Fanfic Yu Yu Hakusho: La Puerta del Diablo -Capítulo 5: Ayudando a la Maestra Genkai-

      Resumen del anime: Yusuke Urameshi, un chico de catorce años es atropellado por un coche cuando intentaba salvar la vida de un niño pequeño. Al ser atropellado, no sobrevive y muere. Entonces es cuando Botan le dice que su muerte no estaba prevista así que no va a ir ni al cielo ni al infierno, por lo cual se queda en la tierra como fantasma. Botan le dice de hacer una prueba para volver a la vida, la consigue superar y entonces es cuando le encomiendan la tarea de ser detective espiritual, con lo cual tendrá que resolver varios casos utilizando poderes espirituales que le dan.




LA PUERTA DEL DIABLO

Un codicioso empresario está buscando la forma de gobernar el mundo, y qué mejor manera que abriéndole las puertas al diablo en el Templo de Genkai

Género: drama, acción, fantasía, humor
Pareja: ninguna
Calificación: para mayores de 13 años
Cantidad de palabras: variable
Duración: 30 capítulos
Estado: completo
Escritora: Yu-Chan


*Capítulo 5: Ayudando a la Maestra Genkai*


Aquella tarde, Genkai se encontraba sentada en el pasillo de su templo, descansando. Tomaba tranquilamente té verde en su taza preferida mientras sacaba cálculos mentalmente para saber cuanto le faltaba para pagar todas sus deudas. Suspiró fastidiada. Odiaba tener que pensar en cuestiones monetarias, prefería pensar en las artes marciales, pero últimamente era algo que no se había dado el lujo de hacer. Le habían cortado la luz y el cable, cosa que no la preocupaban mucho, salvo que
no podía jugar con sus videojuegos, cantar karaoke o ver alguna película de artes marciales, pero esas cosas ya no importaban porque las había vendido. Pero todo eso valía la pena por retener su templo un tiempo más antes de que encontrara al desgraciado de Mori para ajustar cuentas con él, ya que sospechaba que era el culpable de todo lo que le estaba pasando. ¿Pero por qué estaba tan empecinado en quitarle su templo? Algo sospechoso había en todo eso.

Cerró los ojos. Pensó. Más tarde iría a revisar sus archivos para ver si encontraba algo al respecto. De pronto, sintió la presencia de varias personas conocidas en el templo. Abrió los ojos y se encontró a todo el equipo Urameshi parado en frente suyo.

-¿Qué hacen ustedes aquí? –Les preguntó con una media sonrisa en su rostro.

-¡Vamos, abuela! –Exclamó Yusuke un poco fastidiado. –No se haga la tonta, ya sabemos lo que está pasando.

-¿A sí? –Volvió a sonreír despreocupadamente y tomó otro sorbo más de té. –Veo que las noticias vuelan rápido de boca en boca.

-Venimos a ayudarla. –Dijo Botán.

-Y a eliminar a ese infeliz de Mori. –Concluyó Hiei con un brillo especial en los ojos.

-Estoy plenamente de acuerdo con lo último. –Dijo la mujer jocosamente.

-¡Vamos, Genkai! ¡Hablamos en serio! –Protestó Yusuke una vez más.

-Yo también hablo en serio. -Le contestó su maestra cambiando a una expresión seria.

-Sabemos lo que ha estado haciendo para evitar el remate del templo, maestra Genkai. –Dijo Kurama con su acostumbrada calma. –Entre todos hemos decidido también trabajar para reunir el dinero necesario para pagar las deudas hasta que atrapemos al empresario Mori.

Genkai los miró con gratitud disimulada.

-Les estoy muy agradecida, pero no quería molestarlos con mis problemas.

-¡Pero maestra Genkai! –Exclamó Botán -¡Usted también es parte del equipo Urameshi! ¡Y como equipo tenemos que ayudarla!

-Está bien. –Asintió la maestra del ReikouHadouken. –Como ustedes quieran. Pero debo advertirles que por más que paguen las deudas, siempre salen otras que supuestamente no he pagado. Todo esto es una trampa bien maquinada por Mori.

