Fanfic Yu Yu Hakusho: La Puerta del Diablo -Capítulo 22: Kuwabara y el Reto Final-

   Resumen del anime: Yusuke Urameshi, un chico de catorce años es atropellado por un coche cuando intentaba salvar la vida de un niño pequeño. Al ser atropellado, no sobrevive y muere. Entonces es cuando Botan le dice que su muerte no estaba prevista así que no va a ir ni al cielo ni al infierno, por lo cual se queda en la tierra como fantasma. Botan le dice de hacer una prueba para volver a la vida, la consigue superar y entonces es cuando le encomiendan la tarea de ser detective espiritual, con lo cual tendrá que resolver varios casos utilizando poderes espirituales que le dan.




LA PUERTA DEL DIABLO

Un codicioso empresario está buscando la forma de gobernar el mundo, y qué mejor manera que abriéndole las puertas al diablo en el Templo de Genkai

Género: drama, acción, fantasía, humor
Pareja: ninguna
Calificación: para mayores de 13 años
Cantidad de palabras: variable
Duración: 30 capítulos
Estado: completo
Año de creación: 2006
Escritora: Yu-Chan


*Capítulo 22: Kuwabara y el Reto Final*


Ya habían pasado quince minutos y Io Akuma le ordenó a su nuevo zombi que sacara otra esfera de cristal. Mecánicamente, Ogri así lo hizo. Entonces, Io tomó la esfera y sonrió.

Kuwabara, Botán y Mori habían esperado inútilmente detrás de la pared, y ni siquiera la espada espiritual de Kuwabara había podido con ese odioso muro.

-Ellos ya se habrán marchado –protestó Mori, -vámonos ya.

-¡Escúchame estúpido! –Kuwabara tomó nuevamente a Mori por la solapa de su fino traje. -¡Yo no soy de esos que abandonan a sus amigos así nada más!

-Si tienes esa actitud no creo que le devuelva a esa vieja su templo –se burló el empresario.

Cuando Kuwabara alzó su puño para darle un buen golpe en el rostro para educarlo, Mori desapareció, haciendo que el pobre chico cayera al suelo por culpa de su propio impulso.

-¡¿Pero qué rayos pasó?! –Preguntó enfurecido levantándose del suelo. -¿Acaso él puede desaparecer a voluntad?

-No lo creo –dijo Botán pensativa. –Yo pienso que fue elegido por Io Akuma para que sea un zombi.

-Pues merecido que lo tiene –se sacudió el polvo de la ropa, y dirigiéndose hacia la salida del jardín, dijo: -Vámonos Botán, estamos perdiendo el tiempo aquí, hay un mundo que salvar.

Botán se rió divertida y fue tras él.

Como Kuwabara y Botán, no eran muy... digamos... despiertos, se la pasaron andando en círculos por los mismos corredores del centro del laberinto por un buen rato.

-¡No puede ser! –exclamó Botán al darse cuenta de lo que pasaba, -¡estamos caminando en círculos!

-¡¿Qué?! –se sorprendió el muchacho. –Con razón se me hacía conocido esa mancha en la pared...

Botán lo miró fastidiada.

-¿Qué te parece si vamos por allá esta vez?

Kuwabara asintió y ambos se fueron por la izquierda del corredor en vez del de la derecha, que era el que siempre tomaban. Esta vez pudieron ir más lejos y llegaron hasta una puerta, y en cuanto la atravesaron, se encontraron en una basta llanura nevada.

-¡Esto es increíble! –se sorprendió la muchacha, -¡es como si fuera otra dimensión!

-Y no hay ni paredes ni puertas. –Opinó Kuwabara.

Un viento helado sopló.

-¡¿No hay puertas?! –Exclamaron los dos al mismo tiempo. Rápidamente se volvieron y se dieron con que la puerta por dónde habían entrado ya no estaba, sólo había más nieve.

-¡¡Nooooo!!-Gritó Kuwabara tirándose de los pelos. -¡¿Y ahora cómo vamos a salir de aquí?!

-No lo sé... –Gimió Botán desesperanzada. –Pero creo que no nos queda otra que seguir caminando.

Así, ambos amigos, debieron seguir su camino por esos fríos parajes. Caminaron por bastante tiempo y no encontraron nada más que nieve y viento muy frío.

-Brrrrrrr, cada vez hace más frió... –Se quejó Botán soplándose las manos muerta de frío.

Kuwabara se sacó su saco verde del uniforme de su colegio y se lo puso a la chica.

-Pero Kuwabara... –Se sorprendió –Te morirás de frió.

