su rostro hacia él.

—Me preguntó cuál era la razón por la que lo había rechazado aquella vez. En un principio le dije que era porque no quería que nadie se burlara de mí por olvidar mis tan proclamados votos de soltería —Volvió su atención hacia el frente—. Anthony no estaba muy contento con esa respuesta así que volvió a preguntarme lo mismo, y fue allí en donde me di cuenta de que la razón por la que realmente lo había rechazado era… era por ti, Laurie.

El pálido muchacho sintió que el corazón le daba un vuelco.

—¿A-a qué te refieres con eso, Jo?

Ella se volvió radiante hacia él, pero ahora las lágrimas habían comenzado a brotar de sus ojos.

—Que me di cuenta que la verdadera razón por la que había rechazado a Anthony era tú, Laurie, tú. ¿No te das cuenta? Es a ti a quien realmente amo con todo mi corazón. Todos estos años mantuve fuertemente cerrado mi corazón ante la más mínima señal de amor que tú o Anthony me demostraban, estando dispuesta a mandarlos al diablo si me decían algo. Sé que todo este tiempo estuviste a mi lado, siempre apoyándome, ayudándome sin esperar nada a cambio, aún si eso significara perderme para siempre… —Emocionada, lo tomó de la mano—. ¿Acaso hay un amor más grande que ése, Laurie? ¿Cómo pude ser tan ciega y egoísta?

—¿Entonces realmente no amas a Anthony como habías creído?

—¡Oh, Laurie! ¿Cómo podría explicártelo? No puedo negar que Anthony es muy especial para mí y, como tú, siempre ha estado a mi lado, pero lo que sentí después de haberlo tratado tan mal era porque sabía del tremendo dolor que le había provocado y no había otro pensamiento para mí que quitárselo y hacerlo feliz otra vez, ¡hubiera hecho cualquier cosa con tal de verlo sonreír de nuevo! Aún si eso significaba casarme con él… —Bajó la cabeza, avergonzada, soltando la mano de Laurie—. Te pareceré caprichosa, pero si tú y yo no nos hubiéramos conocido, me habría casado con Anthony sin dudarlo, pero… —Alzó la cabeza, esperanzada—. Pero estás aquí, Laurie, estás a mi lado, en mi vida, y es a ti a quien realmente amo de verdad. ¡Mira cuanto tiempo he demorado en descubrir lo que mi corazón guardaba tan profundamente! Dime, Laurie, ¿podrás perdonarme algún día? ¡Te he hecho sufrir tanto que entenderé perfectamente si ya no quieres saber nada más de mí!

Para Laurie, era todo lo que necesitaba escuchar.

—¡Pero, tonta! ¿Es que hay algo qué perdonar? —le respondió con la dicha reflejada en su rostro, poniéndose de pie para tomarla de la mano—. Cuando seamos marido y mujer es muy probable que tengamos muchos motivos verdaderos para perdonar, ¿no te parece? —Le guiñó con picardía y Jo no pudo hacer otra cosa que reírse y ponerse más colorada que un tomate.

—Vamos a meternos en muchos líos, ¿verdad? Pero estoy segura de que valdrán la pena si nos esforzamos un poquito… —le dijo, mirándolo con otros ojos, como si hubiera encontrado en él toda la razón de su existir.

—Todo valdrá la pena mientras estemos juntos, mi querida Jo, todo, y tendremos todo el resto de nuestras vidas para amarnos —y, sin soltarla, se inclinó suavemente hasta besarla suavemente en la boca.

No muy lejos de allí, Anthony y Sandra se encontraban mirando aquella hermosa escena de amor. Cada uno de ellos llevaba su propio paraguas.

—¿No te arrepientes de haberla dejado ir? —inquirió la preocupada joven. Anthony pareció pensarlo un poco antes de responder.

—No. Aquella noche después de que Jo me rechazó, comprendí lo mucho que ella amaba a ese muchacho y ni siquiera se había dado cuenta de ello, así que, cuando volvimos a encontrarnos en Roma, se lo hice comprender.

—Entiendo… —Suspiró—. Debió de haber sido muy difícil para ti.

—En un principio así fue, pero con el tiempo comprendí que debía darme otra oportunidad —volvió la cabeza y le sonrió a una sonrojada joven—. ¿Qué te parece si vamos a la cafetería? Este clima frío invita a pasar una buena tarde tomando café y masitas.

—¡Encantada!

