Fanfic Piratas del Caribe -La Maldición del Anillo de la Calavera- *Capítulo 32: ¡Piratas!*

     Resumen de la historia: El capitán Jack Sparrow comete el gran error de ponerse un anillo maldito que lo transformará en mujer y le traerá un sin fin de problemas tanto a él como a quienes lo rodean, amigos y enemigos. Una elección que cambiará la vida y los destinos de todos, en especial del Comodoro James Norrington y el mismo Jack. Esta historia está ambientada después de la primera película y desarrollada durante la segunda y tercera película. Una historia larguísima pero muy entretenida, con drama, humor, acción y romance. ¡Que la disfruten!



PIRATAS DEL CARIBE: LA MALDICIÓN DEL ANILLO DE LA CALAVERA

OCTAVA PARTE: EL ALMIRANTE GEORGE JACOBSON

Jack Sparrow se convierte en mujer gracias a la maldición de un anillo, en tu intento por volver a la normalidad, meterá en problemas a sus amigos y James Norrington caerá rendido a sus pies y hará hasta lo imposible para ayudar al atolondrado pirata que le robó el corazón. Una loquísima historia que comenzó como una broma y terminó como una gran historia de amor y aventuras.

Género: drama, amistad, acción, suspenso, humor, romance, violencia, aventura, fantasía, erotismo
Pareja: Jacky Sparrow/James Norrington. Elizabeth Swan/Will Turner
Personajes: Jack Sparrow/Jacky Sparrow, James Norringon, Elizabeth Swan, Will Turner, Hector Barbossa ¡y muchos más!
Calificación: para mayores de 18 años
Publicación:
Cantidad de palabras: variable
Duración: 67 capítulos la primera parte, 57 la segunda parte y 51 la última parte.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas.
Aclaraciones: Esta historia la escribí hace más de 10 años, es muy entretenida, no se arrepentirán de haber perdido el tiempo en leerla. Le tengo mucho cariño porque fue una rara mezcla que logré hacer con el drama, humor y acción. 
IMPORTANTE: contiene escenas subidas de tono XD


*Capítulo 32: ¡Piratas!*


Sí, faltaban sólo unos días para llegar a Inglaterra, por eso nadie se
hubiera imaginado que serían atacados de repente por un barco pirata.

El ataque sorpresa se inició al amanecer, tomando desprevenidos a todo
el mundo, pero todos sabemos que cuatro pasajeros del navío mercantil
estaban muy bien preparados para enfrentar una situación así.

-¡Pero qué insolentes! ¡Atacarnos casi en aguas británicas! –exclamó
molestamente asombrado el comodoro Norrington mientras preparaba sus
armas para atacar a los posibles piratas que tratarían de abordar el barco.

-Así somos los piratas –replicó Jack con orgullo-, a nada le tememos y
no tenemos límites.

-Sólo unas pautas a seguir… -opinó Will con una hermosa sonrisa a la vez
que revisaba el filo de su espada.

-Exacto, pero más bien es una guía… –asintió el pirata mientras se
cercioraba que todas sus armas estuvieran en su lugar. Luego, haciendo
una mueca de disgusto, dijo:

-Lo que lamento es tener que seguir usando este horrible vestido. Es
incómodo y no podré combatirlos a gusto.

-Son piratas al igual que tú, Jack –dijo Elizabeth que también se
preparaba para la batalla-, ¿igual pelearás en contra de ellos?

-Ya te dije que los piratas no tienen honor –replicó James con antipatía.

-Y yo te dije que Norrington es un antipático –rebatió Sparrow, a lo que
el aludido lo miró molesto, pero el pícaro pirata sabía cómo manejarlo,
así que se acercó a él y le dijo en tono meloso:

-No te enojes así, Norri, ya sabes que todo lo que tú digas es la ley
para mí.

Al escuchar aquello, el pobre hombre se quedó sin habla, bastante
colorado, sólo tartamudeaba algo parecido a unas palabras. Will y
Elizabeth se les quedaron mirando, totalmente desconcertados, ¿qué
estaba pasando allí? Pero no hubo mucho tiempo para deducir las rarezas
de aquellos dos, ya que el ataque pirata comenzó con feroces cañonazos
al barco mercante, logrando destruir parte de su quilla y uno de sus
mástiles, evitando así, que tomara velocidad para darse a la fuga.

