Fanfic Piratas del Caribe -La Maldición del Anillo de la Calavera- *Capítulo 20: El Capitán Barbossa y la Capitana "Jacky" Sparrow*

    Resumen de la historia: El capitán Jack Sparrow comete el gran error de ponerse un anillo maldito que lo transformará en mujer y le traerá un sin fin de problemas tanto a él como a quienes lo rodean, amigos y enemigos. Una elección que cambiará la vida y los destinos de todos, en especial del Comodoro James Norrington y el mismo Jack. Esta historia está ambientada después de la primera película y desarrollada durante la segunda y tercera película. Una historia larguísima pero muy entretenida, con drama, humor, acción y romance. ¡Que la disfruten!



PIRATAS DEL CARIBE: LA MALDICIÓN DEL ANILLO DE LA CALAVERA

CUARTA PARTE: EN EL BARCO FANTASMA

Jack Sparrow se convierte en mujer gracias a la maldición de un anillo, en tu intento por volver a la normalidad, meterá en problemas a sus amigos y James Norrington caerá rendido a sus pies y hará hasta lo imposible para ayudar al atolondrado pirata que le robó el corazón. Una loquísima historia que comenzó como una broma y terminó como una gran historia de amor y aventuras.

Género: drama, amistad, acción, suspenso, humor, romance, violencia, aventura, fantasía, erotismo
Pareja: Jacky Sparrow/James Norrington. Elizabeth Swan/Will Turner
Personajes: Jack Sparrow/Jacky Sparrow, James Norringon, Elizabeth Swan, Will Turner, Hector Barbossa ¡y muchos más!
Calificación: para mayores de 18 años
Publicación:
Cantidad de palabras: variable
Duración: 67 capítulos la primera parte, 57 la segunda parte y 51 la última parte.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas.
Aclaraciones: Esta historia la escribí hace más de 10 años, es muy entretenida, no se arrepentirán de haber perdido el tiempo en leerla. Le tengo mucho cariño porque fue una rara mezcla que logré hacer con el drama, humor y acción. 
IMPORTANTE: contiene escenas subidas de tono XD


*Capítulo 20: El Capitán Barbossa y la Capitana "Jacky" Sparrow*


Gibbs estaba angustiado, la batalla se les estaba poniendo en contra, ya
no podía controlar a sus hombres (ni siquiera al loro, que gritaba
histérico), la pobre Ana María hacía todo lo posible para repetirse
varias veces a sí misma que nada de lo que veía era cierto, pero
lamentablemente, también fue perdiendo el control poco a poco. Varios
tripulantes habían caído presa del miedo y por consiguiente fácilmente
muertos por flechas y algunos tiros verdaderos.

A ese paso, todos iban a morir sin remedio.

"Espero que Barbossa ya haya encontrado a Jack y haga uso de la otra
pócima que le dio tía Dalma" –pensó desesperado, tratando de mantener
una luz de esperanza.

Mientras tanto, en el barco árabe que ya estaba en peligro de naufragar,
otra batalla estaba a punto de comenzar...

La pelea de dos contra diez comenzó de inmediato, Barbossa se enfrentó
contra seis enemigos, unos de los cuales, era Abdul, en cambio, a Jack
le tocó pelear contra los restantes cuatro contrincantes, lo que no le
hizo mucha gracia, sentía como que lo subestimaban un poco por ser
mujer, pero igualmente, dada sus "encadenadas" circunstancias, no le
venían nada mal que sen pocos.

Estos enemigos eran de dos clases, cuatro, incluyendo a Abdul, tenían
apariencia humana, pero los otro seis eran cadáveres andantes, pero tan
ágiles como si estuvieran con vida.

El ex capitán del "Perla Negra", Barbossa, era tan ágil como su par
pirata, podía pelear contra los seis casi sin ningún problema. Saltaba,
evadía, atacaba a matar, pero siempre con un poco más de seriedad que
Sparrow. Abdul estaba interesado en rebanarlo en varios pedacitos, era
por eso que se concentró especialmente en un ataque agresivo, por lo
cual, Hector Barbossa tenía que tener especial cuidado para con él.

