Resumen de la serie: Hideki Kaji es un cirujano famoso por su trabajo de cirugía laparoscópica, por lo que se ha ganado el apodo de "mago del laparoscopio". Es hábil pero codicioso, por lo que prefiere a los pacientes VIP. Debido a que eligió el dinero sobre el título y el poder, la progresión de su carrera ha sido más lenta que la de sus compañeros, sobre todo cuando la genio cirujana Michiko Daimon, también conocida como Doctora-X, destruyó su carrera. Este cirujano siempre deberá escoger entre hacer lo correcto como médico o seguir su amor por el dinero, ganándose tanto amigos como enemigos en el proceso. Hideki Kaji, también conocido como Doctor Y, cuyas únicas armas son sus habilidades laparoscópicas y su astucia... ¿Cuál camino tomará?
DOCTOR Y
LA CIRUGÍA MALDITA
. El doctor Hideki Kaji, convertido en el exitoso director de hospital Naro junto a los directores Michiko Daimon y Takashi Ebina, comenzará a ser perseguido por el fantasma de una joven paciente que murió durante una cirugía que él realizó en su pasantía 30 años atrás. Una vez que las agresiones comienzan a volverse físicas, la doctora Daimon deberá ayudarlo a calmar al fantasma vengativo de la chica antes de que todos queden atrapados en el limbo y el espíritu de Kaji ingrese al infierno junto a la de su expaciente.
Capítulo
9: ¿Estamos en el Infierno? ¡Encerrados en un Limbo Eterno!
Inicio de flashback
Incrédulo, el doctor pasante, Hideki Kaji, vio cómo a
su querida Suzume Asamiya se le escapaba la vida del cuerpo, abandonándolo para
siempre.
Fin de flashback
Kaji había
regresado a su despacho para recoger sus cosas e irse a casa. Aquella había
sido una noche muy larga y extraña.
—Hoy sólo pude
hace una sola cirugía... Odio todo este papeleo, le diré a Ebina que se
encargue de todo esto a partir de mañana, por lo menos tiene más aptitud para
la administración que yo…
—Bueno, por lo
menos coincidimos en eso —lo sorprendió Michiko, entrando al despacho.
—¡Demonio!
¡Casi me mata del susto! —Se volvió hacia ella, llevándose la mano al pecho y
fulminándola con la mirada—. ¿Qué hace aquí tan tarde? ¡Es cosa de no creer!
—Quería un
momento a solas con usted para hablar sobre esto —soltó la gruesa y vieja
carpeta sobre el escritorio. Él la alzó y se sorprendió al leer el rótulo.
—¡El informe
médico de Suzume Asamiya! ¿Por qué tiene esto, demonio? Le dije que no se
metiera en mis asuntos —la miró acusadoramente mientras soltaba de golpe la
carpeta sobre el escritorio.
—Eres un
idiota.
—¿Qué?
—Que eres un
completo idiota —Puso los brazos en jarra—. Y también eres un cobarde. Dime:
¿no volviste a leer el informe médico o tu tesis después que ella murió?
Kaji bajó la
cabeza, avergonzado.
—No, nunca
tuve el valor… Hice otra tesis. Traté de borrar completamente de mi mente esa
horrible experiencia.
—No hay duda
de que eres un idiota.
—¡Oiga! ¡Con
que lo diga una vez es suficiente! —Se quejó.
Michiko torció
el gesto.
—No puedo
creer que siendo tan joven hayas creado esa increíble técnica de resección laparoscópica.
—¿Cómo dijo?
—abrió los ojos como platos, no podía dar crédito a lo que estaba escuchando.
¿Daimon lo estaba alabando por una técnica fallida? Cerró los puños con fuerza,
furioso.
—¿Acaso se
está burlando de mi? ¡Una jovencita murió por culpa de esta maldita técnica!
—¡Tonto!
—Explotó con aquella fuerza de carácter que siempre apabullaba al de él—-. ¿Es
que no te diste cuenta? ¡Tu técnica era la indicada para ese caso! ¡Era
perfecta! ¡Pero confiaste en el médico equivocado para que la hiciera! ¡No
puedes ser tan idiota como para no haberte dado cuenta de ello ya!
