Fanfic Yu Yu Hakusho: La Puerta del Diablo -Capítulo 23: ¡Eres la Maestra de Yuske!-

    Resumen del anime: Yusuke Urameshi, un chico de catorce años es atropellado por un coche cuando intentaba salvar la vida de un niño pequeño. Al ser atropellado, no sobrevive y muere. Entonces es cuando Botan le dice que su muerte no estaba prevista así que no va a ir ni al cielo ni al infierno, por lo cual se queda en la tierra como fantasma. Botan le dice de hacer una prueba para volver a la vida, la consigue superar y entonces es cuando le encomiendan la tarea de ser detective espiritual, con lo cual tendrá que resolver varios casos utilizando poderes espirituales que le dan.




LA PUERTA DEL DIABLO

Un codicioso empresario está buscando la forma de gobernar el mundo, y qué mejor manera que abriéndole las puertas al diablo en el Templo de Genkai

Género: drama, acción, fantasía, humor
Pareja: ninguna
Calificación: para mayores de 13 años
Cantidad de palabras: variable
Duración: 30 capítulos
Estado: completo
Año de creación: 2006
Escritora: Yu-Chan


*Capítulo 23: ¡Eres la Maestra de Yuske!*


Yusuke, Genkai y Toguro seguían dando vueltas por el extraño e intrincado laberinto, resolviendo acertijos y peleando con monstruos. Yusuke, que no podía con su genio, decía de vez en cuando alguna tontería, Toguro respondía a veces al muchacho con su típica seriedad, pero era Genkai quien no le dirigía la palabra a Yusuke, directamente casi lo estaba ignorando.

"Esto ya me está cansando –pensó Toguro, -¿qué diablos les habrá pasado a estos dos?"

Cuando doblaron una esquina del laberinto, se dieron con un callejón sin salida, lo que sorprendió a los tres.

-Qué raro –dijo Yusuke, -no nos habíamos encontrado con algo así antes.

-Siempre hay una primera vez –comentó Toguro.

-Eso es cierto –asintió el muchacho sonriente.

Curioso, Yusuke colocó su mano en la pared que bloqueaba el pasillo.

-Qué raro, está caliente.

Genkai y Toguro abrieron los ojos desmesuradamente con el descubrimiento de su razonamiento.

-¡Apártate de esa pared! –exclamó Toguro.

Pero fue demasiado tarde, varios brazos grises salieron de la pared y atraparon al desprevenido muchacho empujándolo hacia el interior del muro, en dónde desapareció.

-¡Yuske! –exclamó Genkai preocupada dirigiéndose rápidamente hacia la pared y extendiendo su brazo derecho para apuntar con su índice y realizar el ReiGun.

Pero por más poderoso que fuera su ReiGun, no le hizo ningún daño al muro, ni siquiera un pequeño rasguño. Genkai bajó el brazo desesperanzada.

-Él va a estar bien –dijo Toguro tranquilamente con las manos metidas en sus bolsillos.

-Lo sé –replicó la maestra del ReikouHadouken sin demostrar la preocupación que sentía por su aprendiz. –Sigamos adelante.

En silencio, volvieron a retomar su camino. Pasaron unos minutos cuando Toguro decidió enterarse de lo que quería saber.

-¿Por qué estás tan enfadada con Urameshi?

-¿Por qué dices eso? –Ella no demostró sorpresa.

-No me engañas, se nota que algo malo pasó entre ustedes.

-Eso no tiene por qué importarte.

-Me importa Yuske Urameshi, él no está bien, creo que está triste –miró a su antigua compañera. –Y creo que a ti no te interesa.

Genkai guardó silencio.

-Eso no me lo esperaba de ti, Genkai, me has decepcionado.

-¿Tú me hablas de decepción? –ella sonrió irónicamente. –Abandonaste a tus amigos, me abandonaste a mí y abandonaste todo por un capricho tuyo, eres la persona menos indicada para sentirse decepcionada.

Toguro sonrió.

-Me atrapaste, Genkai, eres inteligente, -dejó de sonreír. –Pero creo que ahora tu orgullo te impide pensar correctamente.

Genkai nada dijo, pero sabía que él tenía razón.

