Novela Ligera Fenómenos -File 1: La Leyenda del Familiar- Capítulo 10

           Resumen de la historia: El misterioso director de un sitio web de eventos paranormales reúne a un pequeño grupo de personas con diferentes habilidades sobrenaturales para combatir el mal que comenzó a extenderse por todo el mundo con el fin de iniciar el Juicio Final. Se sucederán casos muy peligrosos y el equipo deberá aprender a trabajar como uno solo o correrán el riesgo de morir en su misión.

Nombre: Sakchai Sunan
Edad: 31
Poderes: ninguno
Profesión: empresario. Primo de Zheng y dueño del ingenio. Está casado con Sara Mai.
Poderes: no tiene.
(La imagen tiene derechos de autor, sólo la utilizo con fines ilustrativos) 

FENÓMENOS

FILE 1: LA LEYENDA DEL FAMILIAR

La leyenda del Familiar cuenta la historia de un contrato hecho entre el dueño de un Ingenio y el Demonio, quien éste último debe recibir en ofrenda la vida de una persona cada año para segurar la fortuna de quien hizo el trato. 
Los integrantes de Fenómenos se conocerán en esta historia, pero les será muy difícil trabajar en equipo gracias a sus diferentes personalidades, sus pasados y sus misteriosos poderes. 

Género: drama, amistad, acción, suspenso, humor, horror, romance
Pareja: se dará con el pasar de los episodios...
Personajes: Jin So-Yi  (estudiante, 16), Jin Ha-Joon (profesor-científico, 30), Jia Qiang Zheng (detective de policía, 28), Yuu Kumiko (periodista, 26), Ryo Ibaraki (estudiante, 16), Lucille Bates (16), Adrian Virgin (director del sitio web Fenómenos, aparenta tener 35), Michelle Jones (arqueóloga, aparenta tener 32 años); Stephen Audry (Mayor a cargo de la sección militar ISE, 38)
Calificación: para mayores de 16 años
Publicación: 1 capítulo cada viernes (si se puede)
Cantidad de palabras: variable
Duración: indeterminado
Estado: en progreso
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por situaciones difíciles en donde deberán aprender de sus errores. ¡Nadie es perfecto!
Aclaraciones: Esta historia la tengo hace años en la cabeza, pero como no tengo tiempo para dibujarla, la escribiré.

Capítulo 11: Kumiko y Adrian Intervienen. ¡El Verdadero Culpable se Revela!

—¿Escucharon? —Lucille se detuvo de golpe, muerta de miedo, provocando que Ryo se chocara con ella desde atrás.

—¡Oye! ¿Qué te pasa? ¿Por qué te detienes así? —Se molestó el jovencito, sobándose la nariz.

—¿Es que no lo escuchas? ¡Alguien está gritando! —Se volvió hacia él, espantada.

—Por esa razón les dije que se quedaran en el coche —Les advirtió Adrian Virgin, muy serio—. Esto va a ser muy peligroso.

—¡Nunca! ¿Y perdernos de ver cómo usa eso? ¡Ni loco! —Exclamó Ryo, apuntando con el dedo hacia el director de la web Fenómenos.

En efecto, Adrian Virgin llevaba una enorme arma sobre su hombro muy parecida a una bazuca, de color doradp y totalmente reformada. Él la llevaba apoyada sobre el hombro usando sólo una mano para sostenerla mientras seguía manteniendo la apariencia de un impávido caballero inglés. Su fuerza debiera ser impresionante para llevar un arma tan grande y pesada.

—Además, alguien tiene que filmarlo todo… —Agregó el chico, apuntándolo con su móvil de última generación—. Y como ahora soy su camarógrafo…

—Yo no dije tal cosa —Adrian frunció una ceja, divertido.

—Y yo no me iba a quedar sola en medio de la ruta… —Lucille se estremeció, tomándose del brazo de So-Yi.

—Debemos apresurarnos, no quiero que muera nadie más —declaró So-Yi, tratando de permanecer serena a pesar de que se moría de miedo.

—Bien, vamos —asintió Adrian, y así, siguieron rápidamente la ruta que les marcaba So-Yi al frente.

XOX

El Familiar apretó aún más el agarre de su cola ofidia, haciendo gritar a su víctima que estaba sufriendo un dolor inimaginable. Sara comenzó a volver en si mientras Ha-Joon seguía desvanecido.

