Fanfic Piratas del Caribe -La Maldición del Anillo de la Calavera- *Capítulo 37: El Porqué de la Falsa Identidad*

         Resumen de la historia: El capitán Jack Sparrow comete el gran error de ponerse un anillo maldito que lo transformará en mujer y le traerá un sin fin de problemas tanto a él como a quienes lo rodean, amigos y enemigos. Una elección que cambiará la vida y los destinos de todos, en especial del Comodoro James Norrington y el mismo Jack. Esta historia está ambientada después de la primera película y desarrollada durante la segunda y tercera película. Una historia larguísima pero muy entretenida, con drama, humor, acción y romance. ¡Que la disfruten!



PIRATAS DEL CARIBE: LA MALDICIÓN DEL ANILLO DE LA CALAVERA

OCTAVA PARTE: EL ALMIRANTE GEORGE JACOBSON

Jack Sparrow se convierte en mujer gracias a la maldición de un anillo, en tu intento por volver a la normalidad, meterá en problemas a sus amigos y James Norrington caerá rendido a sus pies y hará hasta lo imposible para ayudar al atolondrado pirata que le robó el corazón. Una loquísima historia que comenzó como una broma y terminó como una gran historia de amor y aventuras.

Género: drama, amistad, acción, suspenso, humor, romance, violencia, aventura, fantasía, erotismo
Pareja: Jacky Sparrow/James Norrington. Elizabeth Swan/Will Turner
Personajes: Jack Sparrow/Jacky Sparrow, James Norringon, Elizabeth Swan, Will Turner, Hector Barbossa ¡y muchos más!
Calificación: para mayores de 18 años
Publicación:
Cantidad de palabras: variable
Duración: 67 capítulos la primera parte, 57 la segunda parte y 51 la última parte.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas.
Aclaraciones: Esta historia la escribí hace más de 10 años, es muy entretenida, no se arrepentirán de haber perdido el tiempo en leerla. Le tengo mucho cariño porque fue una rara mezcla que logré hacer con el drama, humor y acción. 
IMPORTANTE: contiene escenas subidas de tono XD


*Capítulo 37: El Porqué de la Falsa Identidad*


Isabel Jacobson, vestida con ropas de dormir masculinas, se acostó en su
mullida y enorme cama para descansar de aquel tumultuoso día y tratar
así de dormir hasta la mañana siguiente.

Isabel suspiró cansada y algo molesta, hasta para dormir tenía que
seguir representando su papel del almirante George Jacobson. A decir
verdad, ya se estaba cansando de toda aquella farsa, de no poder decirle
a su amigo James lo mucho que lo amaba, de no poder vivir una vida
normal como toda mujer que se precie… Suspiró nuevamente, daba gracias
que la suerte le sonriera una vez más y le haya puesto fácilmente en su
camino al capitán Jack Sparrow. Por fin acabaría con el último de los
piratas responsables del asesinato de su pequeña familia. Suspiró otra
vez y se revolvió en la cama. ¿Cuándo lo mataría? No lo sabía, pero lo
que sí sabía era que primero tenía que romper la maldición que había
caído sobre ese sujeto, pues de otra manera, sabía que James jamás la
perdonaría si a quien mataba era a su amada "Katrina Watson". Jack tenía
que, forzosamente, convertirse nuevamente en un hombre para que James
volviera a la normalidad.

Isabel volvió a removerse en la cama, y al darse cuenta de que no tenía
sueño, se levantó para dar una caminata en su amplia habitación hasta
que le diera sueño.

Caminó descalza por todo el salón, deteniéndose de tanto en tanto para
ver uno que otro recuerdo de su triste pasado. Vio el cuadro de su
familia: ella, sus padres y su hermano gemelo. En aquel entonces, allí,
ella tendría unos 8 años de edad, justo unos meses antes de que ellos
murieran. Su madre era hermosa y simpática, su padre era un hombre sabio
y bondadoso, y su hermano era un completo demonio, pero un demonio muy
querible.