-No importa. –El muchacho hinchó orgullosamente su pecho. –Soy un hombre y debo sacrificarme por una mujer en peligro... Además... –Kuwabara hizo la señal del amor con sus manos, -¡Yukina no me perdonará si no soy amable con una de sus fieles sirvientes!

-¡¿A quién le dices sirviente, tonto!? –Se molestó Botán y le dio un terrible coscorrón en la cabeza que lo dejó tirado en el suelo con los brazos extendidos y un buen chichón.

-Para que te eduques. –La chica se cruzó de brazos.

En ese momento empezó a soplar un viento muy frío, demasiado para poder soportarlo por mucho tiempo, pero eso no resultó ser lo peor comparado con las criaturas de hielo con forma humana que comenzaron a salir del suelo nevado.

-¡¿Qué rayos son esas cosas?! –se sorprendió Kuwabara poniéndose de pie inmediatamente.

Botán corrió a refugiarse detrás de él justo a tiempo, ya que esos horribles hombres de hielo comenzaron a atacarlos con filosas navajas de hielo en lugar de utilizar sus manos. Kuwabara tubo que hacer uso de su espada espiritual para cortarlos en pedazos a cada uno de ellos, pero lamentablemente, cuando al fin creía haber acabado con todos, volvían a surgir más de ellos.

-¡Esto no se acaba nunca! –Protestó el muchacho al terminar de partir en dos a cuatro de esas criaturas.

-¡Vámonos de aquí! –Sugirió su amiga.

Ambos comenzaron a correr apresuradamente por la nieve seguidos de cerca por esas criaturas.

-Debe de haber una forma de salir de este lugar. –Dijo Kuwabara.

Entonces, ambos llegaron hasta una gigantesca pared de hielo que les cortaba definitivamente la huída.

-¿Qué vamos a hacer ahora? –Preguntó Botán afligida mientras miraba nerviosamente hacia el lugar de dónde venían.

-¡No lo sé! ¡No soy adivino! –Exclamó Kuwabara poniéndose en guardia para esperar a las criaturas.

Pero antes de que estas aparecieran, una gran inscripción apareció en aquel helado muro de hielo. Kuwabara y Botán, asombrados, leyeron lo que estaba grabado.

UDTCCSS...?

Cada letra medía por lo menos el doble de la estatura de Kuwabara, semejante inscripción solo era comparable con el enigma que representaba.

-¿Pero qué rayos es esto? –El muchacho fue el primero en romper el silencio.

-Son letras. –Contestó el pequeño demonio azul en cuanto apareció al lado de Botán.

-¡Eso ya lo sé, imbécil! ¿Crees que soy un tonto? –se molestó Kuwabara, e inmediatamente tomó al pobre demonio por las alas y se las estiró frenéticamente mientras exigía una buena explicación.

-¡Es sólo un acertijo! ¡Tienen que adivinar qué letra viene después de las siguientes!

-¿Y qué pasará si lo adivinamos? –le preguntó Botán.

-Una puerta aparecerá y entonces podrán salir de este lugar.

Kuwabara soltó al demonio y preguntó:

-¿Y si no podemos?

-Tendrán que quedarse en este lugar para siempre. –Contestó acomodándose las estropeadas alas, y ya más tranquilo, desapareció.

Botán y Kuwabara se miraron consternados. ¡En qué problema tan difícil se encontraban!

-¿Qué haremos ahora? –preguntó Botán nerviosamente. –Los más inteligentes del grupo no están con nosotros. ¡Nos costará muchísimo solucionarlo!

-¿Acaso estás insinuando que no somos inteligentes? –se ofendió Kuwabara.

-Bueno, no tanto como Kurama o Genkai. –Sonrió la chica con la frente perlada por el sudor.

Aunque el orgulloso muchacho no lo quería aceptar, su amiga tenía razón en lo que decía.

-¡Noooooo! ¡Vamos a quedarnos para siempre en este lugar! –exclamó Kuwabara y cayó al suelo de rodillas tirándose los cabellos frenéticamente. Botán lo observaba muy avergonzada.

Pero antes de que se pusieran a pensar seriamente en el acertijo, llegaron al fin los hombres de hielo que los perseguían, dispuestos a acabarlos.

-¡Botán! ¡Tú trata de resolver eso mientras tanto yo acabo con esas cosas! –pidió Kuwabara mientras materializaba su espada espiritual y se lanzaba al ataque.

-¡Ah claro! ¡Tú lo más fácil! ¿No?

