Fanfic Mujercitas -¿Qué Hubiera Pasado Sí...?- Capítulo 33

           Resumen del anime: Meg, amable y confiada. Jo, independiente y enérgica. Beth, tímida y callada. Amy, amable y precoz.  El padre de familia ha dejado su hogar para servir en la guerra civil estadounidense; luchando contra el ejército Confederado. En su ausencia, una batalla en la ciudad deja a su familia sin casa y él les aconseja buscar hogar en la casa de su Tía Marta, en la ciudad de Newford, Massachusetts. Allí pasan algunos días y aunque al principio, la Tía Marta no está del todo contenta con su presencia, pronto cambia de opinión y se encariña con cada una de las "mujercitas". Poco después se instalan en su nueva casa en los alrededores y conocen muchos nuevos amigos. Sus vecinos serán los Laurence, que viven en la casa de al lado y Laurie, el joven nieto del Sr. James Laurence se hará gran amigo de la familia March. Juntos, todos superan cualquier situación, logrando resolver cualquier problema para salir adelante.


¿QUÉ HUBIERA PASADO SÍ...?

Jo March, nuestra joven y temperamental protagonista, decide ir a vivir a New York para ampliar sus horizontes como escritora, tal y como su amigo Anthony Boone se lo recomendó antes de que éste partiera también hacia la misma ciudad. Pero Laurie Laurence, el vecino adinerado de la familia March, decide él también partir hacia New York para estudiar en la universidad y, algún día, poder declararle su amor a Jo antes de que Anthony lo haga también. El gran problema para ambos muchachos, es que la aficionada escritora tiene un temperamento fatal y es muy poco afecta a las declaraciones de amor... ¿Cual de los dos jóvenes logrará conquistarla?

Género: drama, romance
Pareja: Jo/Laurie, Jo/Anthony - Beth/Laurie, Beth/Jeremy
Calificación: para mayores de 13 años
Cantidad de palabras: variable
Duración: 46 capítulos
Estado: completo
Escritora: Yu-Chan

*Capítulo 33: El Valor de ser un Hombre*


/¿Escuché bien? ¿Laurie retó a duelo a Mario Mazzini? ¡Está loco! … Pero por otro lado… ¡Lo está haciendo por mí! Es muy caballeroso, valiente y romántico de su parte, ¿verdad? ¡Es mi héroe!/

Pasaron unos cuantos segundos sumergidos en un profundo silencio luego de que Laurie hubiera hecho semejante declaración hasta que Mario lo rompió:

—Quieres decir… ¿Me estás retando a un duelo? —preguntó, sonriendo con gran sarcasmo, al borde de la incredulidad.

—¡Eso es! ¿Aceptas o te declaras un cobarde?

Desesperada, Jo corrió hacia él.

—¡No seas tonto, Laurie! ¿Cómo se te ocurre semejante tontería?

—¡Lo estoy haciendo por ti y por Amy! —se volvió hacia ella, frenético—. ¿Te parece eso una tontería?

—Laurie… —murmuró la sorprendida chica al notar el ardiente fuego que reflejaban los oscuros ojos de su trémulo amigo. Jamás había visto tanta vida y energía en él.

—¡Laurie! ¡Jo tiene razón! —intervino John, acercándose también—. ¡Esto es una locura! ¡Déjalo ya!

—No me retractare ni me echaré para atrás —replicó, testarudo.

—Más que una locura, es un delito, Laurie —le advirtió Anthony, con tono grave—. Enfrentarse a duelo contra alguien está prohibido desde el siglo pasado. Ambos irán a la cárcel si lo hacen.

—¿Y qué con eso? —los sorprendió el estoico muchacho inglés—. Yo haría lo mismo que Laurie si un /desagradable/ sujeto ofendiera a un ser querido.

—Gracias, Jeremy —asintió el aludido, muy agradecido, luego se volvió hacia Mario, con la determinación reflejada en su rostro moreno—. ¿Y bien? ¿Cuál es tu respuesta? ¿Aceptas o no?

