Fanfic Piratas del Caribe -La Maldición del Anillo de la Calavera- *Capítulo 26: Una Visita a Tía Dalma*

          Resumen de la historia: El capitán Jack Sparrow comete el gran error de ponerse un anillo maldito que lo transformará en mujer y le traerá un sin fin de problemas tanto a él como a quienes lo rodean, amigos y enemigos. Una elección que cambiará la vida y los destinos de todos, en especial del Comodoro James Norrington y el mismo Jack. Esta historia está ambientada después de la primera película y desarrollada durante la segunda y tercera película. Una historia larguísima pero muy entretenida, con drama, humor, acción y romance. ¡Que la disfruten!



PIRATAS DEL CARIBE: LA MALDICIÓN DEL ANILLO DE LA CALAVERA

SEXTA PARTE¿CÓMO ROMPER LA MALDICIÓN II?

Jack Sparrow se convierte en mujer gracias a la maldición de un anillo, en tu intento por volver a la normalidad, meterá en problemas a sus amigos y James Norrington caerá rendido a sus pies y hará hasta lo imposible para ayudar al atolondrado pirata que le robó el corazón. Una loquísima historia que comenzó como una broma y terminó como una gran historia de amor y aventuras.

Género: drama, amistad, acción, suspenso, humor, romance, violencia, aventura, fantasía, erotismo
Pareja: Jacky Sparrow/James Norrington. Elizabeth Swan/Will Turner
Personajes: Jack Sparrow/Jacky Sparrow, James Norringon, Elizabeth Swan, Will Turner, Hector Barbossa ¡y muchos más!
Calificación: para mayores de 18 años
Publicación:
Cantidad de palabras: variable
Duración: 67 capítulos la primera parte, 57 la segunda parte y 51 la última parte.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas.
Aclaraciones: Esta historia la escribí hace más de 10 años, es muy entretenida, no se arrepentirán de haber perdido el tiempo en leerla. Le tengo mucho cariño porque fue una rara mezcla que logré hacer con el drama, humor y acción. 
IMPORTANTE: contiene escenas subidas de tono XD


*Capítulo 26: Una Visita a Tía Dalma*


Una vez que hubieron decidido quienes irían y bajado dos lanchas,
comenzaron por avanzar fluvialmente por el "Río Pantano", cuyas orillas
comenzaban a transformarse de hermosas playas pobladas de cocoteros, a
inmundos pantanos cuya vegetación daba pena. En uno de los botes iban el
capitán Jack Sparrow, el maestre Gibbs, Elizabeth Swann, William Turner
y el comodoro James Norrington. En el otro bote iban el capitán Hector
Barbossa y su infaltable monito, Cotton con su inseparable loro en su
hombro, Beatriz Grenville y el capitán Henry McKinley.

Luego de quince minutos de viaje fluvial por aquel tétrico y oscuro río,
llegaron hasta una vieja casucha construida e incrustada sobre un viejo
pero resistente árbol. Allí era la residencia de tía Dalma, le hechicera
y pitonisa del lugar, una de las mejores que se podía encontrar.

Aunque no fue del agrado del pobre de Cotton, pues estar solo en la
oscuridad de aquel lugar no le daba gracia a nadie, tubo que quedarse a
cuidar las lanchas junto a su loro y al mono de Barbossa, obligados por
sus dueños a que le hicieran compañía aunque no les gustara nada la idea.

En su opinión, Jack Sparrow era y había sido gran amigo de tía Dalma,
aunque tal vez dudaba de ello en ocasiones, ya que algún que otro objeto
desaparecido misteriosamente de la casa de la pitonisa, lo habían
indicado como el supuesto ladrón.

Jack y compañía entraron a la vieja cabaña y se encontraron entonces con
la ya nombrada hechicera, quien por su aspecto místico y extraño,
llamaba la atención de quienes no la habían visto nunca en sus vidas.

Tía Dalma era una bella mujer extraña, mística y sabia, de más edad
(aparentemente) que las dos jóvenes que habían venido a visitarla, pero
cuyos dientes dejaban mucho que desear, de piel oscura al igual que Ana
María, de cabello largo y moreno estilizado con rizos (rastas), vestida
femeninamente al estilo de la época pero con un provocador escote que
dejaba ver sus hombros desnudos. De carácter difícil y temperamental,
poseía una poderosa magia y conocimientos de leyendas marinas populares.
Su gran poder inspiraba respeto a quien quiera que la conociera.
Libertina y con un sentido del humor parecido al de Jack Sparrow, con un
estilo de vida realmente estrafalario.

