Fanfic Piratas del Caribe -La Maldición del Anillo de la Calavera- *Capítulo 27: ¿Otra Maldición?*

           Resumen de la historia: El capitán Jack Sparrow comete el gran error de ponerse un anillo maldito que lo transformará en mujer y le traerá un sin fin de problemas tanto a él como a quienes lo rodean, amigos y enemigos. Una elección que cambiará la vida y los destinos de todos, en especial del Comodoro James Norrington y el mismo Jack. Esta historia está ambientada después de la primera película y desarrollada durante la segunda y tercera película. Una historia larguísima pero muy entretenida, con drama, humor, acción y romance. ¡Que la disfruten!



PIRATAS DEL CARIBE: LA MALDICIÓN DEL ANILLO DE LA CALAVERA

SEXTA PARTE¿CÓMO ROMPER LA MALDICIÓN II?

Jack Sparrow se convierte en mujer gracias a la maldición de un anillo, en tu intento por volver a la normalidad, meterá en problemas a sus amigos y James Norrington caerá rendido a sus pies y hará hasta lo imposible para ayudar al atolondrado pirata que le robó el corazón. Una loquísima historia que comenzó como una broma y terminó como una gran historia de amor y aventuras.

Género: drama, amistad, acción, suspenso, humor, romance, violencia, aventura, fantasía, erotismo
Pareja: Jacky Sparrow/James Norrington. Elizabeth Swan/Will Turner
Personajes: Jack Sparrow/Jacky Sparrow, James Norringon, Elizabeth Swan, Will Turner, Hector Barbossa ¡y muchos más!
Calificación: para mayores de 18 años
Publicación:
Cantidad de palabras: variable
Duración: 67 capítulos la primera parte, 57 la segunda parte y 51 la última parte.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas.
Aclaraciones: Esta historia la escribí hace más de 10 años, es muy entretenida, no se arrepentirán de haber perdido el tiempo en leerla. Le tengo mucho cariño porque fue una rara mezcla que logré hacer con el drama, humor y acción. 
IMPORTANTE: contiene escenas subidas de tono XD


*Capítulo 27: ¿Otra Maldición?*


-Mi querido Jack Sparrow… -dijo suavemente tía Dalma mientras lo miraba
con cierta lástima ,luego de que los otros ocho hubieran vuelto a
entrar-, ¿en cuántos problemas te has metido ya? Deberías reconsiderar
un cambio de profesión, esta afición tuya de meterte en líos va a
costarte muy caro un día de estos, recuerda lo que te digo…

El pirata solo se limitó a encogerse de hombros ente la advertencia de
su amiga, él confiaba en que la buena suerte lo acompañaría siempre como
lo había estado haciendo todos aquellos años. Bueno, había tenido
algunos pequeños problemas, pero siempre había sabido arreglárselas para
salir airoso de ellos.

-Tú sabes que siempre seré un pirata, y no lo cambiaría por nada del
mundo -replicó-. ¿Sabes cómo puedo romper esta maldición, tía Dalma?

La pitonisa sonrió, y nuevamente fue a tomar asiento entre sus bártulos
de hechicería, se sirvió un poco de té y dijo:

-Creo que lo primero sería explicarte con todo detalle las maldiciones
que arrastra ese anillo.

-… ¿M-maldiciones…? –preguntó preocupado el capitán Sparrow.

-¿Acaso hay otra maldición aparte de la de transformarlo en mujer?
–inquirió Elizabeth asustada.

-Dijo "maldiciones", ¿no? –Replicó mordazmente Beatriz-, eso quiere
decir más de una.

La hija del gobernador de Port Royal, Elizabeth Swann, la asesinó con la
mirada al sentirse menospreciada.

-¡Esa es mi chica! –festejó el capitán del "Perla" la sagacidad de la
muchacha morena, a lo que Elizabeth también lo miró con gran desprecio.

-A parte de transformar a un hombre en mujer –preguntó Will-, ¿qué otra
maldición tiene?

-Tiene cuatro maldiciones más –respondió tía Dalma haciendo dicha
cantidad con cuatro dedos de su mano-: Ya sabemos que le otra maldición
es formar parte del harén del Shake Alí Tel Aviv. La tercera maldición
consta que de una forma u otra, cualquier hombre se sentirá
irremediablemente atraído hacia el hechizado, en menor o mayor grado, y
de diferentes formas.

Todos miraron a Jack como pensando: "¡Con razón!".

-¿Entonces no los atraigo por mi atractivo y maravilloso magnetismo
personal? (Miren que por eso tengo muchas fans) –preguntó él haciéndose
el consternado.

-No lo sé –fue la respuesta de la extraña mujer, y mirando hacia el
pequeño grupo masculino, agregó:

-Tal vez, alguno de ellos se enamoró de ti sin haber caído en el hechizo…

-¡Eso es una completa estupidez! –protestó el comodoro Norrington,
tratando de que los nervios no lo traicionaran, sintiéndose agredido-.
¡Todos sabemos que es un sucio pirata! ¡Nadie en su sano juicio se
enamoraría de él!

