Fanfic Piratas del Caribe -El Libro del Destino- *Capítulo 4: Un Perverso Plan*

                                          Resumen de la historia: El capitán Jack Sparrow comete el gran error de ponerse un anillo maldito que lo transformará en mujer y le traerá un sin fin de problemas tanto a él como a quienes lo rodean, amigos y enemigos. Una elección que cambiará la vida y los destinos de todos, en especial del Comodoro James Norrington y el mismo Jack. Esta historia está ambientada después de la primera película y desarrollada durante la segunda y tercera película. Una historia larguísima pero muy entretenida, con drama, humor, acción y romance. ¡Que la disfruten!



*PIRATAS DEL CARIBE: EL LIBRO DEL DESTINO*

PRIMERA PARTE: PLANES


¡Jack y Jacky se separaron! ¡ahora son 2! ¡Un hombre y una mujer! ¡Doble problemas para todos! ¿Lograrán cambiar sus destinos y el de los demás? Continuaciòn de La Maldición del Anillo de la Calavera. James y Jacky pasan su primera noche juntos...¿pero será la última?

Género: drama, amistad, acción, suspenso, humor, romance, violencia, aventura, fantasía, erotismo
Pareja: Jacky Sparrow/James Norrington. Elizabeth Swan/Will Turner
Personajes: Jack Sparrow/Jacky Sparrow, James Norringon, Elizabeth Swan, Will Turner, Hector Barbossa ¡y muchos más!
Calificación: para mayores de 18 años
Cantidad de palabras: variable
Duración: 67 capítulos la primera parte, 57 la segunda parte y 51 la última parte.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas.
Aclaraciones: Esta historia la escribí hace más de 10 años, es muy entretenida, no se arrepentirán de haber perdido el tiempo en leerla. Le tengo mucho cariño porque fue una rara mezcla que logré hacer con el drama, humor y acción. 
IMPORTANTE: contiene escenas subidas de tono XD


*Capítulo 4: Un Perverso Plan*


Ninguno de los dos podía creer lo que sus ojos estaban viendo¿cómo era
posible que hubieran dos Sparrow¿Un Jack y una Jacky¿Cómo podía ser eso
posible¡Se suponía que la Maldición del Anillo de la Calavera ya se
había roto!

Tanto el uno como la otra estaban parados frente a frente, incrédulos
ante lo que veían. ¿Sería acaso una visión? Ambos achicaron los ojos, se
inclinaron un poco hacia atrás, observándose detenidamente. Los dos
sentían tanto curiosidad como miedo.

Durante un largo rato, en completo silencio, ambos se miraron con
recelo, examinándose, y luego, como si fueran la cosa más extraña del
mundo, cada uno al mismo tiempo comenzó a moverse alrededor del otro
para inspeccionarlo cuidadosamente, inclinando la cabeza, alzándola,
agachándose un poco, y llevando las manos hacia atrás con una mirada
escéptica en sus rostros. Cuando terminaron dicha investigación, Jack
fue el primero en hablar:

—¿Quién eres tú¿Eres Jacky?

—Te equivocas, no soy Jacky, soy Jack Sparrow, el capitán Jack
Sparrow¿sabe? —replicó la aludida un poco ofendida— ¿Por qué te pareces
tanto a mí?

—¡Mientes con tus amarillos dientes¡Aquí yo soy el único e inigualable
capitán Jack Sparrow¡Y tú eres la que se parece a mí cuando yo era una
exuberante mujer!

—¿Me acusas de mentiroso¡Tú eres el que miente¿Por qué mejor no me
explicas cómo puedes ser tú el capitán Jack Sparrow cuando yo soy el
verdadero capitán Jack Sparrow?, porque si yo no fuera el capitán Jack
Sparrow, entonces tú serías, en realidad, el capitán Jack Sparrow, cosa
que eso no es cierto, porque YO soy el verdadero capitán Jack Sparrow y,
que por consiguiente circunstancia, causa y razonamiento, tú no eres el
capitán Jack Sparrow que tanto declaras ser.