Mientras los cuatro subían a cubierta, pues habían estado en el camarote
de Will, Jack le dijo a Elizabeth:

-Si son piratas como yo o tal vez como Barbossa, nos salvaremos, pero si
no lo son, seguramente moriremos en sus manos si nos derrotan.

La joven Swann lo miró sorprendida, por primera vez desde que conoció a
aquel pirata tan extravagante y despreocupado, lo escuchaba hablar en serio.

-Si fueron tan atrevidos como para llegar hasta esta zona, es que son
piratas muy temerarios y sanguinarios –agregó el comodoro, cuyas serias
palabras llamaron la atención del muchacho, quien temió por la vida de
su prometida.

-¡Baja y escóndete! –le ordenó a Elizabeth.

-¡¿Qué?! –Se ofendió- ¡No lo haré! ¡Pelearé junto a ustedes!

-¡No! –Will se detuvo y tomó a la joven por los hombros- ¡Esto puede ser
realmente peligroso! ¡Podrían matarte!

-¡A ti también podrían matarte! –Replicó testaruda- ¡Quiero ayudar!

-¡Ayudarás mejor escondiéndote en la bodega! ¡Hazle caso a tu prometido!
–ordenó Norrington.

-¡Pero…!

-¿Alguna vez mataste a alguien a sangre fría? –Le preguntó el oficial a
la joven, quien lo negó lentamente con la cabeza-. Pues deberías saber
que es una experiencia bastante traumática cuando lo haces por primera
vez. No es un juego. ¿Entiendes, Elizabeth? Le quitas la vida de verdad
a una persona. Hay que estar preparado para eso, y aún así es horrible.
Esta situación no es como cuando conociste a la tripulación maldita del
"Perla Negra", esto es realmente peligroso. ¡Es una situación real!

Elizabeth Swann, como si no estuviera muy segura de lo que tenía que
hacer al respecto, miró suplicante al capitán Sparrow, alias, Katrina
Watson, como si esperara de él la respuesta a sus dudas.

-Eres inocente, Elizabeth –habló Jack muy en serio-, si ellos te
capturan, no soportarías todas las crueldades que harían contigo. Te das
cuenta a lo que me refiero, ¿verdad? Ellos son como animales.

La joven nada respondió, estaba tan pálida como un muerto. Pero claro,
Jack Sparrow no pudo con su genio, y agregó mientras se le encimaba con
cara libidinosa:

-… Es lo mismo que yo te haría si ahora fuera el de antes…

-¡Eres un asqueroso! –exclamó Elizabeth enfurecida mientras le sacudía
la cara a nuestro pobre pirata de un sonoro cachetazo. Pero tenía que
admitir que ya no estaba tan asustada como hacía unos momentos, la
desubicada intervención de Jack la había tranquilizado un poco. Suspiró,
y de mala gana dijo:

-Está bien, me quedaré abajo y me esconderé como una cobarde.

-¡Esa es mi chica! –festejó el capitán del Perla Negra.

-No festejes tanto, tú también eres una mujer y vas a tener el mismo fin
si te atrapan. –Replicó la joven Swann para la preocupación de los otros
dos hombres y el desagrado del aludido.

-¡Bah! –Jack hizo una seña de desentendimiento-, no es lo mismo, yo no
sufriré como tú, más bien lo disfrutaré.

-Es broma, ¿verdad? –preguntó Will receloso-, si te llegaran a agarrar,
serás mujer para siempre y también serás su esclava.

-¡Oh! ¡Es verdad! ¡Ustedes no saben nada! –replicó Jack Sparrow
sonriendo maliciosamente mientras pasaba su mano por el brazo del
sobrecogido y sonrojado comodoro Norrington-. Eso ya no me preocupa…

-¡¿Eh?! –exclamaron extrañados los otros dos, sin poder comprenderlo muy
bien.