Isabel cerró sus ojos con fuerza, tratando de reprimir sus deseos de
llorar, debía comportarse como un hombre. Los cuatro iban rumbo a las
Américas para ser parte de la colonización, pero un barco pirata
interceptó el navío mercante en que viajaban, y nada pudieron hacer al
respecto. La muerte de su familia a mano de aquellos desalmados piratas
fue terrible, abusaron y mataron de un disparo a su madre, a su padre lo
degollaron y a su hermanito lo ahorcaron por pura diversión. Y ella
había visto todo desde su escondite, absolutamente todo. ¿Cómo había
hecho para escapar de aquel horrible final? No lo recordaba, pero sí
recordaba todo el odio que comenzó a nacer en su pequeño corazón, quería
vengarse de aquellos rufianes que había asesinado a sangre fría a su
familia.

La joven almirante de 34 años dejó de mirar el cuadro de su familia y
caminó hasta el siguiente retrato de tu querido tío Christian Jacobson,
quien la había cuidado y apoyado en todo a lo largo de su vida.
Entonces, los lejanos recuerdos volvieron a su mente

Isabel, luego de ser rescatada unos días después por otro barco mercante
para entonces ser llevada a Lisboa, Portugal, fue adoptada por su tío,
el doctor Christian Jacobson. Éste la llevó a una solitaria villa en
España y allí permaneció ella, por un año completo en un mutismo total
hasta que un día, se decidió a actuar. Le había costado muchísimo
convencer a su tío, de ingresar a la Real Academia Naval para poder
convertirse en un soldado y así vengar a su familia. El problema no sólo
radicaba en la locura de la idea, sino que a las mujeres no se les
permitía hacer ningún servicio militar, apenas las hijas de acaudalados
lograban una mediana educación, pero ni ricas ni pobres lograban tener
decisión y libertad sobre sus vidas y destinos. Sólo existían para
casarse, servir al marido y tener hijos, no podían aspirar a seguir una
carrera o profesión. Pero su tío, como veía la madurez y la tozudez de
la niña, decidió apoyarla en todo.

Al comienzo fue difícil, pues acostumbrada a los modales propios de una
niña de su edad, le resultó ardua la tarea de convertirse en un niño,
cuyo nombre era George Jacobson. La idea de su tío consistía en hacerla
pasar por un niño, y como Isabel jamás había salido de la mansión en
donde vivía junto con él, a su tío no le costó nada decir a todos que
era su sobrino el que se había salvado, y no su sobrina. Y así comenzó
su vida haciéndose pasar como su hermano muerto George Jacobson, tubo
que aprender a comportarse como niño, a sentir como niño, a vestirse
como niño, terminó de aprender a leer, escribir y contar. Pasó un año de
duro aprendizaje, pero al fin todos sus esfuerzos dieron fruto cuando
fue aceptado como estudiante en la Escuela Naval. Para no ser
descubierto, su tío también ingresó a dicha institución para hacerse
cargo de las revisaciones médicas. Para no correr riesgos innecesarios,
ella tenía que prescindir de las amistades, aunque se estuviera muriendo
por la soledad.

Isabel dejó de mirar el retrato de su tío y sus ojos se posaron sobre su
diploma y varias medallas y sonrió. Sus seis años en la Academia habían
sido muy extraños, confusos recuerdos de tristezas y alegrías, de
conocimientos invaluables y crecimiento personal. Allí vivió acosada por
sus compañeros, quienes envidiaban su intelecto y rectitud, sus
profesores se enorgullecían de ser su mejor alumno, pero las pruebas
físicas habían sido una verdadera tortura para su femenina fuerza
muscular, pero ella no se había dado por vencida, se había esforzado
para lograr sus metas, y la fuerza y la velocidad fueron parte de sus
habilidades combativas. Pero lo que más le gustó de la Academia, fue
conocer a su único amigo, James Norrington, quien en un principio, había
sido uno de sus más acérrimos enemigos. Gracias a un incidente con sus
compañeros, James, sintiendose culpable, le había ofrecido su
incondicional amistad y apoyo, pasando a ser un héroe frente a los
infantiles ojos de Isabel. Y desde aquel día, el muchacho siempre la
defendería de sus nada amistosos compañeros de clase, sin saber siquiera
que su amigo era en realidad una niña.

La oficial se quedó pensativa por unos momentos, recordando el día en
que James, con sus 16 años recientemente cumplidos, tuvo que partir de
Inglaterra en un barco militar, rumbo a su primer viaje como oficial
raso. Aquella mañana, ella casi le había confesado su verdadera
identidad, ansiosa por contarle cuanto lo amaba en realidad, pero no
pudo hacerlo, su venganza estaba antes que su propia vida.