—¡Oh! ¡Dios mio! —Exclamó la joven al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo. Trató de ponerse en pie, pero cayó de rodillas inmediatamente, gimiendo de dolor. El golpe que había recibido de El Familiar le había lastimado el hombro y el dolor era insoportable.

—¡Zheng! —se escuchó gritar desde el cañaveral, apareciendo Kumiko de repente, con la mirada fija en su compañero atrapado.

Se frenó a unos cuantos metros de distancia, con los puños cerrados a cada lado de su cuerpo. Su mirada denotaba fuerza, determinación y valentía.

—¡No te preocupes! ¡Yo te ayudaré! —Extendió las palmas de las manos hacia adelante y gritó.

Poco a poco, para la sorpresa de la bestia, la presión de una fuerza invisible sobre su cola fue obligándolo a ceder lo suficiente como para que su presa lograra liberarse, cosa que no hizo.

Furioso, Zheng asesinó a su captor con la mirada y declaró, sonriendo:

—Cometiste un grave error al meterte conmigo, maldito bicho de mierda… ¡¡¡AAAAAAAH!!!

Comenzó a fortalecer sus músculos a una potencia impresionante, acrecentando la masa muscular de sus brazos grotescamente. Tomó la dura y rugosa piel de la versión ofidia de El Familiar y, haciendo uso de una fuerza extraordinaria, le arrancó parte de la cola, cayendo con ella al suelo, de pie, mientras la bestia aullaba de dolor.

—Eso te pasa por haberte metido conmigo, monstruo de pacotilla —Tiró el pedazo hacia un costado, volviendo a su forma original.

—¿Estás bien, Zheng? —le preguntó la afligida periodista, deteniéndose a su lado.

—Por supuesto que sí, tonta —Prendió un cigarrillo, llevándolo a la boca mientras apagaba el cerillo y lo metía en el bolsillo del pantalón, a sabiendas que aquel lugar era demasiado propenso a los incendios.

La miró sonriéndole despectivamente, tirándole el humo a la cara.

—¿Por qué me ayudaste? No te pedí que lo hicieras, podría habérmelas arreglado solo, ¿sabes?

—¡Dios! ¡Qué idiota eres! —Manoteó el aire, frustrada, tratando de disolver aquel humo tan molesto como quien lo lanzó.

—¡Cuidado! —Gritó Sara al tiempo que El Familiar dirigía su renacida cola contra aquellos dos. Kumiko se había quedado congelada de la impresión, por lo que Zheng se lanzó sobre ella para abrazarla casi al tiempo que el ataque los alcanzó, recibiendo él toda la fuerza del golpe por la espalda.

Los dos cayeron rodando por el suelo, aún abrazados. Kumiko estaba aturdida, pero logró ordenar sus ideas rápidamente sólo para darse con que el policía había perdido el sentido, aún aferrado a ella.

—¡Zheng! ¡Zheng! —Trató de despertarlo mientras se liberaba de su agarre y se sentaba.

—¡Cuidado! —Volvió a advertir Sara, haciendo que la periodista volviera su atención hacia la bestia sólo para ver que su enorme boca de serpiente estaba ya sobre ella, pero fue lo suficientemente rápida como para alzar las manos y utilizar su poder para detenerla, como si pusiera a El Familiar en cámara detenida.

Furioso, el animal maldito intentó liberarse de ese poder utilizando el suyo propio, acrecentando aún más su fuerza. Volviéndose aquella una batalla de voluntades.

Poco a poco la boca llena de dientes babosos de aquella oscura y gigantesca serpiente comenzó a acercarse más sobre sus víctimas, haciendo que Kumiko se esforzara aún más, comenzando a sudar y a apretar los dientes hasta hacerlos chirrear. Nunca en su vida había tenido que utilizar sus habilidades sobrenaturales de esa forma y mucho menos en contra de un demonio. Desesperada, sintió que sus fuerzas comenzaban a menguar.

“¡No!” Pensó. “¡No puedo darme el lujo de perder o nos matará a todos!”.

—¡¡¡AAAAAAH!!! —Gritó, concentrando toda su voluntad en acrecentar sus poderes, logrando evitar así que El Familiar siguiera avanzando.

Furioso, el demonio encendió la demoníaca energía de su espíritu, formando un aura roja alrededor de su largo y cilíndrico cuerpo, ampliando aún más su poder, comenzando a vencer fácilmente a la periodista, a quien había comenzándolo a sangrarle la nariz, la boca y los oídos.

“¡Dios! ¡Es muy fuerte! ¡No creo poder resistir por más tiempo!” Pensó en agonía, lamentándolo por ella y por Zheng.

