Fanfic Piratas del Caribe -La Maldición del Anillo de la Calavera- *Capítulo 33: Sin Esperanzas ¿Acaso Todo Está Perdido?*

     Resumen de la historia: El capitán Jack Sparrow comete el gran error de ponerse un anillo maldito que lo transformará en mujer y le traerá un sin fin de problemas tanto a él como a quienes lo rodean, amigos y enemigos. Una elección que cambiará la vida y los destinos de todos, en especial del Comodoro James Norrington y el mismo Jack. Esta historia está ambientada después de la primera película y desarrollada durante la segunda y tercera película. Una historia larguísima pero muy entretenida, con drama, humor, acción y romance. ¡Que la disfruten!



PIRATAS DEL CARIBE: LA MALDICIÓN DEL ANILLO DE LA CALAVERA

OCTAVA PARTE: EL ALMIRANTE GEORGE JACOBSON

Jack Sparrow se convierte en mujer gracias a la maldición de un anillo, en tu intento por volver a la normalidad, meterá en problemas a sus amigos y James Norrington caerá rendido a sus pies y hará hasta lo imposible para ayudar al atolondrado pirata que le robó el corazón. Una loquísima historia que comenzó como una broma y terminó como una gran historia de amor y aventuras.

Género: drama, amistad, acción, suspenso, humor, romance, violencia, aventura, fantasía, erotismo
Pareja: Jacky Sparrow/James Norrington. Elizabeth Swan/Will Turner
Personajes: Jack Sparrow/Jacky Sparrow, James Norringon, Elizabeth Swan, Will Turner, Hector Barbossa ¡y muchos más!
Calificación: para mayores de 18 años
Publicación:
Cantidad de palabras: variable
Duración: 67 capítulos la primera parte, 57 la segunda parte y 51 la última parte.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas.
Aclaraciones: Esta historia la escribí hace más de 10 años, es muy entretenida, no se arrepentirán de haber perdido el tiempo en leerla. Le tengo mucho cariño porque fue una rara mezcla que logré hacer con el drama, humor y acción. 
IMPORTANTE: contiene escenas subidas de tono XD


*Capítulo 33: Sin Esperanzas ¿Acaso Todo Está Perdido?*


William Turner y James Norrington estaban tan concentrados en sus
propios combates, que pasó bastante tiempo antes de que se dieran cuenta
de que Jack Sparrow se había escapado de su encierro y estaba peleando
contra los asaltantes en cubierta.

Pero en un momento dado, Will, después de derrotar a un pirata, dirigió
su vista por unos segundos hacia donde se encontraba Jack, volvió luego
su mirada hacia el hombre caído sin asimilar todavía lo que había visto,
y en cuanto por fin lo pensó, volvió nuevamente la vista con más
rapidez, completamente sorprendido.

-¿Jack? –murmuró aún incrédulo por lo que veía, y allí estaba el
mencionado, manejando el sable a diestra y siniestra en contra de los
rufianes.

-¡Norrington! –avisó el muchacho- ¡Jack está aquí!

-¡¿Qué?! –exclamó sorprendido el avisado mientras luchaba contra otro
asqueroso pirata-. ¡Ese tonto! ¡Es muy peligroso que esté aquí! ¡Morgan
es un pirata terriblemente despiadado con las mujeres! ¡Ve por él y
mételo otra vez en su camarote!

-¡De acuerdo! ¡Y también veré si Elizabeth no se ha escapado junto con él!

"No me extrañaría eso en ella…" –pensó el muchacho sin titubeos, sin
saber que la pobre chica aún estaba encerrada en la bodega.

Y mientras se dirigía hacia donde estaba Jack, y peleaba contra quien se
le atravesara en el camino, Will ni siquiera pensó que el despiadado
capitán de "La Maldición Oscura", ya se había puesto en camino para
capturar a la misma persona.

Morgan, al igual que lo había hecho gran parte de su tripulación, se
subió a la barandilla de su barco y tomó una de las gruesas sogas que
colgaban de uno de los palos de los mástiles y se lanzó hacia el
indefenso navío mercantil, en la dirección en donde se encontraba la
mujer que sabía pelear tan bien, dispuesto a raptarla y llevarla a su
barco pirata y hacer de ella lo que se le antojara.