Pero antes de que pudieran pensar más en las posibles respuestas a
aquellos dichos tan errantes del capitán Sparrow, un nuevo ataque pirata
sacudió la nave, tirando a todos por el suelo.

-¡Se acabó! –Exclamó James enfurecido mientras volvía a tomar su
espada-. ¡Odio a los piratas! ¡Acabaré con todos ellos!

-¡Vamos a luchar! –apoyó William mientras se ponía en pie dispuesto a
pelear.

-¡Que gane el mejor! –dijo Jack blandiendo felizmente su espada mientras
se dirigía hacia las escaleras.

Unos momentos después, el pobre Jack Sparrow veía tristemente cómo Will
y James le cerraban la puerta del camarote con llave.

-Lo siento, Jack –Elizabeth, que estaba detrás suyo, trató de
consolarlo-, sé lo difícil que es esto para ti.

El pirata se dio la media vuelta y sonrió pícaramente.

-No será tan difícil si ambos procuramos crear nuestra propia "diversión…"

-No comiences… -empezó a molestarse.

-Pero, Elizabeth… será divertido, ¿nunca experimentaste con otra mujer?
Podemos empezar ahora mismo… -se acercó lentamente a la chica con una
despampanante y atractiva sonrisa.

-Jack, si te acercas unos centímetros más, me veré obligada a golpearte
–amenazó la joven Swann.

Afuera, la batalla era encarnizada, los piratas que estaban atacando al
barco mercante eran unos forajidos dotados de una crueldad sin límites.
El comodoro James Norrington los había reconocido, eran los secuaces de
un conocidísimo y cruel pirata sin corazón: el capitán Bart "sangre
negra" Morgan. Los piratas Jack Sparrow, Hector Barbossa y Henry
McKinley resultaban un chiste al lado de él. Norrington pronto supo que
no tenían ninguna chance de ganar, nada podían hacer él y Turner junto a
una temerosa tripulación de un inofensivo barco mercante. Aquel
sanguinario pirata era responsable de la muerte de incontables hombres,
mujeres y niños, alguna vez fue atrapado, pero sus carceleros tuvieron
que pagar muy caro aquella afrenta. En resumen, era el pirata más temido
de todos los tiempos.

-Si ningún navío de la armada británica viene a ayudarnos, será mejor
que comencemos a rezar, joven Turner –le advirtió el comodoro mientras
tomaba posición junto al sorprendido muchacho en la balaustrada a un
lado del barco.

-Entonces será mejor que organicemos muy bien a estos hombres para que
podamos resistir lo más posible hasta que llegue cualquier clase de
ayuda –propuso Will con convicción.

-Será difícil hacerlo –replicó James mientras veía cómo aquellos
tripulantes corrían de aquí para allá enloquecidos por el miedo, sólo
algunos le hacían frente a la cruenta situación.

Pero William Turner, emprendedor como era, ignorando la opinión de
Norrington, trató de llevar a cabo su plan, sin embargo, el muchacho
apenas pudo hacerse escuchar por unos cuantos hombres nerviosos, quienes
consideraron que su plan era demente y peligroso.

Al joven herrero le tomó su tiempo convencerlos, y cuando por fin lo
logró, pudieron organizarse para atacar en conjunto con las pocas armas
que tenían. Como el comodoro James Norrington conocía estrategias
militares, obedecieron a sus férreas indicaciones y lograron darles una
buena batalla a sus atacantes por un buen rato, pero como era de
esperarse, ya no pudieron resistir por más tiempo. Los piratas eran como
animales salvajes, insaciables en su sed de sangre y destrucción, su
violencia era imparable para los pocos inexpertos que defendían el ya
perdido barco mercante.

Fue cuestión de pocos minutos, pero el abordaje de los pillos fue
inevitable y pronto nuestros protagonistas tuvieron que defenderse en su
propio territorio.

