Fanfic Piratas del Caribe -La Maldición del Anillo de la Calavera- *Capítulo 12: Un Juego de Espadas muy Peligroso*

            Resumen de la historia: El capitán Jack Sparrow comete el gran error de ponerse un anillo maldito que lo transformará en mujer y le traerá un sin fin de problemas tanto a él como a quienes lo rodean, amigos y enemigos. Una elección que cambiará la vida y los destinos de todos, en especial del Comodoro James Norrington y el mismo Jack. Esta historia está ambientada después de la primera película y desarrollada durante la segunda y tercera película. Una historia larguísima pero muy entretenida, con drama, humor, acción y romance. ¡Que la disfruten!



PIRATAS DEL CARIBE: LA MALDICIÓN DEL ANILLO DE LA CALAVERA

TERCERA PARTE: ROMPECORAZONES

Jack Sparrow se convierte en mujer gracias a la maldición de un anillo, en tu intento por volver a la normalidad, meterá en problemas a sus amigos y James Norrington caerá rendido a sus pies y hará hasta lo imposible para ayudar al atolondrado pirata que le robó el corazón. Una loquísima historia que comenzó como una broma y terminó como una gran historia de amor y aventuras.


Género: drama, amistad, acción, suspenso, humor, romance, violencia, aventura, fantasía, erotismo
Pareja: Jacky Sparrow/James Norrington. Elizabeth Swan/Will Turner
Personajes: Jack Sparrow/Jacky Sparrow, James Norringon, Elizabeth Swan, Will Turner, Hector Barbossa ¡y muchos más!
Calificación: para mayores de 18 años
Publicación: 1 capítulo cada sábado
Cantidad de palabras: variable
Duración: 67 capítulos la primera parte, 57 la segunda parte y 51 la última parte.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas.
Aclaraciones: Esta historia la escribí hace más de 10 años, es muy entretenida, no se arrepentirán de haber perdido el tiempo en leerla. Le tengo mucho cariño porque fue una rara mezcla que logré hacer con el drama, humor y acción. IMPORTANTE: contiene escenas subidas de tono XD


*Capítulo 12: Un Juego de Espadas muy Peligroso*


Elizabeth Swann era una chica de temperamento, de ideas brillantes y una
valentía comparada a la de su novio. Igualmente capaz de hacer cualquier
cosa por las personas a quienes amaba o lograr cualquiera de sus
objetivos propuestos, lo cual, a veces la hacía muy peligrosa. Auque fue
criada como una dama delicada, su temple y personalidad liberal, le
permitía liberarse de las ataduras del protocolo de la época y
acostumbrarse a cualquier situación.

Hija del gobernador de Port Royal, hermosa, esbelta y rubia salvadora de
William Turner, ex pretendida de James Norrington, y totalmente
confundida en sus sentimientos hacia Jack Sparrow, a quien no sabía si
amaba o detestaba.

Y ahora, en ese momento, Elizabeth Swann, hija única del gobernador y
prometida de William Turner, veía cómo su novio la traicionaba con una
perfecta extraña frente a sus propios ojos. Poco a poco, una ira
incontenible comenzó a invadir su dolorido y traicionado corazón.
Elizabeth, sintió unos terribles celos.

Era lo peor que podría haberle pasado a Will, allí estaba su querida
Elizabeth parada en la puerta con las manos crispadas por la ira. El
muchacho deseaba con todo su ser que ella fuera como otras chicas y se
marchara de allí para luego él seguirla, explicarle que todo era un mal
entendido, reconciliarse y nada más, pero en ese momento estaba dudando
de que ella fuera como las demás mujeres. Elizabeth lo iba a matar.

-¿Qué te parece si te sales de encima mío? –Le preguntó Jack un tanto
fastidiado-. No lo pareces, pero eres bastante pesado, y además, ella
está pensando muy mal de nosotros dos y nuestra hermosa relación.

-¡¿Pero de qué maldita relación está hablando?! –Se molestó Will
incorporándose sólo un poco-. ¡Yo ni siquiera la conozco!