-Vaya yaya, pero miren quién está aquí… -saludó con su forma sutil de
siempre-, el capitán Jack Sparrow convertido en una mujercita y un grupo
nuevo de amiguitos… -terminó de decir mientras les daba una buena mirada
a los tres hombres, especialmente a William Turner, a quien se le acercó
bastante para poder observarlo mejor, acto que no fue nada agradable
para Elizabeth, quien se interpuso inmediatamente, amenazándola con la
mirada.

-¡Oh! Ya veo que tienes una novia –dijo tía Dalma sin preocuparse por la
actitud de la joven-, en fin es una lástima… Pero también veo a otro par
de hombres más grandes pero no menos atractivos… -dijo mientras también
se les acercaba para verlos mejor, poniendo muy nervioso a Norrington,
pero bastante alagado a McKinley.

-Si quieres –propuso el traficante muy interesado-, podemos divertirnos
un rato los juntos.

-Está bien –aceptó la mujer sin titubeo alguno-, pero más tarde, después
de que termine con este asunto.

-Como guste, madame –le hizo una venia ante la sorpresa desagradable de
todos los presentes, menos de Beatriz y por supuesto de tía Dalma.
Después de todo, Henry McKinley podría ser un depravado, pero era un
sujeto mucho más atractivo que el joven William Turner.

La pitonisa puso entonces su atención en James Norrington, hizo una
mueca de negación y comentó:

-Contigo voy a hablar más tarde. –Le dijo, dejándolo perplejo, luego se
dirigió hacia el capitán Hector Barbossa y le preguntó:

-¿Cómo te fue en el rescate de Jack¿Te divertiste?

El aludido sonrió y le dirigió una burlona sonrisa a Sparrow y contestó:

-Claro que me divertí. Ver al tonto de Jacky convertido en una mujer es
algo que jamás me perdería de ver en este mundo.

-¡Oh¿Así que ahora te llamas "Jacky"? –le inquirió sonriente tía Dalma
al pobre de Jack Sparrow.

-No me parece divertido –declaró este muy molesto cruzándose de brazos.

-Tú siempre metido en problemas… -dijo sonriendo la mujer, amonestándolo
con la cabeza.

-Vinimos para que nos ayudara a romper el hechizo del anillo –dijo
Elizabeth yendo directo al grano-. Jack nos está volviendo locos con sus
tonterías.

-Oh, ya veo –dijo la extraña mujer con mucha tranquilidad mientras
tomaba asiento en su silla-, pero yo no puedo romper esa maldición.

-Entonces eso quiere decir que otro sí puede¿verdad? –preguntó Jack
mirándola, apoyando sus manos sobre la mesa cubierta de objetos vudú.

-Creo que primero debo contarles esta historia desde un comienzo
–aconsejó tía Dalma, y enseguida comenzó con su versión:

-Hace cientos de años, mucho antes de las épocas de las Cruzadas, en un
país musulmán del cercano oriente, existía un reino místico y poderoso,
lleno de incalculables riquezas, cuyo gobernante era un poderosísimo
Shake llamado Alí Tel Aviv…

Al escuchar Norrington el nombre de quien poseía o había poseído la
piedra mística, procuró poner más de su atención en aquella historia.

-Este monarca tenía un defecto muy grande, si se podría decir defecto
–aclaró la mujer con una pícara sonrisa-, le gustaban demasiado las mujeres.

-Excelente hombre, ese Shake -opinó el capitán McKinley, a lo que los
demás lo miraron con cierto desprecio.

-Pero este Emir estaba comprometido con una hermosísima mujer llamada
Jetzabel, a quien amaba muchísimo. Lo que no sabía Tel Aviv, era que
esta joven era una poderosa hechicera en las artes negras, cosa
prohibida en su religión. Jetzabel también lo amaba hasta la locura,
pero poco a poco comenzó a cansarse de los engaños amorosos a los que
era sometida por culpa de la afición que le tenía su prometido hacia
otras mujeres, los celos y la frustración llegaron hasta el punto de
que, en vez de amarlo, lo odiara con todas sus fuerzas, y entonces… -tía
Dalma tomó la mano de Jack y acarició el anillo-, decidió vengarse de
tal forma que a su prometido le dieran ganas de morir en vida. Tomó uno
de sus anillos y lo hechizó con una terrible maldición -miró al pirata a
los ojos-: "Que todo aquel que fuera hombre, ahora sea una mujer",
sentenció ella.

