Fanfic Mujercitas -¿Qué Hubiera Pasado Sí...?- Capítulo 27

     Resumen del anime: Meg, amable y confiada. Jo, independiente y enérgica. Beth, tímida y callada. Amy, amable y precoz.  El padre de familia ha dejado su hogar para servir en la guerra civil estadounidense; luchando contra el ejército Confederado. En su ausencia, una batalla en la ciudad deja a su familia sin casa y él les aconseja buscar hogar en la casa de su Tía Marta, en la ciudad de Newford, Massachusetts. Allí pasan algunos días y aunque al principio, la Tía Marta no está del todo contenta con su presencia, pronto cambia de opinión y se encariña con cada una de las "mujercitas". Poco después se instalan en su nueva casa en los alrededores y conocen muchos nuevos amigos. Sus vecinos serán los Laurence, que viven en la casa de al lado y Laurie, el joven nieto del Sr. James Laurence se hará gran amigo de la familia March. Juntos, todos superan cualquier situación, logrando resolver cualquier problema para salir adelante.


¿QUÉ HUBIERA PASADO SÍ...?

Jo March, nuestra joven y temperamental protagonista, decide ir a vivir a New York para ampliar sus horizontes como escritora, tal y como su amigo Anthony Boone se lo recomendó antes de que éste partiera también hacia la misma ciudad. Pero Laurie Laurence, el vecino adinerado de la familia March, decide él también partir hacia New York para estudiar en la universidad y, algún día, poder declararle su amor a Jo antes de que Anthony lo haga también. El gran problema para ambos muchachos, es que la aficionada escritora tiene un temperamento fatal y es muy poco afecta a las declaraciones de amor... ¿Cual de los dos jóvenes logrará conquistarla?

Género: drama, romance
Pareja: Jo/Laurie, Jo/Anthony - Beth/Laurie, Beth/Jeremy
Calificación: para mayores de 13 años
Publicación: 1 episodio cada sábado (si se puede)
Cantidad de palabras: variable
Duración: 46 capítulos
Estado: completo
Escritora: Gabriella Yu

*Capítulo 27: ¿Jo Está Celosa?*

/¡Hola a todos! ¿Cómo han estado? Lamento la demora, pero la autora de este fic ha estado bastante liada con los estudios… ¡Hay que ver lo mucho que le cuesta recordar la gramática inglesa! De todos modos, a pesar de que sea corto este capítulo, espero que les guste… ¡porque yo vuelvo a salir!/

—Aún no puedo creer la suerte que tenemos para poder viajar todas juntas a Nueva York otra vez —dijo Meg, regodeándose de gusto al pensar en las tiendas de ropa que visitarían en cuanto llegaran a la gran ciudad.

Ella estaba sentada al lado de su amiga Sally Gardiner en el asiento del tren; al frente se encontraban Beth y Amy, y en el de al lado el joven John Brooke, a quien el señor Laurence también le había otorgado una semana de franco.

—Es verdad; la señora King fue muy buena en darte dos semanas de vacaciones, Meg —asintió la sonriente Sally.

—La buena suerte fue que toda la familia King decidió tomarse justamente esta semana de fiestas para pasarlas en Europa.

—¿Y qué me dicen de la mía? Mi maestro se enfermó y nos dieron una semana más de vacaciones de invierno… ¡No podía ser más afortunada! —festejó la siempre alegre Amy.

—¿Creen que Jeremy esté bien? —preguntó Beth, mirando ensimismada por la ventanilla hacia el límpido cielo azul.

—Bueno, según lo que nos escribió Jo, el accidente de Jeremy no fue tan grave a pesar de haberse fracturado el pie al caerse por las escaleras, el doctor dijo que iba a reponerse completamente de su fractura a principios del año que viene —le respondió Meg, habiéndose dado cuenta ya del afecto que su hermana menor le profesaba a ese muchacho distante pero encantador, poniendo a su amiga Sally al tanto, quien, en un principio, se sintió muy triste y desencantada con la noticia, pero finalmente tuvo que admitir que tanto Beth como Jeremy, eran tal para cual y ella no tenía ninguna oportunidad.

Beth sonrió afectuosamente a su hermana mayor y volvió sus ojos castaños hacia el paisaje campestre, perdiéndose en sus pensamientos mientras acariciaba a su gatita blanca Milkian, quien permanecía oculta en una canasta de mimbre sobre su falda.

—Quizás no me crean, pero… ¡he extrañado tanto a Jo que no veo la hora de verla de nuevo! —declaró Amy con su habitual efusividad.

—Me lo imagino, pues siempre se la pasaban peleando cuando estaban juntas —opinó la sonriente Beth, vuelta a la realidad—. ¡A nuestra casa se le fue parte de su brillo al irse Jo!

—¡Es que Jo es una testaruda! —arremetió con el ceño fruncido.

—Igual que tú, querida —replicó la burlona Meg.