Mientras Jack Sparrow peleaba contra un pirata obeso, parecido a un
cerdo, no sólo en su aspecto, sino, por lo sucio que estaba; William
Turner, retrasado en su camino por quedarse a pelear contra todo pirata
que se le enfrentaba, haciendo lenta su llegada hasta su amigo, ninguno
de ellos dos se dieron cuenta que el horrible capitán Morgan estaba a
punto de saltar a cubierta, sólo James Norrington, que al momento de
dirigir su mirada a estribor, pudo notar aquel peligroso movimiento,
pero ya era demasiado tarde como para hacer algo, Bart "Sangre Negra"
Morgan, abordó la embarcación mercantil, cayendo de pie sobre la
cubierta, justo frente al sorprendido capitán del "Perla Negra".

-Por Dios… -apenas pudo murmurar el comodoro por culpa del frío
estremecimiento que había recorrido su espalda-, estamos perdidos…

-Maldición… -murmuró sorprendido el joven Will al ver llegar de repente
a aquel enorme hombre de barba oscura, con unos horribles ojos negros
inyectados en sangre.

De un solo, rápido y poderoso sablazo, el capitán Morgan aniquiló
rápidamente a su propio subordinado, el gordo que había estado peleando
con Jack Sparrow, dejando boquiabierto al mencionado pirata.

El capitán Jack Sparrow, se quedó como petrificado en aquel lugar,
completamente sorprendido, eclipsado bajo la horrenda presencia de aquel
mastodonte que se hacía llamar pirata, parado frente a él, sonriendo
perversamente. La sangre del pobre pirata asesinado, había regado el
piso de la cubierta, a Jack y a Morgan.

-Era un estorbo –se excusó sin el más mínimo remordimiento, luego guardó
su espada y dijo:

-Gusto en conocerla…, señorita.

Bart "Sangre Negra" Morgan, era alto, muy alto, seguramente pasaba los
dos metros, era de cuerpo grueso y musculoso, de barba y cabellos negros
largos igualmente enmarañados, de piel oscura bronceada por el sol,
llevaba tantos adornos en el cabello como en las orejas, usaba una banda
azul en la cabeza y también llevaba un gran sobrero negro sucio y ajado,
parecido al que tenía Barbossa. Los pocos dientes que tenía eran casi
negros por causa del tabaco que gustaba masticar. Usaba una larga casaca
negra, tan maltrecha como sus pantalones y sobrero, su camisa estaba
amarilla por el uso y la falta de lavado. Las botas eran también de
color oscuro al igual que sus guantes. Este horrible pirata olía peor
que todos los peces podridos del mar. Morgan era cruel, terrible e
insaciable por su gusto de ver sufrir a la gente. Era un pirata muy
impredecible gracias a sus violentos ataques ira, hasta su igualmente
cruel tripulación le tenía pánico, pues temían ser asesinados de un
momento a otro. Este violento pirata, no era bienvenido ni siquiera en
isla "Tortuga", ya que hasta los otros piratas sentían repulsión por su
persona.

"¡Bart "Sangre Negra" Morgan! –pensó asustado el pobre Jack- ¡el pirata
más temido de todos los mares! ¡Fui un tonto al salir del camarote!
¡Preferiría mil veces servir a Davy Jones en el Holandés Errante!".

Algo tembloroso, trató de dominar el natural impulso se salir corriendo,
en cambio, mientras sonreía nerviosamente, dijo:

-¡Ho-hola! ¿No te pareció muy excesiva tu entrada? Demasiada sangre,
diría yo…

-¡¡Cállate, maldita mujerzuela!! –exclamó de repente el aludido y de un
solo cachetazo mandó a Jack directo contra los toneles de manzanas,
dejándolo arrodillado y muy adolorido.

-Hablarás cuando yo te diga, perra… ¡Jah jah jah! –se burló.