Luego, cuando ella cumplió los 16 años, tuvo la gran suerte de viajar en
el mismo navío militar que su amigo, y por supuesto, su tío la
acompañaba como médico de a bordo. Pero luego de unos meses de
navegación, lo que tuvo que ser un tranquilo viaje de preparación, se
convirtió en un viaje de terror al ser atacados por un barco pirata en
un día tormentoso. Todos los tripulantes de la fragata pelearon con
valentía, pero algo impensado ocurrió. Isabel, por querer evitar que una
bala impactara en su amigo James, lo empujó para ser ella quien la
recibiera, cayendo entonces al embravecido mar. Su amigo, al ver lo
ocurrido, también se lanzó al agua para rescatarlo, aunque aquella
acción significara morir ahogado.

El mar, encrespado, no dejó que los dos náufragos pudieran volver a
subir a bordo de su barco, por lo tanto, fueron arrastrados por la
corriente hasta una isla desierta, y allí, cuando James Norrington quiso
vendarle la herida de bala, supo que su gran amigo George Jacobson, no
era un hombre, sino una mujer.

Isabel no tubo que darle muchas explicaciones a James porque éste sabía,
por lo que ella le había contado en los años anteriores, el motivo de su
presencia en la milicia naval, lo cual, era la venganza. El que su amigo
fuese una mujer, lo había sorprendido bastante, pero después de todo,
seguía siendo la misma persona que había conocido todos esos años,
seguía siendo su mejor amigo.

Pasaron algunos días antes de que ambos fueran rescatados por su propia
embarcación, James Norrington le había prometido a Isabel que guardaría
con su vida el secreto de su verdadera identidad. Ella no tenía una
herida grave, y para que los demás no notaran algo "raro" en ella, James
le había prestado parte de sus ropas.

En un principio, el tío de Isabel, Christian Jacobson, no le había
gustado que Norrington supiera de la verdadera identidad de su sobrina,
pero al ver que era una persona de confiar y un buen amigo de Isabel, lo
aceptó como tal.

Pasaron los años, su único amigo había partido hacia Port Royal y la
carrera de George Jacobson fue un éxito total para su edad, gracias a su
inteligencia, valentía y sagacidad, había subido rápidamente grado por
grado hasta alcanzar el más alto rango de la armada naval: el
almirantazgo. Durante aquellos años, ella logró investigar los nombres
de todos los piratas que habían atacado a "La Gaviota", el navío
mercantil en el que ella y su familia habían viajado hacia América y
fueron atacados. Con los nombres escritos en unos archivos, comenzó a
buscarlos uno por uno y a hacerlos pagar por la muerte de su querida
familia, y ahora, el último de los piratas estaba allí en su casa, y
aquel pirata era nada más ni nada menos, que el capitán Jack Sparrow,
ahora convertido en una mujercita atolondrada llamada "Katrina Watson",
de quien Norrington estaba enamorado.

Isabel bufó fastidiada, sí, estaba celosa, ¿y qué?, lo había estado
muchas veces desde los 15 años, y sabía que nada podía hacer, ya que
había hecho una elección en su vida, y lo malo de aparentar ser un
hombre, era que no podía casarse más que con una mujer o vivir sola y
callar para siempre lo que sentía por James. Su simulada vida era una
soledad torturadora, a sus 34 años de edad jamás había besado a nadie, y
por consiguiente, jamás había estado con un hombre.

Odiaba y detestaba a "Katrina Watson" por hacer sufrir a su amado, y los
mismos sentimientos iban para Elizabeth Swann, ya que desde que había
sabido por las cartas de James, que éste quería casarse con ella para
luego ser rotundamente rechazado, había despreciado a esa mujer.

¡Oh! ¡Cómo le hubiera gustado confesarle su amor! Pero no podía, su
venganza estaba primero… ¿Y qué haría luego de matar a todos aquellos
sucios piratas? Bueno, Isabel había pensado con ser fiel a sus
sentimientos y contárselos a James Norrington, entonces ambos huirían
hacia América y vivirían juntos para siempre en la reciente ciudad de
Nueva York, donde nadie los reconociera. ¿Pero acaso él sentía lo mismo
que ella? No lo sabía, pero contaba con que así fuera, ya que su vida no
tendría más sentido después de haber completado su venganza.

