Fanfic Piratas del Caribe -El Libro del Destino- *Capítulo 38: Tercer Raund, El Sufrimiento*

                 Resumen de la historia: El capitán Jack Sparrow comete el gran error de ponerse un anillo maldito que lo transformará en mujer y le traerá un sin fin de problemas tanto a él como a quienes lo rodean, amigos y enemigos. Una elección que cambiará la vida y los destinos de todos, en especial del Comodoro James Norrington y el mismo Jack. Esta historia está ambientada después de la primera película y desarrollada durante la segunda y tercera película. Una historia larguísima pero muy entretenida, con drama, humor, acción y romance. ¡Que la disfruten!



*PIRATAS DEL CARIBE: EL LIBRO DEL DESTINO*

LIBRO SEGUNDO: EL COFRE DEL HOMBRE MUERTO

SEXTA PARTE: TORTUGA

¡Jack y Jacky se separaron! ¡ahora son 2! ¡Un hombre y una mujer! ¡Doble problemas para todos! ¿Lograrán cambiar sus destinos y el de los demás? Continuaciòn de La Maldición del Anillo de la Calavera. James y Jacky pasan su primera noche juntos...¿pero será la última?

Género: drama, amistad, acción, suspenso, humor, romance, violencia, aventura, fantasía, erotismo
Pareja: Jacky Sparrow/James Norrington. Elizabeth Swan/Will Turner
Personajes: Jack Sparrow/Jacky Sparrow, James Norringon, Elizabeth Swan, Will Turner, Hector Barbossa ¡y muchos más!
Calificación: para mayores de 18 años
Cantidad de palabras: variable
Duración: 67 capítulos la primera parte, 57 la segunda parte y 51 la última parte.
Estado: finalizado
Escritora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas.
Aclaraciones: Esta historia la escribí hace más de 10 años, es muy entretenida, no se arrepentirán de haber perdido el tiempo en leerla. Le tengo mucho cariño porque fue una rara mezcla que logré hacer con el drama, humor y acción. 
IMPORTANTE: contiene escenas subidas de tono XD


*Capítulo 38: Tercer Raund, El Sufrimiento*


Si no fuera porque el sanguinario capitán Bartolomé "Sangre Negra"
Morgan era un hombre que amaba torturar a sus victimas, las vidas de
Jacky Sparrow y James Norrington habrían acabado en ese preciso momento,
pero, en vez de eso, aquel gusto malsano por el sufrimiento ajeno los
había favorecido en cierto modo, dándoles una oportunidad de salir con
vida de aquel terrible predicamento en el que ambos se encontraban
metidos por culpa de la capitana Sparrow. Pero con ella aprisionada en
las manos de su mortal enemigo y James desmayado en el suelo, tal
salvación parecía muy difícil de realizarse.

—¡Abre la escotilla y dime de una vez en dónde está ese condenado libro,
maldita perra del infierno! —la amenazó Morgan mientras presionaba aun
más el cuello de la capitana del /Perla Negra/.

—¿Cu-cuál libro?

—¡El libro que le robaste a éste estúpido! —exclamó señalando al muy
asustado Smith, quien permanecía a prudente distancia de ellos.

—¡Ah! ¿Ése libro? Mmm… No me acu-acuerdo… —respondió sonriendo
nerviosamente—. He robado tantas cosas que demoraría años en decírtelo…

—¡No te hagas la idiota! —gritó abofeteándola muy fuerte en la cara—.
¡Si no me dices en dónde está ese condenado libro, juro que irás al
fondo del mar para que les hagas compañía a los peces!

—… Pre-prefiero estar con los peces que tener que so-soportar un segundo
más tu aliento de pescado po-podrido…

—¡Maldita perra! —Morgan se enfureció aun más gracias al impertinente
desafío de su prisionera, así que comenzó a apretar su cuello más y más
fuerte, ahogándola con la presión de sus manos.

Sintiendo que el aire comenzaba a cortársele con la poderosa presión de
la garra de "Sangre Negra" en su cuello, Jacky decidió que ya era hora
de actuar y apuñaló repentinamente el brazo de su enemigo con la misma
daga que había utilizado para amenazar el preciado cuello de su Norry;
pero, para su sorpresa, en vez de lograr que la soltara, solamente logró
que el pirata dejara escapar de su boca una de sus terribles carcajadas.