-¿Se quería vengar de los hombres convirtiéndolos en mujeres? –preguntó
Elizabeth extrañada.

-Así es.

-¿Pero en qué afectó al Shake? –preguntó William.

-Pues verás –dijo mientras soltaba la mano de Sparrow-, ella desapareció
para siempre después de que Alí Tel Aviv recibiera el anillo maldito, y
él jamás pudo encontrarla y ni siquiera pudo deshacerse del anillo por
más que tratara de tirarlo o destruirlo, el anillo siempre aparecía a su
lado. Con el tiempo, el Shake comenzó a perder la razón y murió
encerrado en una habitación desnuda, completamente loco. Se dice que se
convirtió en un alma en pena encarnada y que quien se ponga el anillo
será inmediatamente parte del harén maldito de este para siempre.

-Yo me escapé justo a tiempo –arguyó el capitán Sparrow orgulloso de su
hazaña.

-Pero él te perseguirá hasta el fin del mundo con tal de que seas su
concubina –agregó la adivina.

-Entonces, Alí Tel Aviv fue el que provocó el ataque a Port Royal
–concluyó el joven Turner.

-¿Atacó Port Royal? –Se sorprendió Gibbs-. Debo contarte que también
atacó Tortuga.

-¡¿Cómo?! –Jack Sparrow pareció preocuparse- ¿Atacó también a isla Tortuga?

-Pues, le cuento, mi capitán… -prosiguió el maestre:

-El día después de que usted desapareciera, una flota impresionante de
barcos árabes llegaron y nos atacaron. Luchamos contra ellos como
pudimos, pero perdimos completamente, así que toda isla "Tortuga" y
todos los barcos quedaron destruidos. Sospechábamos que lo que ellos
buscaban era a usted, pero al no encontrarlo allí, la flota árabe se
marchó, por lo visto, siguiendo su rastro hasta Port Royal. ¿Pero saben
qué fue lo extraño? Que ni la isla y ni los navíos quedaron
completamente destruidos como pensábamos, la impresionante flota enemiga
no era lo que creíamos. ¡Fuimos engañados totalmente por algo parecido a
una ilusión óptica!

-Igual que con Port Royal –asintió Will.

-Y cuando fuimos a rescatar a Jacky –agregó Barbossa, a lo que el
capitán Sparrow le clavó la mirada.

-Después de darnos cuanta de lo ocurrido –siguió Gibbs con su
explicación-, vinimos a pedir auxilio a tía Dalma, ya que esta situación
estaba fuera de nuestro alcance y entendimiento.

-Cuando ellos me vinieron con sus inquietudes y alegando que tú estabas
en peligro –siguió tía Dalma con la explicación-, les conté sobre la
leyenda de la Maldición de la Calavera y la Piedra Mística.

-Ya sabemos sobre la maldición –replicó Elizabeth-¿pero qué hay con esa
Piedra Mística?

-¡Oh¡Allí radica casi todo el poder del Shake Alí Tel Aviv! –Sonrió la
pitonisa-. La piedra, que le fue regalada al Shake por su amante, tiene
la capacidad de crear una especie de ondas eléctricas capaces de
confundir la mente y distorsionar así la realidad, provocando una
especie de miedo colectivo capaz de llevar a sus victimas al suicidio.

(Nota: NADIE había entendido lo de "ondas eléctricas")

Luego, tía Dalma miró directamente hacia Norrington, poniéndolo algo
nervioso, y luego comentó sonriendo malvadamente:

-¿Se imaginan si esa piedra cayera en manos de alguien perverso y
codicioso¡Sería el fin de la civilización como la conocemos!

-Tendríamos que destruir esa piedra –propuso William Turner con su
acostumbrado sentido del honor.

-Tienes razón, deberíamos hacerlo de inmediato antes que caiga en peores
manos –apoyó la señorita Swann, así como también la mayoría de los
presentes, exceptuando, claro, a James Norrington.