De inmediato, el aludido replicó muy molesto con la misma jerga
ininteligible:

—¡Ah, no! Tú no puedes ser el capitán jack Sparrow porque el capitán
Jack Sparrow es un hombre y tú eres una mujer, eso quiere decir que yo
soy el verdadero capitán Jack Sparrow porque soy un hombre, por lo
consiguiente, si yo no fuera un hombre entonces no sería el capitán Jack
Sparrow y tú serías el capitán jack Sparrow si en vez de mujer fueras un
hombre. Pero como veo que tú eres en realidad una mujer, no puedes ser
el capitán Jack Sparrow, y yo, en cambio, soy el verdadero capitán Jack
Sparrow porque yo si SOY un hombre.

Jacky bufó fastidiada¿cómo era posible que ambos sean tan parecidos¿Si
ambos declaraban que eran Jack Sparrow, cómo saber cuál de los dos decía
la verdad?

—Creo, Jack (suponiendo que lo eres en realidad), tendremos que hacer
algo para arreglar este pequeño gran malentendido.

—Estoy de acuerdo con eso, Jacky (porque estoy seguro de que lo eres en
realidad)¿qué te parece si hacemos un "ping pong" de preguntas y respuestas?

—Bien, comienza tú primero.

Ambos Sparrows habían olvidado por completo que eran perseguidos y se
dedicaron de lleno a su juego.

—¿Cómo se llama mi padre?

—¡Será MÍ padre! Y la respuesta es Teague Sparrow. ¿Dónde nací?

—¡Qué se yo dónde naciste tú, pero sí sé en dónde nací yo: en la India!
…Y cualquiera sabe cómo se llama el padre del gran Capitán Jack Sparrow.
A ver, respóndeme ésta¿cómo se llamó mi primer barco?

—¡Jah¿No podías haberme preguntado algo más difícil¡Era el /Barnacle/ y
era MÍ barco¿Cómo llegué a ser pirata?

—¡Qué fácil! Pues YO me negué a transportar esclavos, los liberé en
África y entonces el eunuco de Beckett me calificó de pirata. ¿En dónde
está mamá?

—Muerta y con su cabeza reducida por los jíbaros. Ahora acompaña a papá
colgada de su cinturón… —Hizo una pausa antes de volver a hacer otra
pregunta, reuniendo fuerzas, como si el hacerla le provocara un doloroso
recuerdo del pasado: —¿Cómo se llamaba la joven que era MÍ compañera en
el /Barnacle/?

Jack se le quedó mirando en completo silencio por unos segundos, luego
contestó de mala gana:

—Arabella. Y era MÍ compañera.

Después de esto, ambos se quedaron sin pronunciar palabra alguna por un
buen rato, hasta que Jacky dijo:

—Eso de las preguntas me esta cansando¿qué te parece si comparamos
nuestros tatuajes y cicatrices? Es imposible que haya dos personas con
el mismo "diseño" en el cuerpo en todo el mundo, te aseguro que así
sabremos de una vez por todas que YO soy el verdadero capitán Jack
Sparrow, "Don Impostor".

—De acuerdo, "Doña Farsante", pero seré YO quien resulte ser el
verdadero capitán Jack Sparrow. ¿Qué te parece si comenzamos con el
tatuaje que nos representa?

E inmediatamente los dos extendieron sus antebrazos para que el otro vea
el tatuaje del gorrión volando frente a la puesta del sol sobre el
océano. Ambos piratas se quedaron boquiabiertos¡los dos tatuajes eran
exactamente los mismos!

—… ¿Y-y la marca de la letra "P" en la muñeca derecha? —propuso Jack
Sparrow. Y así, temerosos, bajaron sus miradas hacia ambas muñecas hasta
encontrarse con la gran sorpresa de que los dos llevaban la misma marca.
Ambos se miraron muy desconcertados.

—¡¡Veamos las otras marcas!! —exclamaron al mismo tiempo y en seguida
comenzaron a mostrarse una sucesión de cicatrices y tatuajes que tenían
en todo el cuerpo. Tenían exactamente lo mismo en las mismas partes, los
dos estaban realmente muy sorprendidos, y Jack parecía estarlo aún más,
puesto que miraba fijamente hacia Jacky con los ojos bien abiertos.

—¿Qué te pasa¿Por qué me miras así? —inquirió la pirata al notar la cara
de libidinoso que tenía.

—….

Ni una palaba. La cara de Jack empeoró y sus ojos se fijaron aún más
sobre la joven mujer, su boca se abrió mucho más y comenzó a babear,
entonces, Jacky por fin supo lo que había idiotizado a su supuesto
doble: sus senos. Éstos habían quedado al descubierto cuando se
mostraban sus marcas físicas.