—¡Ja, ja, ja! ¿Acaso pensaste que con ese miserable cuchillito me haría
daño, perra? ¡Tan sólo me hiciste una insignificante cortadita! ¡Ja, ja,
ja! —y se sacó la daga del brazo que aun sostenía a la capitana Sparrow
y, mirándola directamente a la cara, dijo:

—Tendrás que hacer algo mucho mejor que esto, ¿sabes? —miró al ex
comodoro Norrington con una mirada terriblemente perversa y lasciva—.
Apuesto a que tu noviecito jamás lo tocó un hombre, ¿verdad?—. Volvió su
atención hacia la sorprendida Jacky y se relamió los labios,
deleitandose enormemente con aquella idea.

—Disfrutaré como un maldito cuando lo lleve a mi nuevo barco y le de lo
que se merece… ¡¡Jua, jua, jua!!

Por primera vez en su vida, la capitana Jacky Sparrow sintió que una
terrible furia la invadía. Jamás había sentido un odio tan grande hacia
alguien como el que sentía ahora contra aquel sujeto perverso,
sintiéndose muy indignada con la sola idea de ver a su pobre Norry en
las manos de aquel puerco pirata, humillándolo. A pesar de que Jacky
tenía el cuerpo de una mujer, su mente era tan masculina como antes, y,
como a todo hombre, la ofendía hasta los huesos la idea de que alguien
osara ultrajar a su pareja.

—Tienes mucha razón, capitán Morgan; tendría que hacer algo mucho mejor
que lo que hice… —y antes de que el aludido asimilara aquellas
alarmantes palabras, nuestra valiente capitana usó una de sus armas más
poderosas que hacía tiempo que no utilizaba: un buen puntapié en la
entrepierna.

Aquella patada fue una de las más fuertes que había dado en su vida y
que Morgan había recibido en toda su vida, por lo que éste, muerto de
dolor y con los ojos en blanco, soltó a la capitana y cayó de rodillas
sobre la arena, con las manos en su entrepierna. Aprovechando aquella
oportunidad de escape, Jacky se dirigió rápidamente hacia donde se
encontraba Norrington y, tomándolo por los hombros, comenzó a sacudirlo
fuertemente para que volviera en sí, cosa que le tomó algunos
interminables segundos.

—¡Norry! ¿Estás bien? —le preguntó angustiada en cuanto vio que
finalmente abría los ojos.

—Sí… Creo que sí. Tan sólo fue un pequeño golpe… —le respondió un tanto
adolorido, llevándose las manos a la cabeza.

—¡Perfecto! Entonces ponte de pie y huyamos antes de que el capitán
pervertido se recupere.

—¿Qué le hiciste…? —quiso saber mientras ella lo ayudada a levantarse,
pues aun se sentía un tanto mareado.

—Lo que hace mucho no le hacía a alguien… Me había olvidado lo bien que
se sentía al hacerlo —le sonrió para tranquilizarlo, sin ninguna
intención de revelarle las intenciones del pirata en contra de él.

James miró a "Sangre Negra" y supo de inmediato lo que le había
ocurrido, por lo que no pudo evitar fruncir el entrecejo al imaginar el
dolor que estaba padeciendo aquel sujeto. No queriendo perder más tiempo
pues sabía el riesgo que ambos corrían si seguían en aquel lugar, Jacky
lo tomó del brazo y lo obligó a seguirla.

—Creí que me habías dicho que ya no estabas interesado en mí, ex
comodoro Norrington —le comentó la pirata con una gran sonrisa burlona—.
¡Habría apostado mis calzones a mi hermanito a que usted no volvía a
arriesgar su vida por mí!

—El que haya declarado eso no significa que dejaría que alguien la
lastimara, capitana Sparrow; y no vuelva a hablar de esa manera tan
vulgar —le replicó con una hermosa sonrisa afable en su rostro, la
primera que ella le había visto desde que se habían conocido, y eso la
había llenado de felicidad—; y es por eso que no puedo dejar vivo a ese
engendro.

Y para sorpresa de la capitana del /Perla Negra/, James sacó el arma que
llevaba en el cinturón y apuntó hacia el desalmado pirata.

—¡Capitán Morgan! —gritó para que aquel le prestara atención más allá
del dolor que sentía en su entrepierna—. No suelo disparar contra gente
indefensa, así que le pido que se prepare para enfrentarse a mí como el
hombre que es; así que póngase en guardia inmediatamente.