Ya estaba a punto de darse por vencida cuando escuchó la voz de un hombre que ella había conocido hacía muy poco.

—¡Oye! ¡Toma esto, demonio! —Gritó Virgin, accionando el gatillo de su enorme y extraña bazuca mientras que So-Yi corría a ver a su tío y los ostros dos estudiantes se quedaban detrás del Director, protegiéndose, asombrados por lo que estaba pasando.

—¡Guau! ¡Ese bicho existe de verdad! —Exclamó el muchacho sin dejar de filmar mientras que su compañera caía al suelo desmayada por la impresión.

El enorme proyectil que fue vomitado por el arma y fue a parar directamente sobre El Familiar, haciendo que chillara de dolor. Una especie de rayos rojos lo envolvió por completo, comenzando a achicar su tamaño poco a poco hasta quedar ocultado tras las cañas de azúcar.

—¿Se acabó? ¡Qué aburrido! —Dijo Ryo, desencantado, bajando el móvil.

Mientras tanto, una llorosa So-Yi, quien ya estaba arrodillada al lado de su desvanecido tío, trataba de despertarlo hablándole y sacudiéndolo suavemente. Poco a poco, Ha-Joon comenzó a abrir los ojos.

Entretanto, Virgin dejó caer la bazuca especial al suelo y se dirigió hacia Sara para ayudarla a ponerse de pie mientras que la recién despertada Lucille y Ryo se acercaron hasta donde se encontraban Kumiko y Zheng.

—Maldita sea… ¿Qué demonios pasó? —Se preguntó el detective de policía tratando de poner las ideas en orden mientras sacudía la cabeza con la mano sobre ella, sentándose—. ¡La espalda me duele como los mil demonios!

—Ten cuidado con lo que dices, hay chicos aquí… —Le advirtió una cansada Kumiko, sentada a su lado.

—¿Chicos? —Abrió lo ojos y miró a su alrededor, encontrándose con el radiante rostro de Ryo y el espantado de Lucille—. ¡¿Pero quiénes demonios son ustedes y qué rayos hacen aquí?! ¡Ouch!

—¡Te dije que tengas cuidado con lo que dices, idiota! —Le dio un manotazo en la cabeza haciendo reír a los adolescentes.

Mientras tanto, So-Yi ayudó a su tío a sentarse mientras este aún trataba de recuperarse del shock tras haber absorbido la esencia del espíritu del El Familiar.

—So-Yi… ¿Por qué viniste hasta aquí…? Es peligroso… —La miró con ojos de reproche, pero se quedó mudo cuando ella lo abrazó fuertemente, rompiendo a llorar.

—¡Tío, querido! ¡Menos mal que estás bien! ¡Tenía miedo de perderte!

Él no tuvo otra opción que sonreír y abrazarla también, tratando de no tocar su piel con sus manos desnudas. De pronto, sus ojos se abrieron enormemente tras recordar algo y dijo:

—¿Dónde está Sara?

—¿Eh? ¿Quién es Sara, tío? —Lo miró, confundida.

—¡Ella es quien…!

Entonces, todos escucharon un golpe y un gemido que venía del lugar en donde estaban Sara y Adrian y, mientras él caía de rodillas al suelo con las manos sobre una profunda herida en su abdomen, ella, de pie, con la mano ensangrentada y el rostro desprovisto de toda humanidad, dijo:

—Yo soy quien manda sobre El Familiar. Soy su Ama y Señora —Los miró a todos con ojos diabólicos, inyectados en sangre—. Y ninguno de ustedes saldrá vivo de este lugar.



Notas de una Bloggera Descuidada:
¡Konnichiwa, mis queridos arrinconados! ¿Ogenkidesuka?
Sigo viendo el anime One Piece, el drama japonés De 5 a 9, editando el drama coreano Papá es Extraño, escribiendo un fic de One Pice por fin y mis novelas ligeras Fenómenos y Amor en Juicio, estudiando Secretariado Administrativo, leyendo la novela de terror Carrie, algunos cuentos de inglés y uno en japonés y estudiando japonés e inglés.
Las películas que vi fueron: Scream 1, Scream 2 y Scream 3.

¡Gracias por visitar el blog!
¡Cuídense y no olviden comentar!
Sayounara Bye Bye!

Gabriella Yu
También te podría interesar...

Comentarios

X Queridos visitantes: Únanse a las redes sociales del blog para estar en contacto si algún día es eliminado de nuevo.