Mientras tanto, el capitán Jack Sparrow, golpeado recientemente en
defensa propia por parte de la joven Swann, no pudo aguantar por más
tiempo su forzado encierro, así que se decidió a escaparse de aquel
camarote como sea y salir a combatir contra los asaltantes. Su decisión
fue secundada por Elizabeth, ya que ella también estaba harta de
quedarse allí sin hacer nada, prefería subir a cubierta y pelear junto a
su prometido William, no le importaba las advertencias que le habían
hecho él, Jack y James. Si tenía que morir, moriría luchando. Si tenía
que matar, mataría. El capitán Sparrow no pudo más que admirar su
valentía, (y su tozudez).

Como "ambas" sabían que le habían echado llave a la puerta, decidieron
pensar la mejor manera de abrirla.

-¿Y si la tiramos abajo? –propuso Elizabeth.

-¿Cómo?

-Pues… ¿Qué te parece si utilizamos nuestros cuerpos?

-¡No! –negó asustado nuestro capitán mientras movía frenéticamente sus
manos recordando el incidente en el navío de Henry MacKinley: el
"Cazador de Doncellas"- ¡Ya lo intenté una vez y no resultó! ¡Casi me
disloqué el hombro!

-¿Entonces qué haremos? –preguntó fastidiada.

-No te preocupes, mira esto… –le dijo con una hermosa y atractiva
sonrisa, y de inmediato sacó su carabina y apuntó hacia la cerradura y
disparó sin titubeos, haciéndola pedazos, y por consiguiente, dejándolos
libres.

-¿Qué te parece? Un viejo truco para abrir cerraduras molestas –le dijo
mientras soplaba el cañón de su arma y daba las gracias a sus
"caballerosos" amigos que no les habían quitado las armas.

-¡Vamos, entonces! –exclamó la chica con espada en mano, pero antes de
que ella saliera, Jack la detuvo desde atrás tomándola por el hombro.
Elizabeth se dio media vuelta, intrigada.

-¿Qué pasa ahora? –preguntó.

Entonces, Elizabeth notó que el (o la) capitán Jack Sparrow tenía un
semblante muy serio, le iba a decir algo muy importante por lo visto. Si
él le pedía quedarse y esconderse, o hasta escapar del navío mercante,
ella no aceptaría de ninguna manera. Estaba lista para darle una
negativa directa.

-Prométeme que no le dirás a nadie la experiencia maravillosa que
pasamos nosotros dos juntos en este camarote. No quiero que Will se
ponga celoso y nos deje a las dos… -fue la sorprendente revelación.

La joven Swann quedó tan descolocada con lo que había escuchado, que
Jack lo aprovechó y salió antes que ella hacia la cubierta y le trancó
la puerta de salida, dejándola nuevamente encerrada en compañía de otros
asustados tripulantes que también estaban allí escondidos.

-¡Eres despreciable, Jack Sparrow! ¡Me engañaste! –exclamó enfurecida
mientras golpeaba frenéticamente la puerta sin lograr abrirla-. ¡Me las
pagarás!

Haciendo caso omiso a las protestas de la joven, el radiante capitán del
"Perla Negra" se unió fervientemente a la batalla, sorprendiendo a todo
el mundo, quienes sólo veían a una hermosa mujer esgrimiendo hábilmente
el sable.

Jack luchaba con una agilidad increíble, habituado ya a su menuda fuerza
femenina, sabía usar ingeniosamente cualquier objeto que se encontraba
al alcance de su mano en contra de sus contrincantes, noqueándolos
(estilo Jackie Chan). Peleaba tan magníficamente, que llamó la atención
de la persona menos indicada en aquella batalla, el capitán del navío
"La Maldición Oscura": Bart "Sangre Negra" Morgan.

-Parece que tenemos a una mujercita valiente en aquel apestoso barco
–opinó el desagradable pirata mientras observaba todo a través de su
catalejo desde su barco pirata, y sonriendo cruelmente, declaró:

-Abordaré inmediatamente a ese barco. Quiero atrapar a esa mujerzuela.
Pronto sabrá lo que es bueno para esa zorra. ¡Jah jah jah!




También te podría interesar...
ÚLTIMAS ENTRADAS PUBLICADAS

Comentarios

X Queridos visitantes: Únanse a las redes sociales del blog para estar en contacto si algún día es eliminado de nuevo.