-Oigan –dijo preocupado Jack moviendo una mano ante ellos como si
quisiera llamar la atención-¿no se olvidan de algo¿Mi maldición por
ejemplo? A eso vinimos…

-¿Existe alguna manera de destruir la Piedra Mística? –preguntó el
muchacho haciendo caso omiso de las suplicas del pirata, quien bajó los
brazos completamente derrotado.

-Con unas palabras especiales se la puede destruir.

-¿Cuáles son esas palabras? –preguntó Gibbs.

-Esas palabras están escritas en un viejo pergamino que está oculto en
el Templo de la Hechicera.

-¿Y ese era…? –preguntó Elizabeth sospechando.

-El lugar de residencia de la amante del Shake Alí Tel Aviv: la
hechicera Jetzabel.

-Por lo visto –habló por fin Beatriz, sinceramente admirada-, esa mujer
era realmente muy poderosa.

-Demasiado, diría yo –replicó Will de mala gana.

-¿Sabe qué pasó con la hechicera? –preguntó el comodoro mientras el
pobre e ignorado Jack Sparrow comenzaba a pasear por toda la extraña
habitación mirando una que otra cosa rara, y de paso, llevársela a los
bolsillos.

-Nadie sabe con exactitud lo que ocurrió con ella –respondió tía Dalma-.
Algunos dicen que se fue al lejano oriente a aprender artes mágicas
chinas y que luego visitó Europa en su vejez , otros dicen que murió
inmediatamente después de haber creado la maldición del anillo, y otros,
que aún vive enclaustrada en su templo, sin tener ningún tipo de
contacto con el mundo exterior.

-¿Viva? –Preguntó Henry McKinley impresionado- ¡Debe ser una horrenda momia!

-¡Por favor¡No seas ridículo! –Exclamó James incrédulo- ¿Cómo puede
alguien seguir vivo después de cientos de años?

-Ella dijo: "aún vive" –aclaró Sparrow mientras miraba el sospechoso
interior de un frasco.

McKinley y el comodoro se le quedaron mirando.

-¿Y cómo podremos resistir el tremendo poder de la Piedra Mística?
–Preguntó Elizabeth muy preocupada, haciendo caso omiso de los otros
tres-. Será demasiado peligroso tratar de destruirla sin que caigamos en
su hechizo.

Mientras tía Dalma se levantaba, todos escucharon un repentino…

¡¡CKKRRAASSSHHH!!

Sorprendidos, todos volvieron sus rostros hacia donde provenía aquel
sonido, y vieron al capitán Jack Sparrow sosteniendo nerviosamente la
tapa del frasco que recién había roto cayéndosele en el suelo.

-Perdón… -dijo, poniendo cara de cachorrito en problemas.

Restándole importancia al asunto con un gesto de la mano, tía Dalma fue
al desván en busca de lo que quería darles, que luego de unos minutos de
revolver todos sus cacharros, por fin dio con ello. Después regresó con
una cajita de madera ante ellos y se la entregó a Elizabeth, quien la
tomó y la abrió, descubriendo en su interior unas cuantas piedritas blancas.

-¿Qué son? –preguntó la joven, a lo que Jack, quien estaba a su lado
husmeando con curiosidad el interior del cofrecito, respondió:

-Piedritas.

La joven Swann lo miró con una mirada extremadamente asesina.

-Son los restos de la Piedra Blanca –informó la pitonisa-, contraparte
de la Piedra Mística, capaz de neutralizar los efectos caóticos que ésta
provoca. Las dos fueron creadas al mismo tiempo por la hechicera
Jetzabel, pero con el paso de los años y un grave accidente durante una
excavación de los cruzados, fue destruida.

Luego, tía Dalma recogió unos cuantos camafeos de otra caja y fue
introduciendo cada piedra en cada uno de ellos, para luego entregárselos
a Jack diciendo:

-Mientras las tengan en ustedes, el efecto de la Piedra Mística no los
hipnotizará.

Todos se quedaron mirando los colgantes por unos momentos en silencio,
hasta que por fin William Turner habló:

-Bien, ya tenemos lo que queríamos, vamos a destruir esa piedra del
infierno.

-¡Muy bien! –dijeron casi todos, e inmediatamente se dirigieron hacia la
puerta de salida, todos, menos Jack Sparrow, quien se había quedado
parado al lado de tía Dalma con cara de consternación.

-¿Y mi maldición? –preguntó, sintiéndose solo y abandonado.



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