En ese momento entraron a un gran salón, un salón común y corriente, que no tenía nada, estaba completamente vacío, sólo una gran cantidad de diversas armas de filo colgaban de las paredes. Pero ambos sintieron que había algo extraño en el ambiente. El aire estaba viciado. Entonces, para el sobresalto de los dos, la puerta se cerró herméticamente detrás de ellos.

-Esto no me gusta –comentó preocupado Toguro mirando hacia todos lados para luego mirar hacia la anciana, -y tampoco me gusta tu feo aspecto.

Genkai lo fulminó con la mirada.

-Cállate, por lo menos no soy tan cobarde como para huir del paso natural del tiempo.

-Pero si eres tan cobarde como para abandonar a tu alumno.

Ya sacada de las casillas, Genkai se lanzó en contra de su ex compañero con la intención de propinarle una poderosa patada, a la que el desprevenido Toguro la recibió en pleno rostro lanzándolo pesadamente al suelo. Enfurecido, el hombre se levantó del suelo y se sacó los estropeados anteojos negros.

-Esta me la vas a pagar.

Al terminar de decir esto, le lanzó un gran puñetazo a la que la mujer pudo esquivar, pero Toguro ya estaba esperando esta reacción y volvió a atacar con una seguidilla de puñetazos sucesivos. Genkai pudo bloquear casi todos los golpes, menos el último, que la alcanzó en el estómago, tal impacto la lanzó contra la pared.

-Ahora vas a ver el poder que he conseguido entrenando en el peor de los infiernos. –Toguro trató de aumentar su poder al máximo, pero nada sucedió, lo que lo dejó bastante perplejo.

-¡Ha ha ha! ¿Ése es tu gran poder espiritual? ¡Eres patético! –se burló Genkai levantándose del suelo, -yo te demostraré lo que es el poder.

Genkai apuntó a Toguro con su dedo índice.

-¡¡REIGUN!!

Pero también ningún poder espiritual pudo ser emitido por ella, y esta vez Toguro fue quien se burló.

-Veo que tú tampoco puedes usar tu patético poder espiritual, en ese caso... –el hombre tomó una de las enormes espadas medievales europeas que estaban colgadas en la pared –usaremos esto.

-Como tú quieras. –Genkai sonrió y tomo un par de espadas chinas. –Comencemos.

-Vamos a resolver nuestras diferencias ahora. –Sonrió el hombre.

-Me muero por hacerlo. –Replicó la anciana.

Entonces, Genkai y Toguro comenzaron a pelear con las espadas con una destreza increíble, propia de sus habilidades. Ambos tenían la frenética idea de matarse metida en la cabeza, no podían razonar claramente en lo que hacían, por lo tanto no intentaban detenerse, sólo querían matarse el uno al otro.

Lo que ellos no sabían, era que esa habitación estaba impregnada de un gas invisible que provocaba inmediatamente una reacción violenta para quien lo aspirara. Anulaba todo poder espiritual y todo pensamiento racional e incitaba a tomar las armas de la pared y a matar con ellas a su 'contrincante' como sea, aquella espadas podían eliminar hasta un poderoso espíritu. La violencia aumentaba si había algún resentimiento entre las personas que entraban allí, y la única manera de salir de ese transe, era morir o matar al otro.

La violenta pelea entre Genkai y Toguro iba haciéndose cada vez más terrible, ambos se lastimaban mutuamente y la sangre regaba todo el lugar.

-Detesto verte así de vieja, ¡¡debes morir!! –La espada de Toguro atravesó el hombro de Genkai logrando arrancarle un gemido de dolor. –Y no mereces ser maestra de Urameshi, ¡¡tú lo abandonaste!!

-¡¡No!! –Genkai clavó una de sus espadas en el muslo de Toguro, haciéndolo arrodillarse de dolor, -¡yo no lo abandoné! ¡¡él me odia!!

Ambos sacaron sus espadas del cuerpo del otro y saltaron hacia atrás para guardar un poco de distancia y reunir fuerzas para seguir peleando. Estaban muy lastimados y respiraban dificultosamente.

-Entonces no mereces ser su maestra.

-No. –Genkai trató de que la tristeza no gobernara su corazón. ¿Cómo podía haberse encariñado tanto con Yuske?