Indignada, la pequeña March dio un resoplido y volvió a sentarse en su asiento, con los brazos cruzados. Luego de unos minutos, y ya no pudiendo permanecer en silencio por más tiempo, dijo:

—¿Creen que sea cierto lo que escribió Laurie en la carta que nos mandó la semana pasada?

—Pues viviendo de él, que es tan chismoso, y viniendo de Jo, que es tan… masculina, no creo ni una sola palabra de lo que nos escribió —contestó su hermana mayor.

—¿Se refieren a lo de Anthony? —inquirió Beth.

—Pues claro, ¿qué otra cosa más va a ser, Beth? —replicó Amy.

—Bueno, pues yo creo que antes de opinar nada, deberíamos antes estar muy seguras sobre eso —rebatió, tranquila y sabia, como siempre.

—En eso tienes razón —asintió Meg.

—¿Pero ustedes creen que sea cierto? ¿Eh? —insistió la pequeña dibujante, casi pegando su rostro al de su hermana Beth, ruborizándola.

—Esteee… Bueno… Yo… Yo creo que sería maravilloso si fuese cierto —contestó.

—¿Eh? ¿De verdad, Beth? —su hermana pestañeó varias veces, sorprendida.

—Sí, porque yo creo que a Jo le caería muy bien tener esa clase de sentimientos. Eso la haría más… femenina; ¿no creen? Realmente  no me gustaría que ella se quedara soltera cuando en realidad debería darse cuenta de que esa idea es producto de su inmadurez.

Todas se le quedaron mirando muy sorprendidas, asombradas por la capacidad y la madurez de Beth, pero la pobre chica, al verse observada de esa manera, no pudo evitar ponerse más colorada que un tomate.

—Pero… ¿de qué están hablando? —quiso saber Sally, quien no entendía nada de lo que estaban discutiendo las hermanas March.

—Sobre los supuestos celos de mi hermana y la nueva novia de su amigo Anthony, Sally —le aclaró su amiga.

—¿Jo? ¿Celosa? Pero me dijiste que ella no estaba para nada interesada sentimentalmente en los chicos y que solamente era amiga de ese periodista.

—Pues parece que sí siente algo por él porque Laurie nos lo contó todo en su carta —informó la siempre chismosa Amy.

—No sé si será del todo cierto, pero parece que Anthony se puso de novio con una chica llamada Sandra, la fundadora del club de lectura al que asiste Jo —comenzó a explicarle Meg—. Parece que él acompañó a mi hermana a una de esas reuniones y, bueno, pasó lo que pasó y a Jo parece que no le gustó ni pizca.

—¿Pero por qué entonces ella siempre andaba declarando que no se enamoraría de nadie y que tampoco se casaría nunca si realmente parecía interesarle ese muchacho? —inquirió bastante confundida, pues su amiga Meg ya la había puesto al tanto sobre las "extrañas" ideas de su hermana Jo.

—¡Oh! Pues yo creo que ni ella misma sabía lo que sentía realmente por su amigo —Meg trató de reprimir una sonrisita, haciéndole gracia aquella idea.

—También pueden ser celos de amigo o de "hermanos" —opinó Beth.

Las tres chicas se le quedaron mirando algo desencantadas. No habían pensado en aquellas posibilidades, que eran más acorde a la esquiva personalidad de Jo.

—Mmm… No había contado con eso, pero creo que es mucho más probable que sean esas clases de celos que a los que se refiere Laurie —asintió su hermana mayor.

—¡Bah! Si es eso entonces no tiene nada de interesante —se quejó Amy, desilusionada; recostándose sobre su asiento de muy mala gana. ¡Ya le habían quitado lo atractivo a todo el asunto!—. Digan lo que quieran, pero yo estoy convencida de que Jo está celosa de Anthony porque está enamorada de él.

—¡Pero hay que ver lo terca que eres, Amy! —se quejó Meg.

—¡Pues no voy a cambiar de opinión sólo porque ustedes piensen diferente!

—¡Vamos, vamos, chicas! No peleen por eso, por favor —pidió Beth.

—Tu hermana tiene razón, Meg —intervino John, bajando el diario que estaba leyendo para volverse hacia ellas—. No deben pelearse por algo que desconocen. Cuando estemos allá seguramente sabremos toda la verdad sobre este asunto. Ya saben lo chismoso que es Laurie y de la frondosa imaginación romántica que posee, tal vez todo ese asunto sea producto de su imaginación, así que les sugiero que no se lo tomen muy a pecho.

Meg suspiró un poco contrariada porque realmente deseaba que esos rumores acerca de Jo fueran ciertos. Sabía que, por el momento, su hermana se sentía muy bien estando sola y sin la necesidad de amar a alguien, pero también sabía que el tiempo pasaría y Jo terminaría siendo una vieja amargada y solitaria si no lograba interesarse por el amor.