—¡Pero qué vergüenza, pervertido¿Acaso no tienes educación¡Estás
ofendiendo a una fina dama! —Jacky fingió ponerse muy molesta a la vez
que volvía a cerrase la camisa con rapidez.

—N-no hay duda… —Jack pudo recuperar su habla al fin—, tú eres yo y yo
soy tú… Reconocería esos bellísimos pechos a varias leguas de distancia…
¡Eran míos!

La pirata ladeó un poco la cabeza y achicó los ojos mientras lo miraba
fijamente.

—¿De qué estás hablando? —Ella se rehusaba siquiera a que se le cruzara
la misma idea que había tenido su contraparte masculina, porque eso
significaría que corría el riesgo de que nunca más volvería a ser un hombre.

—De que me parece que los dos sí somos el capitán Jack Sparrow.

—¡¿Cómo¡¿Acaso has perdido la razón, eunuco¡No puede haber dos!

—¿Ves? Esa es una de mis palabras favoritas. Además… —agregó con tono
burlón—, tú eres el eunuco aquí.

—¡Bah¡Tonterías! —Jacky frunció el ceño y se cruzó de brazos—. Tú eres
el falso aquí y yo soy el verdadero capitán Sparrow, ya lo verás cuando
logre romper el hechizo del la Maldición del Anillo de la Calavera.

—¡Pero yo creí que ya la había roto! —se sorprendió Jack—¡Yo era el que
estaba convertido en mujer¡Todos lo vieron¡Y tú te apareces aquí
diciendo que eres yo!

—¿Dices que tú eras el que estaba convertido en mujer¿Que tú fuiste el
que rompió el hechizo?

—¡Claro! Logramos romper el hechizo cuando apuñalé la calavera de esa
maldita hechicera.

—¿L-lograste romper el hechizo…? —apenas pudo decir la pirata de lo
asombrada que estaba—. ¡P-pero si yo fui el que apuñaló la calavera!

—¡¿Cómo¡Eso no puede ser posible!

—¡Pero lo es! Perdí el conocimiento por un tiempo, y cuando desperté y
logré salir de la montaña de monedas en el que estaba sepultado, me
asombré cuando vi que no había nadie en la cueva y que yo seguía
convertido en mujer. Creí que algo muy malo había pasado, sobre todo a mí.

—Ya nos habíamos marchado… —farfulló Jack mientras la miraba
estupefacto—. Yo también estaba enterrado bajo una montaña de monedas…
Cuando vimos que ya todo estaba bien, nos fuimos.

—¡Pero entonces —dijo Jacky—, si yo soy tú y tú eres yo, eso significa
que los dos somos los verdaderos Jack Sparrow¡Hemos pasado por lo mismo
porque somos una sola persona…! o éramos…

Completamente pasmados, los dos se sentaron pesadamente en el suelo,
mirándose a la cara.

—¿Eso… quiere decir que no se rompió la maldición? —preguntó Jack.

—Hicimos todo lo que teníamos qué hacer…, quizás la maldición se rompía
así… —propuso Jacky.

—Bueno, admito que esto es muy raro.

—Ajá.

—Los dos somos el verdadero Jack Sparrow... —comenzó el pirata.

—… que se separó en un hombre y una mujer —completó la capitana.

—¿Entonces, somos algo así como hermanos?

—¿Qué te parece mellizos?

—¿O replicas?

—¿O clones?

(Ninguno sabía lo que era un "clon").

—¿O fotocopias?

(Ninguno sabía lo que era una "fotocopia").

—¿Otros yo?

—¿O mitades?

—¿O copias?

—¿Pues, qué somos?

—No sé, pero sí sé algo… —dijo Jacky.

—¿Qué cosa?

—Que no importa lo que somos porque… —se levantó del suelo y miró hacia
el techo con los ojos brillantes y los puños levantados y exclamó muy
excitada: — ¡¡vamos a divertirnos en grande¿Te imaginas lo confundidos
que estarán los demás cuando me vean?

—Tienes toda la razón, "otra Sparrow" —el capitán del /Perla/ también se
levantó del suelo muy emocionado con la idea—¡¡será divertidísimo¡¡El
mundo está en nuestras manos!!