-¿Te duele, verdad? –Sonrió Toguro. –No te preocupes, yo acabaré con tu dolor. –Y diciendo esto, se lanzó otra vez al ataque.

Toguro y Genkai volvieron a enzarzarse en una feroz batalla, los golpes de espadas iban y venían, pero todas eran interceptadas y ninguna lograba dar en el blanco. Entonces, ambos hicieron un rápido movimiento especial y Toguro logró atravesar uno de los costados de Genkai, pero ella le había hundido la espada china en su abdomen, atravesándolo también, pero este último, fue un golpe mortal. Toguro cayó al suelo de rodillas al igual que Genkai.

-Ganaste. –Dijo Toguro. –Ahora puedes ir a buscar a Urameshi y arreglar las cosas con él.

-To-Toguro. –Tartamudeó Genkai al darse cuenta de lo que habían hecho. La influencia del gas había terminado.

-Muéstrame a la antigua Genkai. –Pidió.

La mujer obedeció y a duras penas pudo utilizar su recuperado poder espiritual para rejuvenecer, convirtiéndose entonces en una hermosa jovencita. Toguro sonrió y pasó suavemente su mano por la mejilla de Genkai.

-Yuske Urameshi es un buen muchacho, algo bruto pero bueno al fin. No desprecies su amistad, ya que el dolor que puedas provocarle podría conducirlo a un mal camino. ¡Tú eres su maestra! Y como tal no te dejes llevar por las manías del muchacho. –Hizo una pausa –Ahora vete de aquí, encuentra a Urameshi y acaben con ese maldito demonio.

Genkai asintió y volvió a su aspecto anterior. Entonces, cada uno sacó lentamente la espada del cuerpo del otro. Genkai ayudó a Toguro a sentarse apoyando su espalda en la pared.

-Sé cómo derrotar a ese demonio... –Pudo decir su amigo.

-¡¿Qué...?!

Toguro miró a su amiga a los ojos y siguió:

-Mientras estuve en ese infierno me esteré de muchas cosas, acércate y te lo diré.

Genkai así lo hizo y Toguro le murmuró al oído lo que sabía. Cuando terminó, ambos se miraron.

-Esta es la mejor y la más rápida manera de derrotarlo sin que ustedes arriesguen su vida. Io Akuma es todavía muy poderoso para todos ustedes juntos. Pelear con él sería un suicidio.

-No me gusta mucho ganarle así.

-Te entiendo... –Sonrió Toguro.

-Voy a curarte. –Dijo ella colocando sus manos en el abdomen del hombre.

-No. –Toguro la detuvo. –Debes guardar tus fuerzas para recuperarte y luchar en contra de Io Akuma. Yo estaré bien, vete de aquí.

-Gracias por haberme salvado de morir, me sorprendió mucho el que hayas aparecido así de repente.

-No fue nada, tu discípulo me demostró lo que es la amistad. Ahora hazme caso y vete de una vez.

Obediente, Genkai se puso de pie decididamente.

-No te preocupes, nos volveremos a ver. –Sonrió Toguro.

-Lo sé.

Entonces Genkai se dirigió a paso decidido hacia la puerta de salida y se fue de la habitación sin mirar hacia atrás.

-Siempre admiré tu fortaleza, pero Urameshi admira tu interior sin importarle que ya está vieja... –Murmuró Toguro antes de caer mortalmente desmayado al suelo.

Y en otro lugar, la zombi Botán sacó una bola de cristal del bolillero.

-Esto sí es lo que yo llamo tener suerte. –Sonrió Io Akuma al leer el nombre en la esfera.







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Notas de una Bloggera Descuidada:
¡Hola, mis queridos arrinconados! ¿Cómo están? Espero que bien.
Sigo viendo el anime Astroboy (2003), el drama coreano Una Promesa a Dios. Sigo editando el drama coreano Emperatriz Ki, sigo subtitulando la temporada 7 de Doctor-X. Sigo estudiando japonés, Ele, repasando inglés y escribiendo mi novela ligera Fenómenos. ¡Siempre ocupada mientras trabajo!  😉

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Yu-Chan 💖
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