XOX

Mientras tanto, en la ciudad de Nueva York, más precisamente en la acera del edificio en donde se encontraba el /New York Chronicle/, la mismísima Josephine March –el tema en cuestión de sus hermanas–, se hallaba caminando de aquí para allá, con el ceño fruncido y las manos cruzadas en la espalda. De tanto en tanto miraba hacia las ventanas del primer piso, que era en donde se encontraban las oficinas del diario, escudriñándolas muy molesta.

—¿Sigues con la idea de viajar a la India Colonial, Anthony? —le preguntó Steven a su compañero y amigo periodista, quien se encontraba garabateando un papel sobre su escritorio tratando de dejar bien escrita una sensacional historia acerca de una batalla entre dos pandillas en los Cinco Puntos.

—Pues claro que sí —fue la lacónica respuesta.

—… —Steven, pensativo, reacomodó su barbilla que descansaba sobre los brazos cruzados que yacían sobre el escritorio.

—Pensé que ibas a rechazar esa propuesta ahora que conociste a esa otra chica.

—¿Cuál chica? ¿Te refieres a Sandra? —alzó la vista, entre sorprendido e interesado.

—A esa misma, mi amigo; ¿o a quién creías que me refería? ¿A tu amor imposible?

Anthony frunció el entrecejo, algo fastidiado, y volvió a concentrarse en su trabajo mientras decía:

—Ahora no tengo ánimos como para hablar de eso, Steven.

El fotógrafo bufó disgustado y se levantó de su silla, dirigiéndose hacia la ventana para mirar a través de ella y darse con la sorpresa de que Jo estaba en la acera, mirando justamente hacia la misma ventana.

—¡Eh, Anthony! ¡Ven a ver esto! —lo llamó sin quitar la vista de la chica.

—Ya basta, no molestes.

Volviéndose hacia él, Steven puso los brazos en jarra, enfadado por el mal humor de su amigo.

—¿Qué te pasa a ti ahora, eh? ¿Es que no quieres venir a ver quién está abajo? Te aseguro que te va a sorprender.

—Si lo dices como un acertijo, me suena a una de tus bromas, Steven —replicó, aún concentrado en su trabajo de corrección a pesar de que, como buen periodista, la curiosidad había comenzado a remorderlo.

—¿Te dice algo "amor imposible"?

No hizo falta que se lo dijera otra vez o que le aclarara aquellas palabras, Anthony corrió hacia la ventana y miró hacia abajo… sólo para ver a la mismísima Sandra Hamilton saludarlo sonriente, llevando su acostumbrada canastita diaria de galletas recién horneadas bajo el brazo. Volviéndose a su amigo, le dijo sonriente:

—Sandra no será lo que tú llamas "amor imposible", pero es innegable que hornea deliciosas galletas de almendra.

—¿Cómo dices? —intrigado, se acercó a la ventana para ver, quedándose bastante desconcertado. Estaba seguro de que había visto a Jo allí abajo.

Y mientras Sandra subía al primer piso de la editorial, a la vuelta de la esquina, la propia Jo se encontraba apoyada de espaldas sobre la pared del edificio contiguo. Su semblante estaba algo pálido y el ceño fruncido, una gota de sudor corría por su frente mientras se mordía los labios.

Había visto a Sandra acercarse, así que, sin saber el por qué, corrió a esconderse antes de que ésta la viera.

"¡Cielo Santo! ¡Estoy comportándome como una tonta!" —pensó, sintiéndose la más ridícula de los bufones.

/¡Uh! ¿Ustedes qué creen? ¿Jo estará celosa? A mí me parece que sí… ¡Yo sé que tengo razón y mis hermanas no! Juro que voy a averiguar la verdad sobre todo esto, sí señor./


*Notas de Una Autora Descuidada:*

*Sorry por la demora XD parte de lo que dice Amy allá arriba es cierto, la otra parte era que no ardía el genio, je XD y, algunos problemillas personales; pero ya todo está ok : ) ¡Ups! ¿Será cierto que Jo está celosa de Anthony y Sandra? ¿Qué opinará Laurie sobre eso? ¡Muy pronto lo sabremos!*


Fanfic Mujercitas -¿Qué Hubiera Pasado Sí...?- Capítulo 26

Fanfic Mujercitas -¿Qué Hubiera Pasado Sí...?- Capítulo 28



Notas de una Bloggera Descuidada:
¡Hola, mis queridos arrinconados! ¿Cómo están? 
Sigo controlando los audios de los episodios de Doctor-X, sigo viendo el dorama japonés Zettai Kareshi,  sigo editando el kdrama La Mujer de Mi Esposo, terminé de subtitular la 6ta temporada de Doctor-X y comencé a subtitular la miniserie japonesa Inspector Zenigata, sigo estudiando japonés y dibujando mi webtoon Anshel y escribiendo mi novela ligera Fenómenos. ¡Siempre ocupada mientras trabajo!

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Sayounara Bye Bye!

Yu-Chan 💖

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