Fanfic Piratas del Caribe -La Maldición del Anillo de la Calavera- *Capítulo 15: Una Jugosa Propuesta de Lord Beckett*

               Resumen de la historia: El capitán Jack Sparrow comete el gran error de ponerse un anillo maldito que lo transformará en mujer y le traerá un sin fin de problemas tanto a él como a quienes lo rodean, amigos y enemigos. Una elección que cambiará la vida y los destinos de todos, en especial del Comodoro James Norrington y el mismo Jack. Esta historia está ambientada después de la primera película y desarrollada durante la segunda y tercera película. Una historia larguísima pero muy entretenida, con drama, humor, acción y romance. ¡Que la disfruten!



PIRATAS DEL CARIBE: LA MALDICIÓN DEL ANILLO DE LA CALAVERA

CUARTA PARTE: EN EL BARCO FANTASMA

Jack Sparrow se convierte en mujer gracias a la maldición de un anillo, en tu intento por volver a la normalidad, meterá en problemas a sus amigos y James Norrington caerá rendido a sus pies y hará hasta lo imposible para ayudar al atolondrado pirata que le robó el corazón. Una loquísima historia que comenzó como una broma y terminó como una gran historia de amor y aventuras.

Género: drama, amistad, acción, suspenso, humor, romance, violencia, aventura, fantasía, erotismo
Pareja: Jacky Sparrow/James Norrington. Elizabeth Swan/Will Turner
Personajes: Jack Sparrow/Jacky Sparrow, James Norringon, Elizabeth Swan, Will Turner, Hector Barbossa ¡y muchos más!
Calificación: para mayores de 18 años
Publicación: 1 capítulo cada sábado
Cantidad de palabras: variable
Duración: 67 capítulos la primera parte, 57 la segunda parte y 51 la última parte.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas.
Aclaraciones: Esta historia la escribí hace más de 10 años, es muy entretenida, no se arrepentirán de haber perdido el tiempo en leerla. Le tengo mucho cariño porque fue una rara mezcla que logré hacer con el drama, humor y acción. IMPORTANTE: contiene escenas subidas de tono XD


*Capítulo 15: Una Jugosa Propuesta de Lord Beckett*


Antes de que zarparan en un navío militar llamado "The Executor", el
Comodoro Norrington había sido llamado para presentarse ante el recién
nombrado Lord Cutler Beckett, por lo tanto, Elizabeth Swann había
aprovechado aquel contratiempo para regresar a su hermosa mansión para
cambiarse de ropas, en vez de llevar un hermoso y costoso vestido a la
moda, llevaría puesto ropas de un caballero, para así poder viajar más
cómoda. Mientras tanto, dejaron a Will Turner a cargo para que trazara
la ruta a seguir con ayuda de la brújula de Jack para encontrar al
dichoso barco árabe, si es que solo había uno.

James Norrington, a solas, ya ante la presencia del poderoso Lord en la
acomodada oficina de la East India Company, pronto sabría a qué atenerse.

-Lamento haberlo hecho llamar justo cuando estaba por hacerse a la mar,
Comodoro Norrington –se disculpó sólo por educación mientras terminaba
de acomodar casi con indiferencia unos papeles de su escritorio-. Pero
debe saber que tengo algo muy importante qué comunicarle.

-Mi Lord –dijo el Comodoro tratando de contener su necesidad de
apremio-, no es necesario que se disculpe, pero debo de confesarle que
no dispongo de mucho tiempo para…

-¿Rescatar al pirata Jack Sparrow? –dijo con tono suspicaz aquel maligno
caballero para sorpresa del militar.

-¿Mi Lord? –James quiso hacerse el desentendido, pero fue en vano, como
siempre, Lord Beckett estaba enterado de todo-. Creo que se equivoca, mi
prioridad es perseguir a estos criminales, atraparlos y llevarlos ante
la ley.

Cutler Beckett sonrió despectivamente sin siquiera levantar la vista
para mirarlo, luego, se levantó de su asiento y caminó hacia donde su
invitado estaba parado.

Lord Cutler Beckett trabajaba para la poderosa "East India Company" con
sede en Inglaterra, quien se encargaba de las colonias británicas en la
india y comercializar especias de dicho país en todo el mundo, todo bajo
el tutelaje de la corona inglesa. Era un hombre con demasiada sed de
poder, de grandes ambiciones, se podría decir de casi la misma edad de
Norrington. Llevaba, como todo caballero de buena posición social o
económica, el infaltable peluquín blanco terminado en cola de caballo,
de barbilla impecable. De ropas caballerescas a la moda, de modales
finos de caballero, todo eso escondía a un hombre frío, manipulador y
calculador, siempre enterado de todo lo que acontecía en el Caribe.
Había tenido tratos con Sparrow en el pasado, ya que Becket había sido
quien le marcó la letra "P" de pirata en el brazo, pero igualmente, le
guardaba un cierto rencor. En el pasado, Beckett había sido un
despiadado cazador de piratas.