—¡¡Y también todo el ron del mundo!!

—¡¡Eso es profético¡¡Nadie podrá detenernos!!

—¡¡Así es, "otro Sparrow"¿Entonces, es un trato, "hermano"? —la pirata
le tendió la mano.

—Es un trato, "hermana".

Y entonces, los dos se rieron diabólicamente al unísono mientras se
daban la mano cerrando el trato.

—Lástima que no hay ni una botellita de ron para festejar nuestro
encuentro… —comentó Jack mientras miraba esperanzado a su alrededor
buscando lo que sin duda no había en aquel salón lleno de espejos.

—¡Chan chan! —exclamó una sonriente, Jacky sacando una botella de ron de
entre sus ropas.

Con los ojos vidriosos por la emoción, el capitán del /Perla Negra/
exclamó maravillado:

—¡No hay duda que eres mi otra mitad! Recuerdo que tenía esa manía
cuando era una mujer.

Una vez destapada la botella, se dieron gozosamente a la bebida.

—¿Y cuál será nuestro primer paso para el dominio del mundo? —preguntó
la capitana Jacky.

—Quiero que seas la amante del Comodoro Norrington —fue la asombrosa
sugerencia del capitán Sparrow, que provocó que su mitad femenina
escupiera el ron sobre su cara.

—¡¿CÓMO?! —la atractiva mujer no podía creer lo que había acabado de
escuchar—. ¿Quieres que sea la amante del Comodoro Norrington¿Acaso
perdiste la razón, Jack¡Ni loco lo haré¡Hazlo tú si tanto lo deseas!

—¿Yo? —se limpiaba el rostro con la manga se su camisa—. Eso no puede
ser, yo soy un hombre y él también lo es. En cambio, tú eres una mujer y
él es un hombre… ¿Te das cuenta de la concordancia? —hizo unos gestos
cómicos con las manos, como si fueran una balanza de platillos y
estuviera pesando algo.

—¿Concordancia¡Concordancia es lo que no tienes en el cerebro! Sé que le
hice una propuesta indecente a Norry, pero no pienso cumplirla¡después
de todo, soy un hombre, maldita sea!

Jack se rió de buena gana.

—¿Lo ves, hermanita¡Aún le dices "Norry"! Eso es algo que yo ya no digo…
—se cruzó de brazos y la miró con los ojos entrecerrados—. Apuesto todo
el ron que tengo en la bodega del /Perla Negra/ a que realmente amas a
tu Norry.

La apuesta era tentadora, con sólo decir que realmente era así podía
hacerse con el botín más preciado del /Perla Negra/, pero el orgullo
masculino que aún poseía en su ser, no le permitió aprovechar semejante
oportunidad, así que Jacky lo negó rotundamente.

—¿Qué yo amo a Norry¿Acaso te volviste eunuco¡Tú eres el que lo ama!

—¡Tonterías¡Tú eres la que lo ama!

—¡No, tú!

—¡No, tú!

—¡No, tú!

—¡No, tú¿Qué no lo entiendes¡Él está completamente en tus manos¡En
nuestras avariciosas manos! —los ojillos negros de Jack brillaron
codiciosamente.

Jacky lo miró recelosa y volvió a cruzarse de brazos.

—Si te estás refiriendo a que lo seduzca y lo utilice para mi propio
beneficio, estás muy equivocado, "otro Sparrow".

—¿Y por qué no quieres? Yo sé que somos capaces de cualquier cosa con
tal de salirnos con la nuestra… —se acercó a ella y se colocó a su lado,
muy cerca, como si quisiera hablarle en secreto—. No me refiero a que te
acuestes con él, "otra Sparrow", te aseguro que podrás resguardar tu
"virtud" mientras lo tengas engatusado con tus encantos…. ¿Es que ya no
quieres saber cuánto poder tienes sobre él¡Con el tonto de Norrington en
nuestras manos podremos hacer lo que nos plazca en todo el territorio
colonial inglés¡Podremos divertirnos a gusto!

Jacky, mirándose hacia uno de los espejos, sonrió al pensar en ello. No
era que no quería hacerlo¡por supuesto que lo deseaba con toda el alma!,
pero eso podía significar que posiblemente ya nunca más volvería a ser
un hombre, si es que había alguna oportunidad de lograrlo, claro está.
Si el destino lo dejaba bajo el cuerpo de una mujer¿por qué no
aprovecharlo, después de todo¿A qué demonios le tenía miedo¿A Norrington
o a enamorarse de él?