—¿Pero qué estás haciendo, Norry? ¡Debemos escapar! —pidió su compañera
bastante afligida; aquello era una locura y lo sabía muy bien.

—No lo haré. Debo quitar a ese tipo de este mundo para que deje de hacer
tanto daño —la miró, había decisión en sus ojos—. Córtame las ligaduras
de inmediato.

Mordiéndose los labios para obligarse a no decirle lo tonto que era, la
pirata procedió a cortárselas con el sable, pero justo en ese mismo
instante, "Sangre Negra" ya se había recuperado un poco del golpe que la
capitana Sparrow le había propinado y había empuñado su mosquete para
acabar con su enemigo.

—¡¡Maldito bastardo!! —exclamó, apuntándolos, por lo que Norrington se
vio obligado a empujar con el codo a Jacky mientras disparaba su arma al
mismo tiempo que su contrincante.

Los disparos se cruzaron e impactaron en diferentes lugares: uno dio en
el blanco y el otro no.

De pie, a unos cuantos metros de distancia de James Norrington, Jacky,
petrificada y casi sin aliento, suspiró aliviada en cuanto vio que el
disparo del pirata había impactado al lado del pie derecho su Norry, en
la arena, y que el otro disparo había impactado contra la pierna
izquierda de Morgan, pero, aquello no lo había detenido, puesto que el
desalmado mastodonte ya había desenfundado su sable, dispuesto a acabar
con sus vidas.

—¿Crees que con éste rasguño vas a detenerme? —le dijo a Norrington—.
¡Jua, jua, jua! ¡Necesitarás más que eso para hacerlo!

—¿Es que ese tipo no se muere con nada? —se quejó la capitana Sparrow.

Pero nada más pudo decir, ya que vio horrorizada cómo aquel peligroso
criminal comenzaba a correr hacia ellos profiriendo un horrible grito de
guerra y blandiendo salvajemente su sable. Era obvio que su intención
era acabar con sus vidas.

—¡Levanta las manos, Norry! —pidió Jacky mientras se colocaba delante de
él y desenvainaba la espada lanzando un golpe circular-vertical de atrás
hacia adelante contra su enemigo a la vez que cortaba las ligaduras que
ataban las manos de James, pasando su filosa punta a un par de
centímetros de la nariz, helándole la sangre al ex oficial.

El choque entre las hojas fue brutal por parte de "Sangre Negra", por lo
que Jacky no pudo bloquearlo y se obligó a sí misma a hacerse a un lado
para evitar el golpe de espada, oportunidad que Norrington aprovechó
para atacar al pirata con una elegante estocada que el agredido pudo
bloquear a último momento para comenzar una serie de ataques poderosos
contra el ex oficial, quien retrocedía a medida que Morgan avanzaba. En
un momento dado, el pirata descargo un último ataque sobre James, quien
logró bloquearlo a tiempo antes de que le partiera la cabeza en dos,
pero viéndose obligado a sostener el sable con las dos manos mientras
hincaba la rodilla derecha sobre la arena para poder soportar aquel
poderoso embiste.

—¡Ja, ja, ja! ¡Eres valiente, perro! ¡Pero yo te supero en fuerza y te
partiré en dos! —le dijo mientras presionaba aún más la espada. Poco a
poco, James Norrington comenzó a ceder, pues el golpe en la cabeza y la
resaca no lo estaban ayudando en mucho y ya no podía aguantar por más
tiempo aquella lucha de fuerza.

Viendo que su Norry estaba comenzando a flaquear, Jacky reunió fuerzas
de flaqueza y corrió a atacar a su enemigo justo en el momento en que
James, ya no pudiendo aguantar por más tiempo aquella terrible presión,
se hizo a un lado lo más rápido que pudo pero sin poder evitar que el
pirata lo hiriera en el hombro izquierdo con una dolorosa cortada de su
sable.

Con su contrincante tirado sobre la arena, Bart "Sangre Negra" Morgan
descargó un terrible golpe sobre él con la intención de acabarlo sin
percatarse de que la capitana Sparrow estaba a punto de atacarlo con su
espada.

—¡Tenga cuidado, capitán! ¡Detrás suyo! —advirtió Smith.