Isabel Jacobson, alias, George Jacobson, se dirigió hacia su cama para
dormir luego de que revisara que todo estuviera bien cerrado y no
permitiera entrar a nadie. Y mientras se acostaba, había tomado una gran
decisión respecto a la maldición de Jack Sparrow.

Era el otro día, y nuestros cuatro protagonistas se encontraban
desayunando en la enorme sala que hacía de comedor, James, ya mucho más
repuesto, miraba con desaprobación a Will y a Elizabeth mientras
peleaban con "Katrina" para arrebatarle los licores que éste había
sacado sin permiso de la alacena.

-¡¿Pero cómo se te ocurre desayunar con Vodka, Jack?! –se quejaba la
joven Swann mientras trataba de quitarle dicha botella.

-¡Ssshiiit…! Aquí me llamo "Katrina", Elizabeth, no lo olvides –le
advirtió este mientras abría la botella y se llevaba el fuerte líquido
hacia su garganta.

-Eso lo dices cuando te conviene, ¿verdad? –se quejó Will.

-Exacto –asintió, incorregible.

Y sin que a Jack le diera tiempo para reaccionar, James Norrington le
arrebató la bebida y le dijo:

-Recuerda que como "Katrina Watson", respondes como mi prometida, por lo
tanto: ¡NA-DA DE RON! –y le quitó la botella.

-Pero si esto no es ron, es vodka.

-Es lo mismo.

-No, porque aparte de tener nombres diferentes, el ron está hecho de
caña de azúcar y el vodka está hecho de centeno, por lo tanto, tu
sentencia no me vale –y le arrebató la botella para llevársela a los labios.

-¡También va para el vodka! –insistió el comodoro mientras le volvía a
quitar dicho elemento.

Jack Sparrow frunció el entrecejo, e inmediatamente sacó otra botella de
entre sus ropas y se llevó nuevamente el contenido hacia su garganta
ante las miradas estupefactas de los otros tres.

-¡Te dije que nada de Vodka ni nada de ron! –se molestó su "Prometido".

-Pero no objetaste nada contra el Jerez –arguyó triunfante el pirata.

-¡También el Jerez! –exclamó con la paciencia ya agotada y le volvía a
quitar la botella, pero Jack sacó inmediatamente otra.

-¿Y eso qué es…? –preguntó fatigadamente James.

-¿Esto? Es Whisky, ¿quieres?

-No. ¿Qué más traes en tu vestido?

-¿A parte de mi cuerpo totalmente sexy? Bueno, a ver… -el dudoso capitán
del "Perla Negra" hizo como que contara en su mente para luego contar
con los dedos de su mano-, pues…: Absenta, Anís, Aguardiente, Brandy,
Chicha, Cachaça, Champán, Cerveza, Cóctel, Hidromiel, Ginebra, Grappa,
Orujo, Pisco, Ron, Sake, Sidra, Singani, Tepache, Tequila, Vino…, etc,
etc, etc.

Todos miraron muy sorprendidos al capitán Jack Sparrow.

"¿Todo eso tenía Isabel en su alacena?" –se preguntó James un tanto
confundido, no sabía nada de la afición de su amiga hacia la bebida.

-¿Y cómo escondes todo eso en tu vestido? –preguntó un curioso Will.

-¿No quieres venir a averiguarlo? –le preguntó seductoramente el
inescrupuloso pirata haciéndole un provocativo guiño.

-¡¡Sí!! –exclamó feliz el muchacho con un brillo libidinoso en sus ojillos.

-¡¡Te voy a matar, William Turner!! –Gritó Elizabeth muerta de celos
lanzándose contra su afligido novio.

Y mientras ellos dos armaban alboroto, James se mantenía pensativo con
su nuevo descubrimiento sobre su amiga, y Jack aprovechaba para tomarse
todo su contrabando, apareció el almirante George Jacobson y les dijo
tranquilamente sin prestar atención a lo que sucedía en el elegante comedor:

-Debo anunciarles, damas y caballeros, que debido a los problemas que mi
amigo James Norrington tiene para con ustedes, he decidido acompañarlos
en su viaje y ayudarlo en todo lo que me sea posible –y dicho al hecho,
George se marchó de allí totalmente imperturbable, dejando a todos
completamente atónitos.


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