—No pienses que no deseo aprovecharme de él, "otro Sparrow" —dijo—, sé
que quiero hacerlo. Quiero fastidiarlo, quiero hacerlo rabiar, quiero
divertirme con él como solía hacerlo antes... ¡Era tan divertido! Debo
admitir que extraño mucho estar a su lado… ¡Ejem! —carraspeó tratando de
arreglar su desliz—. Para aprovecharme de él, claro.

—Claro, claro. Lo comprendo… —asintió Jack con fingida seriedad mientras
se cruzaba de brazos— ¿Entonces, lo harás?

—¡Por supuesto, hermanito! —sonrió maquiavélicamente—. ¡No voy a
perderme la oportunidad de divertirme con ese pobre tonto!

—¡Perfecto¡Pongámonos en camino hacia Port Royal, compañera!

Entonces, para sorpresa de Jacky, Jack la abrazó efusivamente.

—¡Que gusto tener una hermana! —exclamó lleno de felicidad.

—Quita tu mano ya mismo de mi trasero si no quieres que te la rebane,
"hermanito" —advirtió la pirata mientras lo apuñalaba con la mirada.

—Pensé que te gustaría, ya sabes, soy Jack Sparrow, el mejor amante del
mundo… —le sonrió seductoramente.

—Y por eso es que no quiero que me pongas la mano encima, me conozco lo
suficiente como para no confiar en ti, "otro Sparrow", y si no quieres
incorporarte a los /Castrati/, más te vale que me sueltes¿sabe?

—Está bien, pero que carácter —se quejó el aludido mientras la soltaba.

—¡Oh, vamos! No te pongas así, compañero —comenzó a decirle melosamente
mientras le rodeaba los hombros con sus brazos—, te prometo que cuando
sea el momento adecuado, tú y yo vamos a divertirnos en grande… Y ya
sabes a lo que me refiero.

—¡Ejém! —carraspeó Jack un tanto nervioso ante semejante belleza
sensual—. ¿Y Norrington?

—¿Y qué tiene que ver él con todo esto? No he firmado ningún contrato de
fidelidad, "hermanito", ya sabes que un pirata hace lo que quiere con su
libertad (pero sin olvidar el "Código", claro está)¿es que no quieres
disfrutar de este hermoso cuerpo¡Nos amamos tanto a nosotros mismos!

—Bueno… —el capitán pasó sus manos por la esbelta cintura de su "otro
yo"—ambos pecamos de narcisistas¿no te parece? Confieso que es una
propuesta tentadora y te aseguro que seremos los mejores amantes, pero…
—se acercó aún más a ella, sus cuerpos casi se tocaron y el aliento con
aroma a ron daba contra la cara de ambos—¿no me darías un adelanto, pequeña?

Entonces, sin decir una sola palabra, Jacky Sparrow sonrió y acercó su
boca a la de él, y cuando estuvieron a punto de besarse, ella se apartó
rápidamente de él y le dijo:

—Aún no deseo hacerlo, "hermanito", aún sigo siendo el orgulloso capitán
Jack Sparrow. Tengo el cuerpo de una mujer pero el alma de un hombre¿sabe?

Y ante la decepcionada mirada del capitán del /Perla Negra/, ella se
dirigió hacia uno de los corredores que la llevaría hacia la salida,
pero antes de tomar ese camino, se dio media vuelta y le dijo con tono
burlón a su compañero:

—Acuérdate de éste día como el día en que "la capitana Jacky Sparrow" te
dejó con las ganas, "hermanito". Ahora vámonos de aquí que hace mucho
que no veo a mi querido /Perla Negra/.

Y mientras ella desaparecía de su vista, Jack murmuró para sí mismo:

—Está jugando conmigo como yo lo hago con ella, no cabe duda que es mi
otra mitad…

Y en cuanto emprendió el camino detrás de Jacky, le gritó:

—¡Es MI querido /Perla Negra/, "hermanita"!

—¡No, mi estimado "hermanito", es MÍ /Perla Negra/! —ella le replicó
enseguida.