/¡Finalmente mi hermana se casará con el bueno de Laurie! ¡Qué bien! ¡Era lo que todos estábamos esperando desde hace mucho tiempo! Espero que sean felices y comas muuuuchas perdices, je ^_^ ¿Que qué pasó después? Bueno, les contaré: Jo y Laurie se casaron después de que él se graduó de la universidad, antes de eso mi hermana Beth regresó a casa por un tiempo y luego ¡todos juntos viajamos a Inglaterra para asistir a su boda en una hermosa catedral! Beth me da una envidia… pero bueno. Meg me hizo tía de unos hermosos gemelos y tanto Jo como Beth ya están embarazadas y esperamos ansiosos la llegada de los nuevos bebés. Como Laurie y Jo están viviendo al lado de nuestra casa, conocer al bebé no habrá problema, pero con Beth la cosa se podrá un poco difícil porque ella está viviendo en Londres en su nueva, elegante, enorme y hermosa casa. Como era de esperarse, Jeremy se dedicó a componer música y Laurie a los negocios, ¡pero nunca deja de asistir a las obras de teatro en las que Jo actúa! Es un amor, ¿no? ^.^ Siempre le lleva un ramo de rosas, ¡pero hay que ver cuánto sufre el pobre cuando Jo se escapa por alguna ventana de la casa! XD de todos modos, siempre compra una copia de las novelas que ella escribe y la apoya en todo, Jo, por su parte, demostró que es una buenísima y atenta esposa./

/En cuanto a los demás, parece que Anthony y Sandra se volvieron más que amigos porque supimos que viajaron juntos a la India, ¡presiento que harán grandes cosas por allá! Mario sigue en Italia haciendo de las suyas; Michelle, la tímida amiga de Jo, se casó con un profesor alemán apellidado Baher, Beer, Bear o algo así que se hospedaba en la pensión de los Kirke… En fin, Jo y Laurie los apoyaron y le donaron una gran porción de terreno propiedad de los Laurence para que iniciaran allí su hogar-escuela. /

/Tanto tía Martha como el anciano señor Laurence están haciendo sus testamentos para que cada uno de nosotros herede lo que merece, y eso me hace pensar que, si seguimos como estamos, Meg, David y yo recibiremos una buena herencia, je XD Yo pienso vivir a lo grande cuando reciba mi parte, no pienso vivir como lo hacen mi hermana Jo y Laurie, no son ostentosos, casi no van a las fiestas de la alta sociedad, pero eso sí, viajan mucho y hacen muchas donaciones caritativas a un montón de lugares. /

/Por supuesto que mamá y papá están muy felices de cómo resultó todo esto, pero, en cambio, yo estoy muy preocupada por mi futuro, soy la única que sigue soltera, ya tengo dieciocho años y dos pretendientes serios: Tom, el hermano menor del esposo de mi hermana Meg y un chico de buena familia que conocí en mi último viaje a Inglaterra. El segundo tiene dinero a montones, es muy bueno y guapo, pero Tom es tan orgulloso, honesto y decidido, que se ha marchado al lejano oeste para buscar oro, volverse rico y casarse conmigo… No tengo idea de con quién me casaré, ¿se puede amar a dos hombres a la misma vez? ¡Estoy tan confundida! Me hace recordar mucho a lo que tuvo que pasar mi hermana Jo con Anthony y con Laurie, y no puedo evitar preguntarme…: ¿Qué hubiera pasado si….? /


/*FIN*/


*Notas de una Autora Descuidada*

*¡Y finalmente llegamos al final de la historia! Espero que les haya gustado aunque sea un poquito y lo hayan disfrutado tanto como yo ^_^ Originalmente nunca supe con quién iba a dejar a Jo porque me gustaban mucho los dos pretendientes (un 50% 50%, pero finalmente me decanté por Laurie, no quería defraudarlas (ni defraudarme) como lo hizo Alcott, prefiero el estilo de Austen, con finales siempre predecibles pero que te hace sufrir un montón pensando si se quedarán o no juntos al final XD Nunca hizo cuestiones moralistas pero sí hizo que sus personajes sufrieran horrores hasta que descubrieran la verdad en sus corazones, sobre todo las protagonistas ^_^ *






Notas de una Bloggera Descuidada:
¡Hola! ¿Cómo están? Espero que bien 😉
Sigo viendo el anime 7 Seeds, el drama japonés Escuela Técnica Asuko, terminé de editar el drama japonés Kami Tunes, sigo subtitulando la miniserie japonesa Inspector Zenigata y el especial de Doctor-Y 2021, estudiando japonés, repasando inglés y dibujando mi webtoon Anshel y escribiendo mi novela ligera Fenómenos. ¡Siempre ocupada mientras trabajo!

¡Gracias por visitar el blog!
¡Cuídense y no olviden comentar!
Sayounara Bye Bye!

Yu-Chan 💖
También te podría interesar...

Comentarios

X Queridos visitantes: Únanse a las redes sociales del blog para estar en contacto si algún día es eliminado de nuevo.