-¡Ejem! –dijo el pirata, aún acostado en el suelo y con su amigo
encima-. Quita tus manos de allí…

-¿Eh? –extrañado, el joven miró hacia abajo y se dio cuenta de que tenía
ambas manos afirmadas sobre los pechos de la mujer.

-¡Demonios! –maldijo sacándolas de encima y poniéndose en pie, muy
colorado y nervioso-. Esteee… Lo siento mucho… Yo no quise…

-No te hagas problemas, a mí también me gustó –replicó Jack dejando a un
muy confundido Will, mientras también se ponía en pie y se arreglaba la
ropa, para luego inclinarse a modo de despedida ante los tres personajes
que lo miraban boquiabiertos.

-Como veo que esto se está por poner bien feo, y es un asunto que no me
concierne, me marcho de aquí. Adiós.

Y justo antes de que lograra cruzar la puerta de salida, Elizabeth,
quien estaba parada al lado de dicha puerta, lo detuvo sorpresivamente,
colocándole una espada de esgrima en el cuello.

-Tú no te vas de aquí hasta que sepa quién demonios eres y qué diablos
hacías con William –dijo amenazadoramente.

-Que boca para una señorita –replicó Jack, pero lo único que consiguió,
fue que ella le presionara más el filo de la espada en el cuello.

-No estoy para chistes tontos –dijo más molesta aún.

-No era un chiste, era una opinión –contestó incorregible.

Pero antes de que Elizabeth tomara la mano de la justicia por su propia
cuenta, Will decidió intervenir.

-¡Espera Elizabeth! Te aseguro que nunca hubo nada entre esa mujer y yo.
Yo sólo la estaba ayudando…

-¿Ah sí? ¿Poniendo tu cara y tus manos en sus pechos? ¿Esa es tu forma
de ayudar a otras mujeres?

-¡Pero Elizabeth!

-¡Cállate! ¡No quiero seguir escuchando tus mentiras! ¡Yo te ví!

-¡Pero fue un accidente! Deja que te lo explique…

-¡No quiero tus explicaciones!

Viendo que la discusión seguía y que sus dos amigos estaban enfrascados
en ella, Jack decidió retirarse silenciosamente de allí. Tomó
delicadamente la punta de la espada que lo tenía atrapado, y la hizo a
un lado lentamente poniéndosela atrás, pero cuando ya se creía libre
para escapar, otro espada en su cuello lo hizo detenerse una vez más.

-Acuérdate que yo también estoy aquí –dijo molesto el Comodoro Norrington.

-Eh… Sí… -asintió Jack Sparrow sonriendo nerviosamente mientras miraba
de reojo las dos espadas en su cuello, una por delante, y la otra por
detrás. Mientras tanto, Will y Elizabeth seguían discutiendo a su lado.

-¡Ya te dije que ella no me interesa!

-¡No te creo!

-Eres la única para mí…

-¡Vete al diablo con tus mentiras!

-¿Quieres que te convenza de que esta mujer no significa nada para mí?
–preguntó Will desesperado, e inmediatamente desenvainó su espada y
también se la colocó en el cuello a un ya histérico Jack-. ¡P-puedo
cortarle el cuello si tú quieres…!

"¡Otra espada más no! –gimió para sus adentros Sparrow-. ¿Qué hice de
malo para merecer todo esto?"

-¡Por Dios! –exclamó incrédula, creyéndolo incapaz de algo así-. ¡Eres
un patético farsante y mentiroso! ¡Te odio!

-¡Pero Elizabeth!

-¡Jah! ¡Con razón no pudiste ir al picnic! ¡Estabas de amoríos con otra
mujer! Y pensar que yo iba a casarme contigo…

-¿Cómo que "ibas" a casarte conmigo? –se asustó Will.

-¡Pues con esto no me caso nada!

-¿Así que desconfías de mi palabra? –comenzó a molestarse él también.

-¡Claro que sí! ¡No soy estúpida!

-¡Entonces no vamos a casarnos nada y punto!