-¡¡Maldito engendro!! –exclamó enfurecido Will Turner que por fin había
llegado hasta allí y lo atacaba con la espada, utilizando el impulso de
un salto desde la barandilla, pero aquel pirata era demasiado bueno para
las habilidades del muchacho, pues sacó rápidamente su espada y bloqueó
sin ningún problema aquel ataque, y con un fortísimo golpe de puño en el
estómago, lo mandó a estrellarse contra la pared, dejándolo tendido en
el suelo, atontado por un buen tiempo.

-Eres patético… -opinó Morgan y le escupió en el rostro, luego, se
dirigió hacia donde se encontraba nuestro desesperado protagonista,
dispuesto a llevársela a su barco como rehén.

Al ver al pobre Will desmayado, Jack entendió que estaba en él tener que
defenderse por sí mismo si no quería terminar en las sucias manos de
aquel lunático homicida, así que volvió a tomar su espada, que estaba
tirada al lado suyo, se puso en pie, dispuesto a luchar, y luego, salir
huyendo.

-¡Juah juah juah! –se rió Bart con ganas mientras volvía a sacar su
espada- ¿Acaso quieres pelear conmigo, mujerzuela? ¡Pero qué ocurrencia!
¡Juah juah juah!

Pero para sorpresa del capitán de la "Maldición Oscura", Jack Sparrow
salió corriendo sin más ni más, lo que provocó más furia en Morgan.

-¡Ven aquí, maldita mujerzuela! –exclamó- ¡No podrás huir de mí tan
fácilmente!

Mientras el desesperado capitán del "Perla Negra" corría por cubierta
tratando de tirarle todo objeto que podía para retrasarlo y así evitar
su captura, los perversos piratas que estaban al mando del capitán
Morgan, ya habían asesinado a la mayoría de los tripulantes de la
embarcación mercantil y pronto se dispondrían a prenderle fuego a toda
la nave.

Mientras tanto, James Norrington había logrado acabar con varios
enemigos antes de poder poner toda su atención en los problemas de
"Katrina Watson", desagradable fue su impresión cuando vio que su
"prometida" estaba a punto de ser atrapada por el tan temido pirata.

Acorralado en la popa, Jack Sparrow temblaba como una hoja ante la
inmensidad de su enemigo, que ningún objeto arrojado había podido
detenerlo. No tuvo otra opción que atacarlo.

El capitán del "Perla Negra" era muy hábil con la espada, pero esa
destreza nada se comparaba a la velocidad y brutalidad de Bart "Sangre
Negra" Morgan, quien lograba interceptar todos los golpes de esgrima que
Jack le propinaba. Morgan ni siquiera se esforzaba, nuestro pobre
protagonista no representaba ningún peligro para él.

En un momento dado, el temible pirata agarró con su mano el sable de
Jack y lo quebró, haciendo mil pedazos la hoja, dejando atónito a su
contrincante.

-Parece que se te acabó la suerte, perra –lo insultó mientras caminaba
lentamente hacia su asustada víctima y la tomaba de su fino cuello para
comenzar a levantarla del suelo, con una sonrisa siniestra en el rostro.

Aterrado y con dificultades para respirar, Jack sintió cómo sus pies
dejaban de tocar la cubierta, y tomando aquel brazo musculoso con sus
esbeltas manos femeninas, trató de soltarse, pero nada podía hacer
contra aquella demoledora fuerza.

Jack Sparrow nada podía hacer, y lo peor de todo, nada podía decir, pero
de pronto, una ayuda inesperada apareció.

-¡Suéltala inmediatamente, maldito! –ordenó el comodoro James Norrington
mientras corría hacia él con espada en mano listo para detenerlo.

El capitán Morgan se dio media vuelta para dirigirle una terrible mirada
asesina, tan amenazante, que el oficial (que estaba vestido como un
civil), se vio forzado a detenerse a causa del miedo que sintió, lo que
provocó una risa burlona en el pirata.

-¡jah jah jah! ¡Que alguien se encargue de ese estúpido cobarde!
–ordenó, para luego seguir apretando el esbelto cuello de Jack Sparrow,
alias "Katrina Watson".