-Yo conozco su secreto –le murmuró al oído al Comodoro, detrás de él-,
sé que realmente quiere ir a rescatar a "esa mujer".

James se volvió para mirarlo, con sus ojos grandemente abiertos,
totalmente sorprendido.

-¡Oh sí! Lo sé todo… -soltó una pequeña risita de desprecio-. Sé que el
muy estúpido se convirtió en mujer gracias a un anillo maldito, y
también sé que usted, sin saber quién era en realidad, se enamoró
locamente de ella.

-Yo… -quiso interrumpir, preocupado.

-¡Shit! Silencio. –Lo interrumpió para luego volver a sentarse en su
costosa silla y mirar hacia la pared que tenía en frente, lista para ser
pintada como un mapamundi.

-De nada sirve negarse –siguió hablando-, yo también estaría en su
situación por culpa de la maldición que porta ese pirata.

-¿Qué…?

-Olvídelo, Comodoro Norrington –dijo volviendo su atención hacia él-,
hablemos de negocios. Ya sabe usted que puedo acusarlo ante la corona
del imperio ingles por dejar escapar a dos piratas: a una misteriosa
mujer pirata, de quien sabemos que realmente se trata de Jack Sparrow,
con quien está sentimentalmente enredado, y a Henry McKinley, un
lunático pirata traficante de mujeres.

-¿Qué es lo que quiere de mí? –preguntó como a la defensiva.

-Píenselo bien, Comodoro Norrington –sonrió malignamente-, si usted no
quiere que haga público su pequeño "desliz" con Sparrow, tendrá que
hacer lo que yo le pida.

-Nadie le creerá –afirmó James con gran seguridad, ya que hasta a él
mismo le costó creerlo.

-¿Usted cree? –Se levantó de nuevo y se sirvió una copa de fino vino
español-. De todas maneras, si lo creen o no, su reputación no será la
misma, ¿verdad? Además, ya sabe que ese pirata, a pesar de ser astuto,
puede soltar la lengua sin quererlo, por ser tan… ¿distraído?

Norrington no dijo nada, sólo miraba a Lord Beckett con recelo y desprecio.

-Además –continuó hablando después de sorber el rojizo líquido-, pienso
darle a usted el título de "Almirante", ¿qué le parece? Lo que podría
costarle años conseguirlo, yo se lo daría en un segundo.

-¡¿Almirante?! –exclamó lleno de asombro James. ¡No podía creerlo! Ser
portador de semejante título era lo que más anhelaba en el mundo entero.
¡Sería poderoso! Y entonces, la parte fría y ambiciosa de su
personalidad, salió a flote.

-¿Qué es lo que tengo que hacer? –preguntó.

-¡Jah jah jah! –Se rió Beckett al ver que había podido corromper a
Norrington-. Te lo explicaré. ¿Has notado que algo extraño pasó el día
de hoy en Port Royal? Bueno, aquella ilusión tan poderosa
psicológicamente, fue provocada por una piedra mágica que está en manos
de un Shake inmortal llamado Alí Tel Aviv. Lo único que quiero es esa
piedra y nada más.

-¿Y qué tiene que ver Jack Sparrow en todo esto? –preguntó el Comodoro
extrañado.

-¿No lo adivinas? Pues bien, el dueño de ese anillo maldito es nada más
ni nada menos ese mismo Shake, justamente el que está detrás de todo
este asunto de querer atrapar a Sparrow.

-¿Y para qué lo quiere? –preguntó interesado.

-Para incluirlo en su harén, como concubina, es parte de la maldición.

-¿Cómo concubina? –no pudo evitar preocuparse.

Lord Cutler Beckett volvió a sonreír despectivamente al verlo actuar de
esa manera.

-Mire, Comodoro Norrington –dijo-, hagamos una cosa respecto a su
pequeño problemita sentimental.

-¿Qué cosa? –preguntó interesado.

-Usted me entrega la piedra, yo le consigo el título de Almirante, y
además, usted se queda con la mujer. ¿Qué le parece?

James Norrington se le quedó mirando por unos momentos, con el seño
fruncido, pensativo.

-No acepto eso –fue la sorpresiva respuesta-, no soy capaz de obligar a
nadie a amar a quien no quiere. Puedo robar la piedra y aceptar con
gusto el título que me ofrece, pero prefiero que Jack Sparrow vuelva a
su verdadero aspecto y así poder atraparlo y entregarlo a la justicia.

Lord Beckett lo observó con un brillo especial en los ojos.