—¿Qué? —se
quedó impávido, por lo que Michiko tomó el informe y se la colocó en las manos
trémulas de su compañero.
—Léelo y te
darás cuenta —Le dijo con más suavidad pero con firmeza—. Léela y lo
comprenderás—. No fuiste tú el que falló, fue ese inútil que tuviste de mentor.
Él la miró muy
confundido. Si ella decía que aquella técnica era sorprendente y que era la
correcta, y que quien se había equivocado era el doctor Togashi, entonces era
así sin lugar a dudas.
Con el corazón
en la boca, abrió el informe y comenzó a leerlo.
XOX
—¡Qué bueno
que todo terminó bien! —Hara se estiró como si fuera un gato, vestido ya con su
ropa casual, listo para irse a casa.
—¿Entonces el
problema del director Kaji era del tipo sobrenatural? ¡Qué miedo! —exclamó
Hikaru Morimoto, estremeciéndose.
A diferencia
de su compañero, aún estaba vestido con su bata de doctor, pues debía hacer
guardia aquella noche.
En ese
momento, Takashi Ebina entró al departamento de cirugía, siempre con sus pasos
largos y movimientos torpes.
—Veo que son
los únicos que quedan, la mayoría se fue a casa ya.
—¿Usted
todavía se quedará un rato más, director Ebina? —quiso saber Morimoto.
—Si, decidí
hacerle un poco de compañía al director Kaji —Sonrió nerviosamente mientras se
rascaba la nuca—. Ha estado pasando por momentos muy difíciles él solo y quiero
asegurarme de que esté bien ahora.
—Qué buen
amigo eres… —A Hara se le llenaron los ojos de lágrimas, emocionado—. ¿El
chamán ya se fue?
—Creo que si,
aunque dijo que…
De repente,
las luces se apagaron repentinamente por un par se segundos y, al volver, los tres doctores se quedaron como piedra al
verse rodeados de una niebla misteriosa por todo el lugar, dándole un aspecto,
lúgubre, viejo y abandonado.
—¿Pe-pero qué
pasó? —Morimoto no podía creer lo que estaba viendo.
—¡La maldición
de Kaji aún no terminó! —exclamó Hara, aterrorizado, llevándose las manos a la
cabeza.
—¡Me-mejor
vámonos de aquí ya! —gritó Ebina, disponiéndose a salir de allí.
—¿Y qué hay de
Kaji? ¿No que ibas con él? —preguntó Hara, tomándolo por el brazo.
—Se-seguro que
ya se fue, a-así que nosotros también deberíamos irnos —fue su lógica
apresurada.
—Es verdad…
Mejor vámonos nosotros también antes de que esto empeore.
—Pero si está
ocurriendo esto aquí es porque el director Kaji aún está… —Comenzó a decir
Hikaru, preocupado.
—¡Cállese,
doctor Morimoto! —lo interrumpió Ebina, histérico—. ¡Si digo que ya se fue, es
que ya se fue! ¡Así que vámonos nosotros también!
—Si, si
—asintió, confundido con el concepto de “amistad” de parte de sus compañeros.
XOX
Michiko miró a
su alrededor, sorprendida de cómo había cambiado todo: aquella extraña niebla
le daba un aspecto muy terrorífico al despacho de la dirección, como si hubiera
estado abandonado por décadas. Dirigió su atención hacia Kaji, quien también
estaba haciendo lo mismo que ella, completamente confundido pero visiblemente
preocupado.
—El ritual no
funcionó —dijo, estremeciéndose—. Siento la presencia de Suzume en todo el
lugar…
Dejó la vieja
carpeta sobre el polvoriento escritorio mientras Michiko se acercaba a él,
muerta de miedo.
—¿Y esto es lo
que sufrías en silencio?
—Esto no… Esto
es nuevo para mí —Retrocedió, mirando hacia todos lados,
comenzando a asustarse también.
—Si-siento
como si algo terrorífico estaría por aparecer en cualquier momento… ¡Qué miedo!
—se abrazó a sí misma, temblando.
—Eso sí lo he
sentido durante todo este tiempo… —La imitó.