El verdadero capitán del "Perla Negra", Jack Sparrow, en cambio, tenía
serios problemas para poder defenderse de sus agresores, ya que contaba
con la gran desventaja de estar encadenado, pero de una forma u otra,
siempre lograba salirse con la suya. Utilizaba las cadenas de sus
muñecas para bloquear los ataques con las espadas, utilizaba la bola de
hierro para que sus enemigos se tropezaran con ella, se agachaba, se
hacía a un lado, utilizaba todo tipo de cosas y artimañas para
despistarlos, como así también, su infaltable torpeza que lo ayudaba en
las peores situaciones.

Pero por más que peleaban los dos y acababan con sus enemigos, éstos
volvían a levantarse para seguir combatiendo, lo cual se estaba poniendo
bastante monótono.

Una vez que Jack pudo ponerse espalda contra espalda junto a Barbossa,
le preguntó:

-¿Qué vamos a hacer? Esto se está poniendo tedioso, siempre se levantan
para seguir peleando. –Luego agregó:

-Me hace acordar cuando tú eras uno de ellos, y te digo que no me es un
recuerdo muy grato.

-Igualmente –respondió el aludido-, pero todavía sigo siendo un
revivido, estos, en cambio, SÍ son diferentes a mí.

-¿En qué? –Jack no lo entendió.

-Te lo voy a demostrar…

Pero no hubo tiempo para demostraciones, ya que Abdul y los demás los
rodearon para seguir atacándolos, "matar" (si es que podían) a Barbossa
y atrapar a Jack Sparrow. Esta vez, ambos piratas decidieron unir sus
fuerzas y atacar en conjunto a sus enemigos. Pero esta pareja de
espadachines fue un tanto desastrosa en un comienzo, ya que sus
combinaciones fracasaban cuando Barbossa intentaba tomar a Jack por la
cintura y hacer que patee a sus contrincantes, utilizando de paso su
esfera de hierro, pero lo único que lograba es que Jack lo golpeara sin
querer en la entrepierna y lo hiciera arrodillarse de dolor, y también
cuando el capitán Sparrow trataba de "maniobrar" a su antiguo camarada
para hacer unas volteretas para confundir al enemigo y hacer que los
atacara con su espada, lo único que lograba es que ambos terminaran en
el suelo.

Y así estaban las cosas cuando ambos notaron que Abdul y sus violentos y
extraños compatriotas se reían de ellos y de sus vanos intentos de
cooperación.

-Creo que somos el hazmerreír de esos sujetos árabes. –Dijo Jack
mientras estaba tirado en el suelo de la cubierta, medio mareado y
bastante cansado.

-Se reirán de ti –replicó Barbossa también tirado en el suelo al lado de
su antiguo capitán un tanto irritado-, tú eres el patético en esta historia.

El aludido le blanqueó los ojos y luego le propuso mientras se ponía en pie:

-¿Qué te parece si lo intentamos de nuevo y le demostramos los que somos
capaces de hacer?

Hector Barbossa también se puso en pie.

-Te advierto que si vuelves a hacer otra payasada más, te entregaré a
ese gordo pelón y me iré de aquí con el "Perla".

-Vaya, yo también le dije "gordo pelón" al turquito –comentó Jack
haciendo oídos sordos a la anterior advertencia.

Abdul sonrió al ver que nuevamente intentarían combinar sus habilidades
piratas, sabía que sería una pérdida de tiempo pelear contra ellos, pero
como la tripulación del barco pirata estaba a punto de enloquecer hasta
la muerte, y luego él, sus pocos sirvientes y la prisionera abordarían
dicho barco, ya que la embarcación árabe estaba a punto se zozobrar, no
perdía nada con ver a sus estúpidos enemigos hacer el ridículo una vez más.

Pero esta vez no fue como el árabe esperaba, ya que esta vez Jack y
Barbossa pudieron combinar sus habilidades en una sola, logrando así una
especie de "baile" armonioso utilizando las cadenas y la espada como
ataque y defensa. Confundían a sus enemigos con algunas volteretas y los
atacaban de repente, a veces el mono Jack los ayudaba, otras veces
Sparrow los atrapaba con la cadena de sus muñecas y Barbossa aprovechaba
el momento para clavarles la espada, pero por más bien que estuvieran
peleando, el enemigo volvía a levantarse, salvo algunas excepciones, ya
que dos de ellos se convirtieron en arena cuando apenas el pirata los
ensartó a muerte.