-¡Como quieras!

A pesar de que ellos dos estaban discutiendo intensamente por su culpa,
Jack no podía liberarse de las espadas que lo mantenían prisionero, ya
que el Comodoro Norrington también se unió a la discusión, pero sin
bajar el sable, al igual que Elizabeth y Will.

-¡Te dije que él no era de fiar! –dijo.

-¡Tú no te metas! –amenazó Will.

-¡Déjalo hablar! –exclamó Elizabeth saliendo en defensa de su ex
prometido- ¡Debí haberlo escuchado!

-¡Bien! ¡¿Ahora te pones de su lado?!

-¡Por lo menos él no me engañaría!

-¿Y quién lo asegura? ¡Norringon no es ningún santo!

-¡No le permito que se refiera así de mí! –se enojó el aludido.

-¡¿Cómo quiere que me refiera a usted, señoría?! –preguntó con sarcasmo
un fastidiado Will Turner-. ¡¿A una ostra aburrida?!

-¡¿Cómo te atreves…?!

-¡Cállate, Will!

-¡Ay! Defiendo a mi ex… -replicó en tono de burla y desprecio.

-¡Te dije que te callaras!

Y mientras los tres discutían acaloradamente, iban y venían por toda la
cocina con el pobre capitán del "Perla Negra" con el cuello atrapado
entre las tres filosas espadas, siguiéndolos obligadamente para que no
le cortaran la yugular por accidente, o más seguramente, queriéndolo.

-Cuidado con la espada… Cuidado con la espada… -repetía el pobre muy
nervioso.

Medio agachado, con el cuello estirado, y con los brazos abiertos,
moviéndolos frenéticamente como era su costumbre cuando se veía en
problemas y escapaba (sólo que aquí no podía hacerlo), Jack Sparrow ya
no aguantó más aquella situación y exclamó:

-¡Está bien! ¡Lo confieso! ¡Yo soy el capitán Jack Sparrow! ¡Me convertí
en mujer por culpa de un maldito anillo maldecido y quise utilizar a
Will para que me ayudara! ¡Él jamás te engañó, Elizabeth! ¡Créele! ¡Me
arrepiento de todos los problemas que les causé, así que déjenme en paz!
¡No me corten el cuello!

Cuando se calló, notó que los tres lo estaban mirando con los ojos bien
abiertos, al igual que sus bocas, por el asombro provocado por aquellas
palabras reveladoras.

-Realmente eres tú… -dijo Will impresionado, bajando la espada al ver
confirmadas sus sospechas.

-No…, lo puedo creer. –Conmocionada, Elizabeth también bajó su espada.

Al escuchar esa asombrosa confesión de parte de la mujer que aún amaba,
el Comodoro Norrington tuvo que aceptar la cruel realidad y dejar de
lado las pocas esperanzas que había mantenido hasta ese momento. Pero
todavía mantenía el sable en el cuello de su enemigo sin saber qué
hacer, confundido ante sus sentimientos.

-¿Qué va a hacer? –Le preguntó Will-. Siendo mujer no podrás llevar a
Jack a la magistratura, jamás creerían una historia así.

-Por mí que se lo lleve –dijo Elizabeth aún molesta con el capitán del
"Perla" por el mal momento que le había hecho pasar.

James frunció el entrecejo y los labios, confundido pero a punto de
tomar una decisión. Miró a su prisionero y sólo vio la mirada suplicante
de un cachorrito en problemas, sus manos unidas pedían perdón.
Norrington sacudió la cabeza, otra vez el maldito pirata lo estaba
manipulando, pero ya había tomado una decisión. Una decisión momentánea.
Por el momento, William Turner tenía razón.

Bajó la espada sin decir una sola palabra.

-Gracias, gracias… -agradeció Jack inclinándose un poco varias veces con
las manos unidas.

Norrington no dijo nada, sólo lo miró con cierta desconfianza.