—¡Chismoso! ¡Que se te haga a un lado la boca! —lo acusó la pirata al
saberse descubierta, deteniéndose de golpe para dirigirle una terrible
mirada asesina antes de seguir con su frustrado ataque.

Sobre avisado, Morgan olvidó al ex comodoro y se volvió rápidamente para
repeler el ataque se nuestra protagonista, bloqueando su golpe y
propinándole una terrible patada en el estómago, lanzándola lejos y
dejándola encogida de dolor.

—¡Maldito! —acusó James, furioso por el mal trato propinado a Jacky, así
que, poniéndose de pie, corrió hacia su enemigo con espada en mano
dispuesto a acabar con tan terrible monstruo.

Pero por más que Norrington quisiera vengarla, el capitán Morgan era
demasiado fuerte y rápido para él, por lo que su ataque fue repelido y
contrarrestado con celeridad con otro golpe de puño en la cara,
dejándolo atontado sobre la arena. El malvado pirata se rió a carcajadas
y procedió a tomarlo fuertemente por el cuello para levantarlo del suelo
y obligarlo a mirar su repulsivo rostro.

—Todos tus ataques son inútiles, cerdo, al igual que los de tu perra.
Pero no vine hasta aquí para perder el tiempo con inútiles rencillas
como esta, sino a recuperar algo que es mío —y luego de decirle eso, le
clavó la daga de Jacky en un costado del abdomen y lo soltó para que
cayera fuertemente sobre el suelo, gimiendo de dolor.

—¡Eres un desgraciado…! —exclamó la pirata mientras intentaba acercarse
a rastras hasta James, pero "Sangre Negra" se le adelantó y le propinó
un buen puntapie en la cara al ex oficial, dejándolo atontado y poder
pisar la herida de su abdomen, haciéndolo gritar de dolor.

—¡No! ¡Déjalo en paz, cobarde! —le pido Jacky muerta de ira mientras se
ponía penosamente en pie, pues el golpe de aquella bestia había sido muy
fuerte.

—Entonces dame el libro, perra —exigió sonriendo malignamente.

La capitana Sparrow pareció dudar unos segundos y el pirata se vio en la
gozosa necesidad de presionar con mucha más fuerza la herida de su
prisionero, haciéndolo gritar terriblemente.

—No le hice una herida grave —comenzó a decir el malvado—, pero puedo
provocarle una hemorragia que acabe con su inmunda vida si no me das el
libro, perra.

James trataba de no volver a gritar, pero el dolor era insoportable y ya
no podía soportarlo más.

—… ¡No se lo des…! —exclamó con todas sus fuerzas—. .. ¡No dejes que se
salga con la suya…!

—¡Pero morirás! —rebatió Jacky muy angustiada.

—… ¡No importa…! ¡Estoy preparado para morir…! ¡Yo, yo fui un oficial de
la Corona Inglesa y no dejaré que un pirata se salga con la suya aún si
me cuesta la vida…!

—Maldito perro orgulloso… —gruñó Morgan, mirando a Norrington con un
odio horrible—. ¿Acaso te crees más que yo?

Y sin decir más, comenzó a pisar la herida con tanta fuerza, que hizo
que el valiente hombre soltara un terrible grito de desesperación por lo
que la capitana Jacky Sparrow ya no pudo soportarlo más y metió la mano
en su camisa, buscando el pequeño libro que mantenía guardado celosamente.

—¡Basta! ¡Te lo daré!

—¡No…! —apenas pudo decir el ex comodoro en un débil murmullo mientras
Morgan soltaba una estruendosa carcajada y dejaba de pisarlo.

—Muy bien pensado, perra. Ahora dame ese condenado libro —dijo,
extendiendo el brazo para recibirlo.

Media agachada por el dolor que sentía en el abdomen, Jacky sacó el
libro que tenía guardado en la camisa y se lo lanzó al suelo, furiosa. Y
mientras el pirata se agachaba para recogerlo, Jacky aprovechó el
momento para ir rápidamente con Norrington y ayudarlo a incorporarse.

—… No debiste dárselo… —le recriminó débilmente en cuanto fijó sus ojos
verdes en ella.

—¿Y dejar que te matara? Tú puedes estar preparado para morir, pero yo
no estoy preparado para verte morir, amigo —le confesó con una media
sonrisa mientras acariciaba su mejilla con la mano—. ¿Puedes ponerte en pie?

