Resumen de la historia: El misterioso director de un sitio web de eventos paranormales reúne a un pequeño grupo de personas con diferentes habilidades sobrenaturales para combatir el mal que comenzó a extenderse por todo el mundo con el fin de iniciar el Juicio Final. Se sucederán casos muy peligrosos y el equipo deberá aprender a trabajar como uno solo o correrán el riesgo de morir en su misión.
FENÓMENOS
FILE 1: LA LEYENDA DEL FAMILIAR
Personajes: Jin So-Yi (estudiante, 16), Jin Ha-Joon (profesor-científico, 30), Jia Qiang Zheng (detective de policía, 28), Yuu Kumiko (periodista, 26), Ryo Ibaraki (estudiante, 16), Adrian Virgin (director del sitio web Fenómenos, aparenta tener 35), Michelle Jones (arqueóloga, aparenta tener 32 años); Stephen Audry (Mayor a cargo de la sección militar ISE, 38)
Capítulo 2: Sonríe a Pesar de Todo.
¡Comienza la aventura!
Srita. Yuu Kumiko:
Tengo entendido que usted se encuentra
buscando un empleo, y conociendo su gran capacidad de investigación sobre
sucesos "sobrenaturales", deseo que se presente en mi editorial para
ofrecerle un puesto que estoy seguro no podrá rechazar.
Si está interesada, puede visitarme
entre las 9 a. m. y 9 p. m. en la dirección que le adjunto más abajo.
Atte.: Adrian Virgin
—Sigo sin comprender cómo puede alguien mandar notas como
si fuera el siglo 19 o 20... ¿Qué le costaba mandarme un mensaje por el móvil?
Además, ¿cómo supo mi dirección?
Kimiko torció el gesto y enarcó una ceja tras leer por
enésima vez aquella misteriosa nota, luego, miró por encima del papel y sus
ojos se fijaron en el viejo edificio de cuatro pisos que se alzaba ante ella,
cuya dirección era el que mencionaba aquella nota.
Aquella zona era uno de los lugares más antiguos de la
ciudad de San Naro, era un barrio de clase trabajadora, con casas viejas y
negocios igualmente viejos, no era un barrio necesariamente peligroso, pero
había que andar igualmente con cuidado.
Sacó el teléfono móvil de su chaqueta para ver la hora:
eran las 11:10 de la mañana. Después entró a la recepción del edificio y se
fijó en los carteles de las empresas que tenían sus oficinas allí, buscando el
piso en el que se ubicaba la editorial.
—¿Está en el subsuelo? —Aquello llamó poderosamente su
atención y, sonriendo de oreja a oreja y con los ojos color miel brillantes por
la emoción, golpeó las palmas de sus manos—. ¡Esto lo cambia todo! ¡Una oficina
en el subsuelo! ¡Comienza la aventura!
Entró sin dudar. No le costó encontrar la escalera que
llevaba al subsuelo porque estaba ubicada justo al frente de la puerta de
entrada. Bajó por ella y se dio con un largo pasillo poco iluminado. Cualquier
persona en sus cabales lo hubiera pensado mejor antes de seguir adelante, pero
ella era, para bien o mal, muy imprudente y no medía las consecuencias de las decisiones
que tomaba, siguiendo más su intuición que su juicio, así que, llena de entusiasmo,
comenzó a buscar la oficina hasta que dio con ella.
En el vidrio opaco de la puerta, rezaba así:
"REVISTA WEB FENÓMENOS"
Kumiko se llevó la mano al pecho y suspiró emocionada,
agarrando el pomo de la puerta.
—Aquí vamos —murmuró, abriendo dicha puerta para... encontrarse
con una sala de espera común y corriente.
—Bueno, tampoco iba a encontrarme con unicornios... —murmuró
decepcionada, pero sin evitar buscar dichos animales fantásticos con los ojos.
Confirmando que no iba a encontrar nada interesante,
entró hasta pararse en la siguiente puerta, que decía así: "DIRECTOR SITIO WEB FENÓMENOS: ADRIAN VIRGIN".
—Es un pequeño paso para esta mujer, pero un gran salto
para la aventura —murmuró, abriendo la puerta.
A diferencia de la habitación anterior, que estaba
decentemente iluminada, ésta estaba casi a oscuras, solamente iluminado por la
tenue luz de una vieja lámpara de escritorio.
—Noto que nunca aprendió a tocar antes de entrar, ¿no es
así? —sonó las burlona pero muy segura voz de un hombre.
Kumiko parpadeó y enfocó su vista hasta que por fin pudo
notar al elegante hombre que estaba sentado atrás del escritorio, quien la observaba
con unos penetrantes e inteligentes ojos celestes. Tenía la barbilla apoyada sobre
sus dedos entrelazados.
"Encantador. Parece una Homme Fatale" —pensó.
—¡Ejém! Lo siento. La madre superiora nunca pudo
inculcarme esa norma, ¡se me olvida tan pronto! —se restregó la parte de atrás
de su cabeza, avergonzada.
Yuu Kumiko era una joven de baja estatura, esbelta y de
cabello rubio bastante corto por detrás y con largo flequillo. A pesar de verse
físicamente frágil, su personalidad era indudablemente arrolladora.
El director sonrió aún más y se levantó, dirigiéndose
hacia la ya nerviosa periodista y deteniéndose frente a ella, haciéndose muy
notoria la diferencia de estatura que tenían: él era un hombre occidental con
un buen físico que fácilmente llegaba al metro noventa, vestido elegantemente. Su
tono de cabello ondulado era de un castaño muy claro y de tez bronceada. Su
sonrisa era perfecta y demostraba toda la seguridad e inteligencia de su
persona.
—No me importa su educación, más bien, me importa su
dedicación a los grandes misterios del mundo —replicó, con una semi sonrisa—.
Tengo entendido que la dejaron sin trabajo y quiero ofrecerte un puesto como
periodista investigadora de fenómenos paranormales en mi revista web.
Emocionada, Kumiko juntó las manos como agradecimiento y
sus ojos se agrandaron, llenándose de lágrimas, como si fuera un cachorrito.
—¿De veras? ¿En serio? ¡Acepto encantada! ¡No se arrepentirá!
Por fin iba a dedicarse a lo que realmente le interesaba,
estaba cansada de cubrir noticias de gatos subidos a los postes de luz. Ella
había nacido para investigar fenómenos sobrenaturales.
El director se limitó a sonreír y volvió a su asiento.
—Espero que no se arrepienta... Los casos a los que la
mandaré no son, por cierto, dudosos, serán más bien, peligrosos.
—¿Peligrosos? Eso no hace más que reafirmar mi decisión —arqueó
las cejas sin perder la alegría que la caracterizaba, demostrando que tomaba en
serio la propuesta a pesar de su ingenuidad.
Adrian sonrió. Se preguntaba cuánto demoraría Kumiko en
salir huyendo... o morir.
—Bien, en ese caso, la contrato. Pero no estará sola, mi
idea es juntar a un grupo de investigadores de fenómenos paranormales con
diferentes habilidades especiales —la miró fijo—, si sabe a lo que me
refiero...
Kumiko se quedó
estupefacta, no se esperaba ese comentario. ¿Cómo diablos lo sabía?
—Usted no es la única con habilidades sobrenaturales,
señorita Yuu —declaró sorprendentemente.
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