James, petrificado en su sitio, no supo qué hacer, si dejar que aquel
lunático pirata acabara con Jack Sparrow o ayudar a "Katrina Watson". Si
al capitán del "Perla" moría, se vería libre de la maldición que tanto
lo atormentaba, pero el temor de perder a aquella mujer que tanto amaba,
invadía su corazón con una velocidad asombrosa, haciéndolo dudar. Por
otro lado, si Jack moría, no habría necesidad de buscar la forma de
romper el hechizo, y tal vez, los demás no se dignarían a buscar la
"Piedra Mística", por lo tanto, Lord Cutler Beckett no cumpliría con su
parte del trato. Entonces… ¿qué haría? ¿Arriesgaría su preciosa vida por
alguien que quizás estaba burlándose de él?

Norrington estaba lleno de dudas, pero lo que vería a continuación
aclararía todas sus dudas.

El pobre de Jack, ya casi por desmayarse y viendo que no tenía
escapatoria y que el cobarde de James Norrington dudaba en ayudarlo,
decidió jugar la última carta que le quedaba: el engaño.

Utilizando todas sus dotes actorales y persuasivas, miró suplicante al
comodoro y extendiendo temblorosamente su mano hacia él, dijo:

-… ¡A-ayúdame… James! … ¡A-ayúdame por favor…! … N-no olvides todo lo
que hemos pasado juntos… yo… ¡yo también te quiero!

-¡Oh! –exclamó Norrington totalmente asombrado, y en su interior, volvió
a sentir todo lo que había sentido por ella la primera vez que la había
visto.

"¡Pero cómo pude olvidarme de mi promesa de protegerla! ¡He sido un
embustero insensato!" –pensó, dejándose llevar por su tonto
sentimentalismo hacia alguien que no sentía nada por él.

A todo eso, Elizabeth Swann había logrado salir a cubierta gracias a un
pirata que había abierto la puerta, que una vez noqueado por la joven,
esta se vio libre para escapar de su encierro. Asustada e impresionada
por la batalla desigual que se daba en el barco, jamás pensó en
encontrar a su prometido Will Turner malherido.

-¡¡Will!! –exclamó llena de pánico al verlo tirado en la ensangrentada
cubierta, sin conocimiento, entonces, ella temió lo peor.

-¡¡Will!! ¡¡Will!! ¡¿Pero qué te pasó?! ¡¿Estás bien?! ¡¡Contéstame!!
–gritaba mientras lo daba vuelta y lo sacudía para despertarlo mientras
notaba aterrada sangre en su boca, entonces, las lágrimas de terror se
convirtieron en felicidad al ver que éste por fin volvía en sí.

-… ¡E-Elizabeth…! ¡¿Q-qué estás haciendo aquí?! –exclamó asombrado el
joven herrero al recuperar la conciencia y darse con la mala sorpresa de
ver allí a su prometida.

-¡Pero qué pregunta me haces! ¡Vine a ayudarte! –se molestó ella
mientras se enjuagaba las lágrimas de sus ojos.

-¡Esto no es un juego, Elizabeth! ¡Vete de aquí! –pidió Will mientras
trataba de levantarse, pero un terrible dolor que sintió en las
costillas, lo hizo quejarse de dolor para luego volver a sentarse en el
piso.

-¡Will! ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes? –le preguntó muy preocupada la
muchacha mientras lo abrazaba y lo veía sufrir de esa manera, ella jamás
lo había visto en ese estado, estaba completamente aterrorizada.

-… ¡É-él es muy peligroso…! ¡Son asesinos despiadados! –le contó muy
nervioso mientras le ponía la mano en la mejilla, con un semblante de
súplica- … ¡Vete de aquí, por favor, Elizabeth, por lo menos tú sálvate
de esta catástrofe…! ¡Ya todo está perdido!

-Pero, Will, no entiendo…

-… No quiero que te hagan daño, no a ti… Te amo, Elizabeth, y juro que
daría un año de mi felicidad por ahorrarte una hora de dolor… -y
diciendo esto, la besó tiernamente en los labios para luego decirle:

-¡Ahora vete de aquí! –suplicó.

-¡¡No!! –se negó rotundamente, de sus ojos brotaron lágrimas de dolor.
Ella jamás dejaría a su amado abandonado a su suerte.