Todos lo miraron muy extrañados, especialmente Jack Sparrow, William
Turner, Elizabeth Swann y Gibbs, quienes lo conocían más que los demás.
Viéndose juzgado por sus inquisidoras miradas, James tragó saliva, se
cruzó de brazos prefiriendo quedarse callado, pues se estaba poniendo…
¿en evidencia…?

-¿Cómo puede ser de diferentes formas? –preguntó la hija del gobernador.

-Pues verás, querida… -comenzó a responder tía Dalma mientras se ponía
en pie y se dirigía hacia los hombres, y parándose en cada uno de ellos,
decía:

-Uno de ellos pude comportarse como un animal en celo…

Todos miraron al capitán traficante: Henry McKinley, quien les hizo una
venia.

-Otro podría tomárselo a broma… -siguió explicando, y todos miraron
hacia el capitán Héctor Barbossa.

-Eso no quiere decir que me guste –aclaró este.

-Otro podría ser su más ferviente servidor… -le dijo al maestre Gibbs,
quien se sorprendió muchísimo.

-No me había dado cuenta de ello –dijo este sorprendido.

-Ni yo tampoco… -opinó el capitán Sparrow mientras se ponía a prudencial
distancia de su segundo al mando, quien se sintió discriminado.

-Y otro podría portarse como un caballero –dijo mientras se acercaba a
William Turner.

-¡Lo sabía! –protestó la joven Swann mirándolo acusadoramente-. ¡Estás
interesado en Jack!

-¡No! Yo… -protestó nervioso su novio.

-Elizabeth, no sabes lo raro que sonó lo que acabas de decir –opinó Jack
Sparrow enarcando una ceja-. Pero la verdad, yo siempre creí que iba
escuchar eso de boca de Will, pero refiriéndose a ti sobre mí.

-Eso no es gracioso –protestó el muchacho.

-No pretendía ser gracioso… -replicó el pirata con una sonrisa
inclinándose un poco hacia él con los brazos abiertos.

William y Elizabeth se le quedaron mirando, extrañados, a lo que tía
Dalma agregó:

-Pero como sabemos que ustedes dos se aman, el hechizo no resulta tan
fuerte, por ahora.

-¿A qué se refiere con "por ahora"? –preguntó la muchacha preocupada.

-Que tu novio, querida, va a terminar totalmente enamorado de Jack y se
olvidará completamente de ti.

-¡¿Qué!? –se sorprendió Elizabeth, e inmediatamente tomó un cuchillo y
la mano de un asustado Jack Sparrow y pretendió cortar el dedo que
llevaba el anillo, pero gracias a la intervención de Will, Gibbs y
Norrington, pudieron detenerla a duras penas y quitarle el cuchillo para
el alivio del pirata.

-¿Y qué hay del comodoro Norrington? –Preguntó la incorregible Beatriz
con muy mala intención-. No dijo nada sobre él.

Todos miraron hacia el nervioso aludido y luego miraron hacia la
pitonisa, esperando una respuesta:

-Ya dije todo lo que tenía que decir –respondió esta, dejando a todos
con la duda, luego, tía Dalma siguió con su explicación:

-La otra maldición consta de que si no logras quitarte el anillo en el
lapso de un año, tu cuerpo quedará transformado para siempre en el de
una mujer, por más que después logres quitarte el anillo.

-Will –dijo Jack extendiendo una mano-, dame el cuchillo.

-No Jack.

-Pero aquí no acaban las maldiciones –aclaró la pitonisa con una sonrisa.

-Sorpréndeme –replicó Jack con tono de resignación.

-Se dice que si un hombre logra pasar la noche con el hechizado, éste se
convertirá para siempre en una mujer y será su esclava para toda la vida.

Todos se quedaron boquiabiertos, sobre todo el pobre de Jack Sparrow,
quien después de volver en sí, tomó una decisión muy drástica:

-¡Dame ese cuchillo! –dijo mientras se lo arrebataba y lo blandía hacia
arriba-. ¡Ni loco perderé mi libertad y seré esclavo de un hombre! (Qué
raro sonó eso) ¡Desde hoy usaré garfio!

-¡Pero Jack! –protestó Elizabeth preocupada.

-¡No me detengas! –Dijo este con un tono de falso dramatismo- Ya sé que
me quieres todo completo, mi querida Elizabeth, pero si deseas que
nuestro amor florezca, tendrás que amarme si una mano. Esto lo hago por
nosotros dos.

-¡Pero qué idiota eres! –se molestó la joven, y dándose media vuelta y
cruzándose de brazos, dijo:

-Si quieres, córtate el cuello también.

William Turner no sabía qué hacer, si ayudaba a su "amigo" o no.
Obviamente el maestre Gibbs quería evitar que su capitán se mutile,
tanto Hector Barbossa como McKinley y Beatriz estaban expectantes por lo
que ocurriría, y James, a pesar de que quería evitar la locura de Jack,
no quería ponerse otra vez en evidencia, así que una vez más, el pobre
estaba entre la espada y la pared, entre su mente y su corazón.