¡Demonios! –se quejó Jack Sparrow al ver que uno de sus atacantes volvía
a ponerse en pie apenas lo habían derrotado-. ¿Es que estos no se van a
morir nunca?

-Nunca morirán porque nunca estuvieron vivos, Jacky-. Respondió Barbossa
mientras se paraba al lado de su compañero-. Ellos sólo son pura ilusión.

Apenas terminó de decir esto, Jack se paró frente a él y le replicó muy
molesto:

-Tú serás pura ilusión si vuelves a llamarme "Jacky" una vez más…
-luego, su expresión cambió a una de duda e incredulidad al asimilar lo
escuchado y preguntó:

-¿Qué quieres decir con eso de que nunca tuvieron vida?

Pero Barbossa no tubo tiempo para responderle, ya que Abdul los había
escuchado y decidió acabar con su enemigo de una vez por todas antes de
que hiciera más de lo necesario. Por lo visto, aquel pirata sabía mucho
más al respecto.

Aprovechando que le había vuelto la espalda, el árabe lo atacó
rápidamente con su sable turco, pero al atacado pudo bloquearlo y de
inmediato sacó una botellita que contenía un líquido azul de su casaca y
se la mostró.

-¿Ves esto condenado árabe? ¡Con esto se te acabarán las tretas! –y lo
lanzó inmediatamente al suelo.

-¡¡NO!! –gritó desesperado.

Pero Abdul no pudo evitarlo, el frasco que Barbossa había tirado sobre
cubierta se rompió en mil pedazos liberando así una espesa niebla
azulada que invadió todo el lugar, como había hecho antes Gibbs en el
"Perla Negra", por lo tanto, todo efecto ilusorio desapareció, dejando a
la vista solo lo que realmente era de verdad: el viejo barco árabe,
Abdul, y unos cuantos sirvientes árabes.

-N-no lo puedo creer –opinó Jack impresionado mientras miraba a su
alrededor, aún sin poder entender exactamente lo que pasaba. -¿Qué
significa todo esto?

-Que todo lo que creíste verdadero, era una completa mentira. –Respondió
su par pirata, olvidándose por unos momentos de unos de los pocos
enemigos de los que había de cuidarse.

El árabe Abdul estaba completamente furioso, ya era la segunda vez que
estropeaban sus artimañas. Aquel maldito pirata lo pagaría bien caro,
aún no era demasiado tarde, aún tenía a la mujer y no tenía que dejar
que se la llevaran. Y sin que Jack ni Barbossa se lo esperaran, Abdul
atacó a este último por la espalda y lo atravesó hasta el abdomen con el
sable, sintiéndose triunfante.

-No debiste haber hecho eso… -le advirtió Jack al árabe mientras miraba
a su compañero sin inmutarse siquiera por aquel cruel ataque.

-¡¿Cómo?! –exclamó el aludido un tanto sorprendido y preocupado.

Y sin darle tiempo a nada, Barbossa le clavó su espada en el abdomen con
un movimiento hacia atrás, sin siquiera mirarlo, entonces, Abdul soltó
su sable totalmente consternado y sorprendido ante aquel extraño hecho,
pues lo había creído acabado, para luego poner los ojos en blanco y
convertirse su casi musculoso cuerpo en arena para luego desparramarse
por la cubierta y ser llevado por la brisa marítima hacia el cielo.

-Eso sí que fue un tanto extraño –comentó el capitán del "Perla"
mientras veía cómo su antiguo carcelero desaparecía ante sus ojos.

Y mientras Barbossa terminaba de encargarse de los pocos que quedaban a
bordo del barco árabe convirtiéndolos en arena, Gibbs y toda la
tripulación del "Perla Negra" festejaban su victoria y el rescate de su
querido capitán Jack Sparrow.