—Creo que sí…

A duras penas logró incorporarse del todo con la ayuda de Jacky y,
llevando su mano a la herida del abdomen, miró hacia donde se
encontraban sus enemigos, y aunque ya no era legalmente un militar, le
hervía la sangre de sólo pensar que aquellos malvados se saldrían con la
suya.

—Prepárate para correr, Norry —le advirtió misteriosamente por lo bajo a
su compañero sin quitarle la vista de encima a Morgan y compañía.

Sorprendido, el aludido la miró inquisitivamente.

—¿Acaso tú hiciste algo…?

—¡Shiiit! ¡Pongámonos en marcha de una vez antes de que se den cuanta
del cambio! ¿Acaso creíste que la capitana Jacky Sparrow era capaz de
devolver algo que había robado tan fácilmente? —le advirtió mientras lo
ayudaba a volverse para poder dirigirse hacia la selva, en donde, tal
vez, lograrían ocultarse de la ira de su terrible enemigo en cuanto
descubriera el engaño.

—Ahora es cuándo más necesitamos a tu dichoso almirante de agua dulce
—protestó mientras caminaban penosamente—. Dime; ¿en dónde está ahora?

Sin prestarle atención a sus enemigos, los ansiosos ojos del capitán
"Sangre Negra" iban y venían con cada hoja garabateada que hojeaba,
emocionado por recuperar aquel objeto tan preciado que lo ayudaría a
encontrar de la poderosa espada que tanto codiciaba; pero, como no sabía
leer y no entendía nada de lo que allí estaba escrito, se lo dio al
señor Smith que andaba merodeando alrededor suyo, ávido por volver a ver
su libro. Una vez en sus manos, ni bien comenzó a hojear las primera
hojas, se percató que aquel no era el libro que le habían robado,
solamente era una burda copia del suyo lleno de garabatos y dibujos sin
sentido.

—¡Nos engañaron! ¡Este no es mi libro! —le reveló al pirata, quien,
furioso, se volvió hacia donde se encontraba nuestra pareja y gruñó como
una bestia.

—¡¡Malditos perros!! ¡¡Pagarán con su vida semejante osadía!!
¡¡Deténganlos inmediatamente!!

Y así, antes de que Jacky y James lograran introducirse en la
vegetación, un grupo de sucios piratas aparecieron de entre las palmeras
y los atraparon. Mientras ambos forcejeaban entre las manos de sus
captores, el capitán Morgan se acercó a ellos lentamente, adivinándose
en su rostro toda la furia y frustración que sentía. Jacky y James
tragaron saliva, las cosas se habían puesto muy mal para ellos.

—Tendrá clemencia, ¿verdad? —le preguntó nuestra pirata mientras
esbozaba una nerviosa sonrisa en cuanto el sanguinario pirata se paró
frente a ellos.

"Sangre Negra" sonrió también.

—No lo creo —respondió a la vez que la tomaba del cuello con su poderosa
mano y la traía hacia él para mirarla al rostro—. No me gusta que me
tomen por un tonto, perra.

—Mi nombre es Jacky Sparrow, capitán de pacotilla, no "perra", /¿savvy?/
—replicó ofendida.

—Yo te llamo como se me venga en gana, /perra/…

Y antes de que la capitana del /Perla Negra/ lograra replicarle con una
de sus ingeniosas salidas, Morgan le propinó una terrible cachetada que
la lanzó de bruces a tierra ante la indignación de James Norrington y
las risotadas de los demás piratas.

—¡¡Cobarde!! —exclamó furioso el ex comodoro mientras se debatía
desesperadamente entre las manos de sus captores—. ¡Se va ha arrepentir
por eso! ¡Le dije que no la tocara! ¡Juro que lo llevaré a la horca para
que se seque al sol como el miserable pedazo de carne que es!

Al escucharlo, el aludido se volvió hacia él y le dedicó una horrible y
sádica sonrisa.