-¡¡Vete, Elizabeth!! –ordenó Will- ¡No hagas que mis esfuerzos sean en
vano! ¡¡Vete y vive por los dos!!

-No… -apenas pudo decir ella, de pie, con la cabeza en alto, sollozando,
y cerrando fuertemente los puños, luchando contra su vehemencia de
quedarse a su lado o hacerle caso a sus palabras, pero no tubo que
decidirse, ya que algo llamó su atención tanto como la de Will.

-¡¡Bart "Sangre Negra" Morgan!! –Llamó el comodoro Norrington, por fin
decidiéndose a ayudar a Jack-. ¡¡Detente ya y deja a esa mujer en paz si
no quieres que acabe contigo!!–lo desafió James mientras acababa con un
espadazo a un pirata que iba a atacarlo.

-¿Y por qué tengo que hacerlo, señor importante? –se burló Morgan sin
siquiera inmutarse por él mientras seguía apretando el cuello de Jack,
haciendo que el comodoro se decidiera a jugar su carta más atrayente
para llamar su atención:

-¡Yo soy el comodoro James Norrington! ¡Oficial al servicio de la Corona
Inglesa! ¡Mandé a la horca a tantos piratas como me fue posible en el
mar del Caribe! ¡¿Y así te rehúsas a pelear contra mí, pobre pirata
descarriado?!

-¡Oh! –se asombró el capitán Sparrow al escucharlo, pues sabía lo que
eso provocaría en su atacante.

-… ¿Qué-acabas-de-decir…? –se enfureció el capitán Morgan mientras
soltaba a su presa que cayó pesadamente al suelo y tosía por la asfixia
que le había provocado-. ¿Acaso eres un maldito de esos que tanto odio?

-¡¿Eres sordo?! ¡¿O acaso eres estúpido?! –nuevamente le inquirió
desafiante, James, estaba dispuesto a salvar a "Katrina Watson", su
prometida, auque eso significara arriesgar su propia vida-. Dije que soy
el comodoro Norrington, oficial de la armada naval inglesa, y voy a
darte la lección de tu vida. ¡Prepárate!

-Eso, vamos a verlo… -sonrió el pirata mientras volvía a sacar su
espada, dispuesto a rebanarlo en mil pedacitos, pues odiaba con toda su
alma a los miembros del ejército inglés.

-¡¡Norrington, no lo hagaaas!! –exclamó Will mientras extendía su brazo
al darse cuenta de lo que podía ocurrir.

-James… -apenas pudo murmurar Elizabeth dándose cuenta por fin de la
gravedad de la situación en la que estaban metidos.

James Norrington, al ver que aquel enorme sujeto se le aproximaba para
liquidarlo, no pudo evitar dar un paso hacia atrás, sintiendo un miedo
horrible hacia él, pero no huiría por más que lo deseara, su amada
necesitaba de su ayuda y él se la daría.

Entonces, sin darle tiempo a reaccionar, Bart "Sangre Negra" Morgan,
descargó un terrible golpe de espada directo sobre la cabeza de su nuevo
contrincante, con toda la intención de matarlo.

-¡¡Escapaaa!! –pidió James a Sparrow mientras trataba de bloquear el
terrible golpe de espada que le había lanzado Morgan, pero el fuertísimo
impacto sobre su sable, hizo que el metal se hiciera añicos, permitiendo
así que el golpe fulminante cayera sobre él.

-¡¡NNNNNNNNNNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!! –gritó Elizabeth Swann,
incrédula ante lo que veían sus ojos. Conocía a ese hombre desde
pequeña, y jamás se hubiera imaginado verlo morir de esa manera.

Por primera vez en su vida, mientras el capitán Jack Sparrow veía
incrédulo cómo James Norrington caía pesadamente al suelo en medio de un
gran charco de sangre, se arrepintió de su mala costumbre de utilizar a
los demás. Por primera ves, se sintió culpable.

-¿Y ahora, quién sigue? –preguntó burlonamente el despiadado pirata
mientras sacudía la sangre del oficial de la hoja de su espada.



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