Las comisuras de la boca del italiano se ensancharon aún más, disfrutando el momento como el temerario muchacho que era. Ya antes había tenido varias escaramuzas con otros bandidos o dandis presumidos, y siempre había salido airoso de ellas. Su manejo del arma de fuego y la espada de esgrima eran casi inigualables ya que, audaz como era, no le tenía miedo a la muerte y se tenía una gran confianza en cuanto a sus habilidades marciales.

—Acepto —fue su respuesta, preocupando a todo el mundo pero llenando de satisfacción a su contrincante.

—¡No! —gritó Sandra, terriblemente angustiada, corriendo hacia él para tomarlo de los brazos y mirarlo a la cara, llena de desesperación—. ¡No lo hagas, por favor! ¡Es una locura! ¡Cualquiera de los dos podría morir! A-a-además… —bajó la vista, sonrojándose fuertemente—… Y-yo no quiero que te pase nada malo po-porque… ¡Yo te amo! —alzó la cabeza, entre suplicante y esperanzada.

—¡Oh, rayos! —exclamó Jo, sorprendidísima ante semejante declaración.

—¿Acaso no lo sabías? —le preguntó Anthony, alzando una ceja.

—¡Pues claro que no! ¿Acaso tú lo sabías?

—Bueno, pues… —se rascó la cabeza, sonrojándose ligeramente—. Lo estaba sospechando desde hacía ya un tiempo.

—¿Y aún así salías con ella? —replicó, poniendo los brazos en jarra, asesinándolo con la mirada, ofendidísima.

—¡Pero, Jo! ¡No lo malinterpretes! —alzó las manos como defensa mientras sonreía nerviosamente—. ¡Te dije que lo "sospechaba", no que lo "sabía"!

—¡Ah, pero…!

—Dice la verdad, Jo —intervino Steven, sonriendo pícaramente—. Aún así, no deberías tomártelo tan a pecho… ¿O acaso sientes celos, eh?

—¿Eh? ¿Celos? ¿Yo? —la muchacha abrió los ojos como platos mientras Anthony se llevaba la mano a la cara—. ¿Yo? ¿Celos de este presumido? —El periodista revolvió los ojos al escuchar aquello, la orgullosa Jo jamás iba a admitir semejante idea—. ¡Ni en toda mi vida llegaría a sentir celos por un sujeto como él! ¿Quedó claro?

—Tan claro como el agua —asintió el fotógrafo, pensando que el tiro le había salido por la culata al intentar ayudar a su amigo.

—Laurie —insistió John, con tono muy grave—, ¿te das cuenta de lo que estás haciendo? Cualquiera de los dos podría salir malheridos o, de lo que es peor, convertirse en un asesino e incluso terminar muerto.

El muchacho negó lentamente con la cabeza.

—Nada de eso importa si están en juego el honor de Jo y Amy, señor Brooke —rebatió sin asomo alguno de arrepentimiento—. Además, el señor Mazzini ya aceptó mi reto y no voy a echarme para atrás como un cobarde.

—¡Te digo que desistas de esa idea absurda, caramba! ¡Es una locura! ¡Podrías morir por tu tonto orgullo! ¿Por qué no puedes entenderlo? —se quejó Jo, volviéndose hacia él llena de ira y frustración.

—¡Porque soy un hombre! —le contesto en voz alta, con los mismos sentimientos que su amiga—. ¡Y porque tú eres una mujer, Jo! ¡Eres una mujer y eso tienes que entenderlo de una buena vez! ¡No eres un hombre y nunca podrás pensar ni sentir como uno y es por eso que no entiendes estas cosas de hombres! ¡Si yo quiero arriesgar mi vida por el honor de ustedes dos, lo haré, y no habrá nadie que pueda impedírmelo, ¿entiendes?

Tanto Jo como el resto se quedaron con la boca abierta, mudos de asombro, luego, Laurie se volvió hacia Mario, mucho más determinado que antes.

—Nos enfrentaremos mañana a las 6 en punto de la madrugada a orillas del río Manhattan y allí elegiremos las armas para el duelo; ¿Está dispuesto, señor Mazzini?

El aludido se alzó de hombros, frunciendo la boca.

—Tendré que madrugar, pero eso no es problema para mí cuando se trata de un duelo.

—Así quedamos, entonces, y no olvide traer a un testigo.

—No lo olvidaré, pequeño dandy —se burló.