-Tiene algo de caballero dentro de todo –dijo sonriendo mientras volvía
a acercarse a él-, pero debo confesarle, hasta advertirle, que usted
puede llegar a ser tan ruin como yo, si se lo permite. Por lo tanto,
piense en mi propuesta con Jack Sparrow, sería interesante verlo ejercer
de "ama de casa". ¿No le parece? ¡Jah jah jah! Sería una buena forma de
quitárnoslo de encima.

-No estoy de acuerdo –fue la firme respuesta de James.

-¿Ah no? Pues bien… -volvió a su asiento otra vez-. Pues en ese caso,
tráigamelo, le haré pagar por todo lo que me hizo.

-No habrá problema una vez convertido en hom…

-Alto. No me entendió usted. ¿No se dio cuanta? Yo me refería a que me
lo trajera como mujer, ya sabe, sería mucho más divertido así. Me
dijeron que como mujer, es muy atractiva y sensual, por lo tanto, quería
comprobarlo, ya sabe usted como. –Sus ojos brillaron con morbosa
satisfacción y una sonrisa siniestra se hizo notar.

"¡Maldito!" –pensó el Comodoro.

-Debe estar odiándome en este momento, Comodoro –habló como si lo
supiera-, pero he de recordarle lo que le ofrezco a cambio. Le sugiero
que lo piense detenidamente. Buenas tardes.

Viendo que ya lo estaba invitando a marcharse, el Comodoro James
Norrington apenas le hizo una pequeña e imperceptible venia y se marchó
de allí lo más rápido que pudo. Lord Becket se arrellanó muy divertido
en su sillón apenas lo vio marcharse. Si sus planes resultaban bien, ya
que era eso lo que esperaba, tendría el poder de la piedra y así podría
engañar a todos aquellos a quien quisiera confundir y utilizar, sería un
arma poderosa contra los ejércitos. Y si el estúpido de Norrington se
decidía, podría también tener a Jack Sparrow entre sus manos, convertido
en una mujercita.

"¡No sabes lo que te haría sufrir entonces, jah jah jah!" –pensó
saboreando la malvada idea.

Mientras tanto, el Comodoro caminaba deprisa por el puerto después de
que un carruaje militar lo llevara hasta allí, como en todo el camino
desde las oficinas de la "Compañía de Comercio de las Indias Orientales"
hasta allí, había pensado y repensado en la propuesta de Lord Beckett.
Lo de robar la piedra y llevársela (si es que existía en verdad), lo
haría sin problemas, pero lo de entregar a Jack Sparrow convertido en
mujer a manos de aquel despiadado asesino se piratas, lo dudaba
seriamente. Sabía de lo que era capaz de hacerle. Pero por otro lado, el
título codiciado de Almirante no podía dejarlo, era con lo que había
estado soñando toda la vida… Realmente no sabía qué hacer, estaba
totalmente confundido.

-¡Por fin llegó! –Protestó Elizabeth al verlo llegar-. Lo esperamos por
más de una hora. ¿En dónde estaba?

-El barco árabe debe estar más lejos aún, tenemos que darnos prisa
–apremió William.

-Ya les dije que no hago esto por es pirata –dijo sin ningún asomo de
emoción alguna mientras subía por el puente-. Suban ya, zarparemos de
inmediato.

Will y Elizabeth decidieron no decir nada más, pues parecía estar de
pésimo humor, así que decidieron subir a bordo y desear encontrar a Jack
lo más pronto posible. Ninguno de los dos sabía que el futuro de su
amigo dependía de la decisión de un hombre completamente confundido.

Mientras tanto, en el barco árabe, Jack Sparrow seguía quejándose sin
saber que su suerte pendía de un hilo gracias a Lord Beckett, a parte
también, claro, del Shake Tel Aviv.

-¿Es que no vamos a llegar nunca? –decía-. Ya estoy aburrido de todo
esto. ¿Y la comida? ¿Y el ron? Necesito ir al baño, ¿o prefieren que me
haga encima? ¿Acaso quieren que su Shake se case con una…

-¡Ya cállate! –exigió Abdul, ya con los nervios crispados por culpa de
Jack, aún así, se mantenía lejos de él.

-¿Qué te pasa? –Preguntó la lengua infatigable de nuestro capitán-. ¿No
te quieres acercar a mí? ¿Acaso estoy enfermo de la Peste Negra o algo
así? ¿O temes enamorarte de mí? Ya sé que soy irresistible, pero…

-¡¡Ya cállate!! –gritó enfurecido mientras le lanzaba un cuchillo que
fue a parar al lado de la cabeza de la pirata.

-Bueno, me callo. –Dijo Jack, ya más calmado.

Entonces se le quedó mirando al pelón, pensaba que quizás podría
manipularlo como había hecho con el tonto de Norrington. Tenía que
arriesgarse a intentarlo, tal vez resultaría y lo soltaría. Era algo que
tenía que intentar para verse en libertad.

"Y bueno, -pensó-, no pierdo nada con intentarlo



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