A todo esto, en el momento justo en que el Comodoro Norrington estaba a
punto de dar la orden de ataque, William Turner lo detuvo de inmediato
al notar que algo sucedía en el campo de batalla, como si todo hubiera
terminado ya.

-Parece que sus amigos ganaron la batalla –dijo el Comodoro mientras
miraba hacia los dos navíos a través de su dorado catalejo.

-¡Rescataron a Jack! –festejó llena de felicidad Elizabeth, sintiéndose
ahora menos culpable por haberlo entregado antes, ansiosa por verlo
nuevamente aunque ahora tuviera la apariencia de una mujer.

-Sólo espero que no lo hayan hecho sufrir durante su cautiverio –comentó
Will preocupado.

Elizabeth Swann lo miró entonces otra vez nuevamente preocupada, luego
dirigió su vista hacia el barco turco a medio hudir, rogando que su
prometido tuviera razón. Ella no estaría tranquila hasta verlo otra vez,
con la picardía que siempre lo caracterizaba.

James Norrington nada dijo, pero él también esperaba lo mismo que los
otros dos.

Mientras tanto, cuando toda la tripulación del "Perla" esperaba ansiosa
por ver de vuelta a su capitán, se volvieron locos de alegría al verlo
aparecer en la cubierta del ya condenado al naufragio barco árabe
portando todas sus cosas al lado de Hector Barbossa, pero mayor fue su
sorpresa el ver la siguiente escena:

El capitán Jack Sparrow al ver a toda su tripulación esperándolo, no
pudo resistir el deseo de aprovechar el momento de gloria y decir unas
cuantas palabras grandilocuentes hacia ellos y hacia su persona. Caminó
hacia la barandilla y dijo:

-¡Mi querida tripulación…!

Pero nada más pudo seguir diciendo, pues Barbossa que estaba a su lado
con el monito "Jack" en su hombro, quien había reaparecido después de
pasado el peligro, le habló:

-Oye, Jacky…

-¿Qué quieres? ¿No ves que estoy en mi momento de gloria? Además, no
vuelvas a decirme "Jacky", no me gusta, mi verdadero nombre es Jack.

Pero el pirata no le hizo ningún caso y siguió hablando:

-¿Acaso no te dije que yo soy ahora el capitán del "Perla Negra"? –Fue
la tranquila y sorpresiva revelación.

-¡¿QUÉ?! –se sorprendió desagradablemente Sparrow- ¿Acaso te volviste
loco? ¿Quieres quitarme otra vez mi amado "Perla"?

-No es tan así –explicó Barbossa mientras se le acercaba lentamente-, tú
ahora eres una mujer, y ya sabes que un hombre es el indicado para
capitanear los barcos, pues yo soy el indicado para eso.

-¿Y quién te dijo que eras un hombre? –fue la sarcástica opinión de Jack.

Barbossa siguió ignorándolo y se acercó más y más hacia su par pirata,
diciendo suavemente:

-Ahora tengo otra vez mi propio navío y a una linda chica para que sea
mi novia.

-¡¿Eh?! –se sorprendió Jack.

Hector Barbossa sonrió, y sin darle tiempo para reaccionar, tomó a la
pirata entre sus manos y le estampó un gran beso, por cierto, bastante
desagradable para Sparrow, que se había quedado como congelado ante
semejante situación.

-Esto va a empeorar entes de mejorar… -fue la opinión de un cansado
Gibbs al ver semejante escena, adivinando lo que le esperaba en el
futuro con aquellos dos juntos.

Y mientras toda la tripulación del "Perla Negra" se encontraba atónita
por esto último, el otro sorprendido era el Comodoro Norrington, quien
había visto todo lo ocurrido en el barco árabe con su catalejo.

-No… se preocupen, Jack Sparrow está muy bien –apenas pudo decir a Will
y Elizabeth mientras sentía, sin quererlo, que poco a poco lo estaban
invadiendo unos terribles celos

-Capitán Jack Sparrow, Comodoro Norrington –aclaró Will sintiéndose
totalmente feliz al igual que su compañera mientras veían con alegría
que todo estaba bien. Pero nada se imaginaban estos dos, los problemas
que seguiría trayendo la maldición del anillo sobre Jack Sparrow y todo
ellos.


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