Durante todo el camino los dos Sparrow discutieron sobre quién era el
verdadero dueño del barco pirata el /Perla Negra/, y como era de
notarse, ambos se habían olvidado completamente de que eran perseguidos,
y no lo recordaron hasta que se dieron de golpe con sus perseguidores
afuera de aquel extraño edificio de la feria.

"Perro Loco", el tipo gordo al que Jacky había robado y todas las demás
personas a las que, de una forma u otra, Jack había perjudicado, los
habían estado esperando armados con garrotes para darles una buena
lección, pero al ver salir a sus victimas del salón de los espejos y
notar muy sorprendidos el extraordinario parecido que tenían entre sí,
se olvidaron de la paliza prometida.

Viendo aquella ofuscación y sin decir una sola palabra, los dos piratas
aprovecharon para salir huyendo a toda prisa, siendo perseguidos después
por sus repuestos cazadores.

Los Sparrow eran veloces y muy inteligentes para sus perseguidores, pues
aprovechaban cualquier cosa que estuviera a su alcance para retrasar la
carrera de sus enemigos. Pero la suerte cambió cuando otro grupo
apareció frente a ellos interponiéndose en su huída. Rodeados, Jack y
Jacky no pudieron hacer otra cosa que defenderse luchando.

Poniendo su espalda contra la de su compañera y sacando su espada para
defenderse, Jack les dijo a sus enemigos:

—Recordarán éste día…

—Como el día en que los hermanos Sparrow les patearon el trasero
—terminó Jacky la famosa frase con una sonrisa.

Gracias a las habilidades de lucha y evasión de nuestros queridos
protagonistas (que resultaba magnífico ver cómo sus destrezas se unían
cuando peleaban juntos), se había armado tal batahola, que la gente de
la feria, quienes se encontraban muy enojados y eran muchos, se vio
obligada a echarlos a golpes a todos de aquel lugar.

Aprovechando aquella confusión, Jack y Jacky lograron evadirse de sus
perseguidores y se dirigieron a hurtadillas hacia el puerto, en dónde
Gibbs y Anna María esperaban a su capitán en el /Perla Negra/ junto a
toda su tripulación.

Enorme fue la sorpresa de todos cuando vieron venir por detrás del
capitán Jack Sparrow a una inesperada capitana Jacky Sparrow.

—¡Veo visones¡Veo visones! —repitió escandalizado el loro de Cotton.

—¡P-pero si es Jacky Sparrow! —exclamó Gibbs, quien no cabía en su asombro.

—¿Qué comes que adivinas? —le preguntó Jack burlonamente en cuanto puso
su pie sobre cubierta.

—¡¿Q-qué significa esto?! —inquirió Anna María estupefacta al ver subir
a bordo del /Perla Negra/ a la versión femenina de su capitán.

—Que ya tienes competencia, querida —le replicó Jacky con una pícara
sonrisita.

—¿Acaso no se suponía que la maldición ya estaba rota? —inquirió
tranquilamente el capitán Barbossa mientras ponía los brazos en jarra.

—Pues parece que esa maldición se rompía así: dividiéndonos —sugirió su
contraparte al tiempo que se paraba frente a él—. ¿Ya colocaron el timón?

Dirigiéndole una mirada asesina, Hector Barbossa asintió.

—Esto me la vas a pagar, Jack Sparrow —amenazó.

—Mándame la cuenta cuando quieras, Barbossa —le respondió tranquilamente
y se dirigió hacia su camarote junto a Jacky bajo la mirada incrédula e
inquisidora de su tripulación.

—¡Capitán! —exclamó la muchacha morena—. ¿Podría explicarnos cómo
demonios pasó esto?

Jack le abrió caballerosamente la puerta a Jacky para que entrara y
antes de ingresar él a su camarote, le respondió a Anna María:

—Eso se los contaré después. Ahora quiero preparen todo para zarpar
inmediatamente, nos dirijamos ya mismo hacia Port Royal… Tenemos que
reunir a una pareja despareja… —y mientras sonreía maléficamente, entró
al camarote cerrando la puerta tras de sí, dejando a toda su tripulación
completamente estupefacta.

—¿Acaso escuché bien? —dijo Gibbs—¿quiere que nos dirijamos hacia Port
Royal?

—¡Es una locura! —exclamó Anna muy molesta—¡ha perdido la poca razón que
le quedaba!