Pero entonces, una muy enfadada Elizabeth se dirigió hacia Jack y le
propinó un terrible puñetazo en el rostro, dejándolo sentado en el
suelo, luego se dirigió hacia Will y le dio un tremendo bufetazo,
dándole vuelta la cara. Luego pasó al lado de un bastante asustado
Comodoro y se dirigió hacia el salón diciendo:

-Eso fue por todo lo que me hicieron pasar. Jack, más vale que nos
expliques bien todo este asunto.

Los tres hombres (uno estaba convertido en mujer), se miraron sorprendidos.

Luego de que nuestro protagonista se hubo cambiado de ropa en la
habitación de Will, poniéndose otra vez sus ropas ajadas y sucias de
pirata, fue a la pequeña sala y tomó asiento junto sus amigos y enemigo
preparado para explicarles las razones que lo habían motivado a actuar
de esa manera.

Jack Sparrow les explicó todo, empezando por la llegada a la isla del
"Cuello Torcido", de cómo encontró el anillo, lo que le pasó cuando se
lo puso, de la extraña voz que escucharon él y sus hombres, de cuando
fueron a Isla "Tortuga", el rapto, del capitán Henry McKinley del barco
"Cazador de Doncellas" (omitiendo lo de su intento de abuso), la llegada
de Norrington, de su huída (claramente, aquí Jack omitió lo del beso, lo
que el Comodoro se sintió agradecido), y de su llegada a la casa de Will
hasta la llegada de James y Elizabeth.

Cuando Jack terminó con su loca historia, Will, Elizabeth y Norrington
se le quedaron mirando en silencio por unos momentos, pensativos.

-Ahora necesito que me ayuden para romper esta terrible maldición –pidió
el pirata.

Silencio.

-¿Qué me responden? ¿Me ayudan?

Silencio otra vez.

-¿Y? ¿Qué les pasa?

Una vez más el silencio, hasta que…

-¡¡Jah jaah jaaah! –explotó Will sin poder contener más la risa-. ¡¡Sólo
tú serías lo suficientemente idiota como para que te pase algo así!!
¡¡Jah jaah jaaah!!

Elizabeth tampoco pudo aguantar más.

-¡¡No puedo creerlo!! –dijo, casi sin poder respirar- ¡¡Eres una mujer!!
¡¡A ver si así aprendes a no husmear en los tesoros ajenos!! ¡¡jah jah jah!!

Y mientras los dos se dedicaban a burlarse de un muy ofendido Jack
Sparrow, quien antes fuera hombre y ahora era una mujercita, el único
que no se burlaba de él era el Comodoro Norrington, quien seguía sumido
en el silencio por razones obvias.

-Lo sabía –murmuró Jack enojado y cruzado de brazos-. Por eso no quería
que se enteraran, ahora van a estar molestándome todo el tiempo…

James Norrington se levantó de golpe y rápidamente se dirigió hacia la
puerta de salida, llamando la atención de todos.

-¿Ya se va? –Preguntó el muchacho- Pensé que con este lío usted sería el
que más disfrutaría de esto.

Ya con la puerta abierta y la mano en el picaporte, el Comodoro ni
siquiera se volvió para mirarlo.

-Ahora que lo puedo capturar, no puedo –respondió-, esperaré a que
vuelva a ser como era antes.

Y acto seguido, se marchó, dejando a todos algo pensativos mirando hacia
la puerta.

-¿Qué le pasará? –se preguntó Will extrañado- Pensé que torturaría un
rato a Jack, pero no fue así.

-No lo sé. Sé que él es un hombre serio, pero esto no me lo explico.
–Replicó Elizabeth también asombrada, luego se volvió hacia el capitán
del "Perla Negra" y le preguntó:

-¿Y tú, Jack? ¿Qué opinas?

-No sé nada de nada –negó éste, tratando de no pensar mucho en la
verdadera razón de aquel extraño comportamiento, pues ciertamente la sabía.

Y mientras así estaban las cosas en la casa de William Turner, ningún
habitante de Port Royal se imaginaba que muy pronto estarían en peligro
gracias a que Jack Sparrow era, lamentablemente para él, una mujer buscada.



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