Laurie resopló furioso y, dándole la espalda, se fue de allí a paso firme, dejando a todo el mundo consternado.

—¡Wow! ¡Laurie se comportó como todo un caballero! —exclamó Amy con las manos juntas y el rostro arrebolado, llena de admiración.

—¡Bah! Yo habría hecho lo mismo —replicó el pequeño Tom, sintiendo por primera vez en su vida un ataque de celos... Aunque claro, debido a su edad y a su orgullo infantil, no lograba entender ni aceptar del todo aquel nuevo sentimiento nacido de su juvenil corazón.

—¿Comportarse como todo un hombre? —replicó enseguida su hermana, cruzándose de brazos y soltando su terrible bufido de ira reprimida—. ¡Yo diría que es todo un idiota!

Entonces se volvió hacia Mario, lo señaló con el dedo y le dijo:

—¡Yo no necesito que nadie defienda mi honor, ¿sabes? ¡Pero te advierto que si vuelves a tocarme a mí o a mi hermana, juro que te daré tal paliza que nunca más volverás a ser un irrespetuoso con ninguna otra mujer! ¿Quedó claro, Mario Mazzini?

El italiano sonrió burlonamente e inmediatamente se inclinó ante ella haciéndole una venia.

—Me quedó claro, "Señorita Huracán".

Fastidiada, Jo resopló y tomó si ninguna delicadeza el brazo de su hermana y se la llevó a rastras de allí.

Anthony y los demás se le quedaron mirando, pero enseguida este se volvió hacia Mario, con los ojos relampagueantes y conteniendo su furia tanto como podía.

—Aunque no esté de acuerdo con los duelos o si estos no fueran ilegales, le aseguro que hubiera sido yo el que lo hubiera retado a duelo, señor Mazzini.

El aludido se le quedó mirando por unos segundos hasta que soltó una fuerte carcajada de desprecio.

—Usted es sólo un cobarde que se esconde detrás de las palabras impresas en un papel, señor periodista, pero esté seguro de que yo hubiera aceptado ese duelo sin siquiera pestañear para darle su merecido.

Visiblemente furioso, Anthony dio un paso hacia delante, pero su amigo Steven lo detuvo tomándolo por el hombro. El periodista se volvió, como queriendo pedir explicaciones por haberlo interrumpido pero el fotógrafo negó suavemente con la cabeza y lo aconsejó con voz calmada:

—Sabes que él no vale la pena, amigo, tranquilízate.

Sabiendo que Steven tenía toda la razón, Anthony logró calmarse con éxito, pero, antes de abandonar el cuarto con su amigo, realizó un intercambio de miradas asesinas con Mario.

Una vez que ellos se marcharon, John tomó a su hermano por el brazo y lo sacó de allí seguido rápidamente por John Moore.

Nadie se había percatado de que tanto Williams como Sandra se habían quedado en la habitación junto con Mario.

—¿Y tú qué rayos quieres? —le espetó con desprecio, pues odiaba a la gente de la clase de Jeremy… Siempre tan vanidosa, tan orgullosa, tan superior…

—Te espero en el lugar elegido a las 5 de la madrugada —fue la sorprendente declaración del jovencito.

/¡No! ¿Cómo se le ocurre a Jeremy retar a duelo a Mario Mazzini cuando apenas está recuperándose de su enfermedad y con el pie en ese estado? No logro entenderlo… ¿Por qué lo habrá hecho? /


*Notas de una Autora Descuidada:*

*¡Uy! ¡Esto se pone cada vez peor! Jeremy también ha retado a duelo a Mario, pero se verá con él una hora antes que Laurie… Obviamente lo hizo con un propósito… ¿Qué sucederá? O.O*


Fanfic Mujercitas -¿Qué Hubiera Pasado Sí...?- Capítulo 32



Notas de una Bloggera Descuidada:
Comencé a ver el anime Brain Powerd y el drama japonés Doctors. Sigo editando el kdrama La Mujer de Mi Esposo, sigo subtitulando la miniserie japonesa Inspector Zenigata, sigo estudiando japonés y dibujando mi webtoon Anshel y escribiendo mi novela ligera Fenómenos. ¡Siempre ocupada mientras trabajo!

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Yu-Chan 💖
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