-No se preocupe, abuela, nosotros nos encargaremos de todo. –Dijo Yusuke con actitud desafiadora. Genkai sólo sonrió en silencio.

Y así, Yusuke, Keiko, Botán, Kurama, Kuwabara, excepto Hiei, comenzaron a "trabajar" para ayudar a Genkai con sus deudas.

Yusuke decidió enseñar artes marciales a un grupo de niños, jóvenes y adultos, pero acostumbrado a su entrenamiento con Genkai y a sus apocalípticas peleas, Yusuke terminó hospitalizando a la mayoría de sus alumnos y varios lo amenazaron en comenzarle un juicio por daños y perjuicios, por lo tanto, Yusuke terminó repartiendo propaganda (volantes) de una tienda de pornografía a los transeúntes.

A Keiko no le fue tan mal cuando comenzó su trabajo como camarera en una confitería, hasta que un joven cliente quiso propasarse con ella y Keiko comenzó un verdadero alboroto de gritos y cachetazos y fue despedida de su trabajo porque aquel joven era el hijo del dueño de la confitería. Al final, Keiko se tubo que conformar haciendo la limpieza en la casa de su tía por unas cuantas monedas.

Botán se dedicó a adivinar la suerte a los transeúntes bajo una tienda improvisada en un callejón. Leía las líneas de las manos, tiraba las cartas del Tarot y veía el futuro en una bola de cristal. Botán hacía un excelente trabajo hasta que se enteraron de ella otros adivinadores e intentaron sacarla del negocio utilizando a mercenarios pagados que destrozaron su tienda y ahuyentaron sus clientes, por lo tanto, Botán tuvo que dedicarse a algo menos problemático: lavar platos en un restaurante.

Kurama tuvo más suerte que todos los demás, ya que como era muy bueno en la jardinería, se dedicó a vender sus plantas y flores en la plaza. Vendió bastante bien por varios días hasta que misteriosamente sus plantas comenzaron a marchitarse, luego descubrió que un demonio que le tenía rencor había sido el causante de aquello gracias a una plaga que había propagado en todo su jardín. Kurama supo entonces que le costaría bastante en recuperar sus plantas, por lo tanto comenzó a trabajar como vendedor en una tienda de ropa en dónde se hizo muy popular entre las mujeres.

El pobre Kuwabara, como no sabía hacer nada, se dedicó a muchísimas cosas para ganar dinero pero siempre terminó fracasando gracias a sus "pocas luces". Casi fundió al dueño de una pastelería porque se comió todo un pedido, lo mismo pasó en una pizzería de donde también fue despedido. En un supermercado tiró todo un estante con vinos y otro estante de frascos de conserva. Al final se dedicó a repartir periódicos casa por casa, cosa que no le dejaba muchas ganancias y luego tubo que pagar con su poco dinero ganado todos los vidrios que rompió de las casas de sus clientes. Finalmente Kuwabara tomó otro trabajo como paseador de perros, que lamentablemente lo orinaban cada dos por tres.

La hermana de Kuwabara: Shizuru, cuando se enteró de los problemas de Genkai, decidió ayudar con la causa. Fue la que más suerte tuvo del grupo en conseguir un trabajo bien remunerado gracias a su intuición. Le iba muy bien en la venta de casas hasta que su jefe la descubrió fumando en el baño de empleados y la despidió porque en ese edificio estaba prohibido fumar. Luego, Shizuru no pudo encontrar un trabajo que le permitiera fumar mientras trabajaba, ya que no podía dominar su mal habito. Pero por fin pudo trabajar como vendedora de una marca de cigarrillos.

Mientras tanto, Genkai continuaba con su atareada vida para conseguir dinero.

Nadie sabía a lo que estaba dedicado Hiei, pues nadie lo había visto desde la primera reunión en el templo. Todos supusieron que se había dedicado en encontrar a Mori o directamente a hacer nada al respecto.