Molesta, la muchacha se puso a trabajar con su mente para tratar de encontrar la solución a ese odioso acertijo. Probó varias soluciones, pero no logró dar con la correcta y ya se estaba poniendo bastante nerviosa.

-¡Botaaaán! ¡Date prisaaaa! –Pidió el chico bastante desesperado, pues las criaturas no cesaban de llegar en grandes números a pesar de que él ya había destruido a docenas de ellos.

-¡Ya lo tengo! –festejó Botán golpeando con su puño cerrado la palma de su otra mano, -¡la respuesta está en las matemáticas!

-¡Dilo ya! –las bestias ya estaban encima de Kuwabara.

-¡La respuesta es...!

Y Botán desapareció, dejando a un consternado Kuwabara con la boca muy abierta.

-¡Rayos, Botán! ¡Ni siquiera dijiste algo! ¡¿A dónde rayos te metiste?! ¡No me dejes solo!

Pero la chica de pelo azul no dio muestras de su existencia, entonces Kuwabara cayó en cuenta de que ya habían pasado los quince minutos para que uno de ellos sea el elegido para convertirse en zombi, y con tan mala suerte, que le tocó justo a su amiga cuando ya había descubierto la solución al odioso acertijo.

-¡Ese Io Akuma me las pagará! –protestó muy enfadado mientras seguía peleando con los interminables hombres de hielo.

No le quedaba otra, tendría que pensar él mismo en el acertijo, pero tenía la mente demasiado dispersa como para hacer eso, entonces, mientras luchaba, trató de recordar los consejos de Genkai para resolver acertijos cuando entraron al laberinto.

No aísles ni limites tu mente, tonto;

Piensa en el enunciado del acertijo y sus restricciones;

Si no encuentras una salida busca otro enfoque, otro camino, no tienes que entrar en un círculo vicioso;

No te desesperes si no encuentras la solución, toma aire fresco, ventila tu mente (si es que la tienes) ¡y vuelve a intentarlo! ¿No vayas a perder, no?.

Kuwabara frunció el entrecejo y trató de concentrarse mientras peleaba. ¿Cómo era el acertijo? UDTCCSS...? ¿Qué letra les seguía? ¿Cuál sería la solución? Botán había dicho que tenía que ver con las matemáticas...¿matemáticas? Si ella lo había resuelto, él también lo lograría. ¿Matemáticas? ¿Uno más uno? ¿Acaso sería dos? ¿dos? ¿uno, dos, tres? ¡¡Sí!! ¡¡Ya lo tenía!!

Llenándose el pecho de aire. Kuwabara gritó su respuesta:

-¡¡La solución es esta!!: ¡¡UDTCCSS son las iniciales de uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, entonces la inicial que les sigue es la O del número ocho!!

El muro comenzó a temblar y las letras del acertijo se borraron y en cuenta de ellas apareció una puerta, a la que Kuwabara rápidamente abrió para pasar al otro lado. Cuando cerró la puerta, apoyó pesadamente su espalda en ella y suspiró aliviado, y cuando asimiló lo que había hecho, no pudo aguantar su felicidad.

-¡¡Siiiiiiii!! ¡¡Adiviné correctamente!! ¡¡No soy ningún tonto!!–saltó alegremente, y luego se detuvo y metió sus manos en los bolsillos de sus pantalones, -lástima que nadie lo vio. Ni la pobre Botán siquiera. –Puso cara de desafortunado y se fue caminando hacia otro sector del laberinto.

-Me hubiera gustado que el tonto de Urameshi estuviera aquí para demostrarle que soy más inteligente que él –Pero enseguida levantó el ánimo y comenzó a reírse estruendosamente, -¡Ah! ¡Pero ya verá cuando juguemos a los acertijos! ¡Le daré una buena sorpresa! ¡¡Wa ha ha ha!!







¡Y NO LO OLVIDEN! SI ESTÁN AGRADECIDOS CON 
LOS BUENOS MOMENTOS QUE LES DA ESTE BLOG...
¡¡¡DENLO A CONOCER CON TODO EL MUNDO!!! 😄



Notas de una Bloggera Descuidada:
¡Hola, mis queridos arrinconados! ¿Cómo están? Espero que bien.
Sigo viendo el anime Astroboy (2003), el drama coreano Una Promesa a Dios. Sigo editando el drama coreano Emperatriz Ki, sigo subtitulando la temporada 7 de Doctor-X. Sigo estudiando japonés, Ele, repasando inglés y escribiendo mi novela ligera Fenómenos. ¡Siempre ocupada mientras trabajo!  😉

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Yu-Chan 💖
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