Mientras toda la tripulación se quejaba de la orden suicida de su
capitán, Hector Barbosa se había quedado muy pensativo respecto a la
repentina aparición de la versión femenina de Jack y en su inesperado
orden, algo turbio había detrás de todo.

—¡Bien¡Ya escucharon al bastardo¡Prepárense para zarpar hacia Port
Royal! —ordenó con voz potente, a la que nadie puso objeción y se
pusieron a trabajar rápidamente.

Una vez dentro del camarote, los dos capitanes Jack Sparrow, se sentaron
a la mesa dispuestos a discutir sobre aquel asunto importantísimo de
tener al comodoro Norrington entre sus manos mientras se disponían a
degustar una buena cantidad de ron para celebrar su inesperada
fraternidad. Ambos, con las jarras llenas y los pies sobre la mesa, se
desparecieron a la charla.

—Bien¿ya se te ocurrió alguna idea de cómo acercarme a él, Jack?
—preguntó Jacky.

—Oh, pues vestida de mujer puedes mezclarte entre la buena gente de Port
Royal, Jacky.

—Te advierto que si me sigues llamando "Jacky", no habrá asunto que yo
quiera escuchar¿sabe? —replicó ella muy molesta—. Además, no me gusta
usar vestidos y que me hablen como si fuera una verdadera mujer,
recuerda que dentro de todo sigo siendo un hombre, Jack.

—¡Bah! Pues yo veo "un buen par de razones" que me indican lo contrario,
queridita —le replicó mordazmente mientras miraba los pechos de su
versión femenina.

Enfadada, Jacky lo asesinó con la mirada y enseguida se levantó de la
silla en donde estaba sentada y tomó rápidamente varias botellas de ron
y se dispuso a marcharse de allí.

—¡Espera¿A dónde crees que vas con mi amado ron? —Jack se levantó
rápidamente, entre enojado y preocupado.

—¿Cómo que TÚ ron¡Es MI ron!

—¡Ah, no¡Estás muy equivocada con eso¡Yo soy aquí el verdadero capitán
Jack Sparrow, por lo tanto, es MI ron! —se acercó a ella y le arrebató
una de las botellas.

—¡Eunuco¡Ya te dije que YO soy el verdadero capitán Jack Sparrow¡Y dame
mi ron! —se le plantó en frente y le quitó la botella.

—¡No¡Yo lo soy¡Y tú serás el eunuco! —y le quitó otra vez la botella.

—¡No¡Yo lo soy! —y se la quitó otra vez.

—¿El eunuco? —y nuevamente se la arrebató.

—¡No¡El verdadero capitán Sparrow! —otra vez la recuperó, pero antes de
que Jack se la volviera a quitar, la pirata sacó su espada y le dijo:

—¡Si vuelves a tocar otra vez mi amado ron, juro que serás un eunuco de
verdad, "otro Sparrow"!

Inclinándose un tanto hacia atrás, con las manos alzadas y la cabeza
ladeada mientras la observaba achicando los ojos, el aludido dijo:

—Me parece que sí eres el Capitán Jack Sparrow, después de todo, solo él
podría amar tanto el ron como para defenderlo a toda costa.

—¡Jah¿Lo ves¡Lo admites! —festejó Jacky triunfante.

—Pero… —dijo a la vez que él sacaba también su espada—, como yo también
soy el capitán Jack Sparrow, no permitiré que te apoderes de todo mi
amado ron, "otra Sparrw".

Al tiempo que toda la tripulación del Perla Negra se preparaba para
zarpar, escucharon que una pelea de espadas se había iniciado dentro del
camarote de Jack Sparrow, bueno, de los dos Jack Sparrow.

Preicupados, fueron a ver lo que pasaba y grande fue su sorpresa al
saber el motivo por el que se estaban peleando. No cabía duda que los
dos eran las dos mitades de su querido y extraño capitán Sparrow.

Mientras Gibbs y los demás miraban con gran preocupación cómo Jack y
Jacky se peleaban por el ron, Anna María comentó:

—Con un solo Jack Sparrow que nos metiera en líos era suficiente, no
quiero pensar en lo que provocarían dos Jack Sparrow…

—Eso, es muy fácil de responder, pequeña —le sonrió sínicamente el
capitán Barbossa—: si no se nos viene el apocalipsis encima, se nos
vendrá el infierno.

—Qué consuelo… —replicó Gibbs.


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