Tía Dalma ni siquiera movió un dedo cuando vio que el alocado y
desesperado intento de Jack Sparrow en cortarse la mano se llevaba a
cabo, que para la sorpresa de todos, no logró hacerse el más mínimo
daño. Extrañado, el pirata convertido en mujer, se miraba la mano
completamente ilesa.

-¿Qué paso? –preguntó extrañado William mientras le examinaba la mano y
comprobaba lo que habían visto-. No logró hacerse nada.

-No podrá quitarse el anillo haciéndose daño a sí mismo –contestó la
mujer-, sólo podrá quitárselo con el contra hechizo adecuado.

-¿Y sabe cuál es? –preguntó la joven Swann mientras Jack Sparrow se
dedicaba a recorrer todo el cuarto probando quitarse el anillo con una
cosa u otra que encontraba por allí, por más extraña que paresiera.

-No tengo la menor idea –contestó esta con gran indiferencia para la
desagradable sorpresa de todos-, pero creo que cuando vayan al Templo de
la Hechicera, Jack logrará saber la forma de quitarse el anillo.

-Entonces tenemos que marcharnos inmediatamente –dijo Elizabeth
decidida, y dicho al hecho, procedió a marcharse de allí seguida por los
demás.

-Esperen un momento –replicó tía Dalma mientras se ponía en pie y todos
se volvían para mirarla-, necesitan un mapa para encontrar el templo.
Tengo entendido que un tal Almirante Jacobson lo tiene en su poder.

-¿Almirante Jacobson? –Repitió el joven herrero-. ¿Y dónde podremos
encontrarlo?

-Eso no lo sé –fue la desesperante respuesta de la pitonisa.

-¿Y ahora qué vamos a hacer? –preguntó Elizabeth totalmente acabada-. No
quiero que Will se termine enamorando de Jack.

Todos la miraron un tanto confundidos con aquella declaración, sobre
todo su novio y el capitán Sparrow.

-Yo lo conozco –fue la declaración repentina del comodoro Norrington
para la sorpresa de los presentes-, se llama George Jacobson estudiamos
juntos en la escuela naval.

Miró a los cuatro piratas y les dijo con su habitual seriedad y arrogancia:

-Es uno de los mejores y más despiadados cazadores de piratas, casi
comparado con el coronel Cutler Beckett.

-Con eso ya sé lo despreciable es, y no me daría gusto conocerlo –opinó
Jack, quien ya había conocido al susodicho Beckett en el pasado y no le
había dejado gratos recuerdos.

-De todas maneras –replicó Elizabeth-, tenemos que apoderarnos del mapa
si queremos destruir la piedra y romper le maldición.

El comodoro Norrington comprendió que si quería conseguir la Piedra
Mística, tendría que ayudarlos en todo lo que pudiera, aunque
interiormente no quería admitir que realmente quería seguir estando al
lado de Jack Sparrow.

-Tengo entendido que Jacobson está en estos momentos en Londres para ser
galardonado por sus méritos -dijo.

-Pero no podemos ir y pedirle el mapa así nomás –opinó Elizabeth-, jamás
nos lo daría.

-Ni tampoco podemos ir con el "Perla Negra" –objetó William.

-No se preocupen –los tranquilizó el capitán (capitana) Sparrow-, creo
que ya se me ocurrió una gran idea al respecto.

Luego se volvió hacia la pitonisa y le dijo:

-Nos vamos, gracias por todo tía Dalma –acto seguido se dirigió hacia la
puerta con su peculiar forma de andar y le dijo a Henry McKinley:

-No te olvides del "pago", ¿eh?

Mientras su tripulación lo veía desaparecer por la puerta, la joven
Swann dijo preocupada:

-Espero que el plan de Jack no nos meta en más problemas…

-Mucho me temo que así sea –suspiró el joven Turner, como entregándose a
su destino.

Y mientras que todos comenzaban a irse de allí, la hechicera detuvo a
James por el brazo y se lo llevó a parte para hablar a solas con él.

-¿Qué es lo que quiere? –preguntó este algo molesto, como a la
defensiva, pues algo le incomodaba de esa mujer, era como si ella vería
a través de él y lo supiera todo.

-Ten cuidado con la desesperación –le advirtió esta con un susurro-,
tienes buen corazón, pero la desesperación te llevará a cometer errores
con lo que tendrías que pagar con tu vida. El destino del capitán Jack
Sparrow está en tus manos, piensa bien en lo que vas a hacer…

James Norrington se le quedó mirando por unos instantes, sorprendido,
pero enseguida se rehizo y se apartó de ella diciendo:

-No entiendo lo que dice, son solo cosas sin sentido. Deberá perdonarme,
pero debo marcharme de este asqueroso lugar.

Y dicho al hecho, se fue detrás de la tripulación del "Perla Negra",
dejando algo preocupada a tía Dalma pero en compañía de los servicios
Henry McKinley.

-Ten cuidado también con las decepciones… –murmuró.



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