Ambos
retrocedieron hasta que sus espaldas se tocaron. En una situación terrorífica como esa, era
reconfortante no estar solo, fuera la persona que fuera la otra.
—¿Y nunca
dijiste nada? Eres un tonto.
—¿Y usted me
iba a creer si se lo contaba? Tonta…
Michiko no
rebatió eso, era justamente lo que iba a pensar si se lo mencionaba antes.
—¿Y ahora qué
haremos?
—Quizás
deberíamos salir del edificio.
Michiko
asintió y, dando pasos sigilosos, ambos se dirigieron hacia la puerta con el
corazón en la boca. Pero nada los había preparado para darse el peor susto de
sus vidas…
—¡Michiko!
¡Gracias a dios que estás aquí! —gritó Hiromi apareciendo de repente por la
puerta.
—¡¡¡Aaaah!!!
—gritaron los dos, abrazándose entre ellos, muertos de miedo.
—Oigan —la
anestesista puso los brazos en jarra, mirándolos sospechosamente—. Ustedes dos
se están abrazando muy seguido, ¿hay algo esté pasado entre ustedes que yo no
sepa?
—¡Claro que
no! ¿Cómo se te ocurre semejante tontería en este momento? —la cirujana la miró
furiosa y se volvió a Kaji, soltándolo—. ¡Di algo, tonto!
Por toda
respuesta, el cirujano cayó de espaldas al suelo, desmayado por la impresión.
—¡Oh, dios!
¡Qué buen golpe se dio! —Hiromi corrió hacia él para ayudar a su amiga a
despertarlo.
—¡Menudo
valiente tenemos aquí! —se quejó Michiko, dándole palmaditas a la cara. Poco a
poco Kaji comenzó a recobrar el sentido.
—¿Qué pasó…?
—dijo, bastante confundido.
—Hiromi nos
asustó. Pone te pie y salgamos de aquí.
—¡Bueno! Perdóname
por venir por ti, amiga! —se ofendió la aludida, ayudando ella también para que
Kaji se pusiera de pie.
—¡Ouch! ¡Mi
espalda me está matando! —Se quejó, llevándose la mano a la zona baja de la
espalda.
—Lo siento…
—La anestesista se llevó la mano a la boca, poniendo cara de inocente.
—No importa…,
puedo soportarlo, mejor salgamos de aquí de una vez.
Las dos
mujeres asintieron y los tres salieron del despacho y pasaron de largo la
oficina de Akira, por lo que se preguntaron en silencio en dónde estaría él
ahora. Mientras caminaban por el pasillo muertos de miedo, Kaji iba al frente
mientras Hiromi se aferraba fuertemente del brazo de Michiko, ninguno se
percató que el fantasma de Suzume los estaba observando desde la puerta de la
secretaría.
XOX
—¿Akira-san? —La
enfermera Yuko se quedó mirando la silla vacía del comedor que tenía al frente.
De un momento a otro, él había desaparecido frente a sus ojos.
Confundida,
miró a su alrededor, buscándolo entre los pacientes y el servicio médico que
pululaba por el comedor, sin lograr encontrarlo por ningún lado.
—¿Enfermera
Yuko? —Preguntó un asombrado Akira Kambara, con la silla vacía frente a él.
Ella había desaparecido de repente mientras conversaban.
Todo el lugar
había perdido su color, desapareciendo todo rastro de vida, habiéndose convertido
un lugar sobrio, viejo y tenebroso.
—¿Qué está pasando
aquí?
Comentarios
Publicar un comentario
En este blog encontrarás dramas asiáticos y anime en latino o castellano para ver online o descargar a través de Drive, Mega, Telegram y Mediafire.
Si este blog te da buenos momentos, te pido que traigas más visitantes o permitas que se vean los anuncios para apoyarlo.
Y no dudes en agradecer o preguntar por aquí si tienes alguna duda... ¡No sabes lo mucho que animan los comentarios! Y también te pido que tengas paciencia hasta que pueda contestarte o cumplir tu pedido porque tengo una vida muy ocupada.
¡Disfruten viendo lo que más les gusta en cualquier momento y en cualquier lugar!