Luego de un mes bastante fatigoso, todos los "trabajadores" regresaron al Templo de Genkai a comentar sus desventuras monetarias. Todo el equipo Urameshi estaba bastante deprimido por sus fracasos en sus empleos, entre todos apenas había reunido dinero como para pagar unas cuantas deudas.

-Ahora ya saben lo duro que es la vida de un trabajador. –Les dijo Genkai. –Les aconsejo que disfruten sus vidas de estudiante antes de que termine.

-¡Vamos, abuela! –Protestó su discípulo -¡No estamos de humor como para escuchar sermones!

-Yo creo que tiene razón. –Asintió Kuwabara.

-Prefiero trabajar para el Señor Koenma. –Agregó Botán.

-Y yo de detective espiritual. –Dijo Yusuke con un suspiro.

-¿Y de eso piensas vivir cuando nos casemos? –Preguntó muy molesta Keiko sin darse cuenta de lo que decía, pero apenas terminó de decirlo, se tapó la boca muy sonrojada y Puu que estaba en sus brazos comenzó a brincar de alegría..

-¡¿CUÁNDO NOS CASEMOS?! –Gritó Yusuke muy asustado, sorprendido y enojado.

-¡Vaya, vaya! ¡No me lo esperaba! –Se burló Kuwabara. -¿Me vas a invitar a tu boda, Urameshi?

-¡¡Cállate tonto!! –Gritó el aludido muy colorado y se lanzó encima de su amigo para propinarle una feroz paliza.

-¡Qué lindo! ¡Habrá casamiento! –Festejó alegremente Botán. Luego le dio un codazo amistoso a Keiko.

-¿Te lo tenías bien guardado, eh? –Dijo guiñándole un ojo pícaramente.

-¡No digas tonterías, Botán! –Exclamó la chica bastante molesta y sonrojada. -¡Nada de eso es cierto!

-No me lo esperaba tan pronto. –Comentó Shizuru lanzando tranquilamente una bocanada de humo por la boca.

-¡Ya cállense! –Pidió Keiko enojada, pero no pudo detener las burlas de sus amigas.

Genkai y Kurama los miraban muy divertidos sin pronunciar ninguna burla, ya que sabían que las bromas de Kuwabara, Botán y Shizuru era suficiente para enfurecer a aquellos dos que todavía no admitían su profético futuro.

-Lo lamentable es que no hemos podido solucionar este problema. –Comentó Kurama bastante preocupado. Genkai lo miró y todos los demás detuvieron su alboroto para permanecer en silencio, preocupados.

-Veo que todos son unos perdedores. –Se escuchó la voz de Hiei. Todos dirigieron sus miradas hacia la puerta del templo, y allí estaba Hiei orgullosamente parado al lado de la tímida Yukina.

-¡¡Yukina!! –Exclamó Kuwabara levantándose del suelo en donde Yusuke lo había tirado, su cara estaba toda llena de moretones por los golpes de su amigo. -¿Qué haces con ese enano?

Hiei le clavó una fría mirada a Kuwabara, advirtiéndole que cuidara sus palabras.

-Hola, Kazuma. –Saludó la pequeña hada. –Hiei me contó lo que le pasaba a la maestra Genkai y quise ayudar.

-¡Oh! ¡Pero que dulce y buena samaritana! –Exclamó Kuwabara maravillado yendo inmediatamente al lado de su amada.

-¡Eso es genial, Yukina! –Exclamó felizmente Botán. -¿Y cómo lo harás?

-Ya lo hizo. –Dijo Hiei mostrando un enorme fajo de dinero. –Aquí hay 1.000.000 de dólares.



Fanfic Yu Yu Hakusho: La Puerta del Diablo -Capítulo 4: En la Bancarrota-





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Notas de una Bloggera Descuidada:
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Sigo viendo el anime Danmachi y el drama japonés Kami Tunes, Diosas del Rock, sigo editando en audio latino la 6ta temporada de Doctor-X, y sigo estudiando japonés, repasando inglés y escribiendo mi novela ligera Fenómenos y mis fanfics. ¡Siempre ocupada mientras trabajo!

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Yu-Chan 💖
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