—Eso me hace recordar algo… —comentó mientras se acercaba a Norrington y
lo tomaba del mentón para mirarlo a los ojos. Y, sin decir más nada, lo
agarró inesperadamente del cabello y lo lanzó brutalmente hacia la
arena—. Hace mucho que no ultrajo a un maldito oficial de la marina… El
doctorcito se me escapó, pero tú no tendrás esa misma suerte… je, je, je…

Tan asustado como alarmado, James quiso ponerse en pie para defenderse,
pero el pirata se lo impidió aprisionándolo del cuello con una de sus
grandes manos mientras que con la otra le propinaba un buen golpe en la
herida del abdomen, dejándolo adolorido, sin aire y sin ganas de seguir
resistiéndose.

—Decide —le dijo Morgan a Jacky mientras tomaba a su victima del
cabello—: o me das el libro o me desquito con tu noviecito.

Temblando de furia, Jacky se vio obligada a escoger.

—Si pudiera te lo daría ahora mismo, capitán Morgan —le replicó de mala
gana sin poder evitar menearse como siempre lo hacía—, pero el dichoso
libro está en mi dichosa casaca que está oculta en el hueco de un
dichoso árbol seco que está oculto a orillas del dichoso pueblo.

—Entonces tráemelo inmediatamente.

—¿Y arriesgar la dichosa virginidad de mi dichoso "noviecito"? ¡Nunca!
Jamás lo dejaría solo con un sucio depravado como tú.

Bart "Sangre Negra" se rió de buena gana.

—No tienes elección, zorra, si te quedas aquí de seguro me cargaré a tu
estúpido novio y a ti también, pero, si te arriesgas a traerme el libro,
te prometo que es casi seguro de que no lo haga, así que decídete de una
vez antes de que me enoje y los mate a ambos antes de ir a buscar el libro.

—Bueno, ya que me lo pones de esa manera… ¡Ejem! Hablo de tu
proposición, no de tu "paquete", ya sabes a lo que me refiero… —aclaró
inmediatamente la porfiada pirata levantando su dedo índice para darle
más énfasis a sus palabras.

—… ¿Por qué tengo la vaga impresión de que esta extraña conversación me
pone un poco nervioso…? —murmuró el pobre de James Norrington, quien
seguía en el suelo.

Ya se disponía a marcharse de allí que la capitana Jacky giró sobre sus
pies y dijo:

—¿En serio no le harás nada si yo me voy?

—No —respondió su enemigo.

Pero en cuanto puso un pie nuevamente en dirección hacia el pueblo, la
pirata volvió a darse media vuelta.

—¿Ese "no" que dijiste fue un "no le haré daño" o un "No, sí le haré daño"?

Morgan revolvió los ojos, fastidiado.

—No le haré daño… —respondió entre dientes.

—Bien; en ese caso me voy… —aseveró nuestra protagonista, pero justo
cuando por fin parecía que iba a hacerlo, volvió a darse vuelta y dijo:

—¿En serio no le harás nada si me voy?

—¡¡Aaagggh!! ¡Ya suelta amarras de una maldita vez si no quieres ver a
este imbécil convertido en un afeminado!! —gritó fuera de sí mientras
sacudía a su prisionero.

—Definitivamente eso sería algo muy interesante de ver, /¿savvy? /—fue
la poca acertada aseveración de Jacky, por lo que Morgan se vio obligado
(con gusto) de arrancarle de un tirón la estropeada casaca del aterrado
Norrington.

—Si no quieres que siga quitándole el resto de la ropa —la amenazó con
la casaca en la mano—, más te vale largarte de una maldita vez, perra…
¡¡Y TRAEME EL CONDENADO LIBRO AHORA MISMO!!

—¡Está bien! ¡Está bien! No te enojes… Pero qué carácter… —replicó muy
asustada agitando frenéticamente las manos.

Luego de dirigirle una preocupadísima mirada al ex comodoro, Jacky se
marchó corriendo de allí bajo la suplicante mirada de Norrington, quien
estaba muerto de miedo al saberse en manos de aquel sujeto despreciable
y sanguinario.

—Bien —comenzó a decir el pirata mientras lo tomaba fuertemente de la
camisa y lo obligaba a mirarlo a la cara—, creo que por fin llegó el
momento de divertirme contigo, basura inglesa…

—¡Pe-pero hiciste una promesa! —exclamó James, blanco como un papel.

—¿Y qué con eso? Tanto las promesas como las reglas se hicieron para
romperse, ¡¡Jua, jua, jua, jua!!

Y ante la desesperación de Norrington, aquel cruel e inmoral pirata
comenzó a rasgarle ferozmente las ropas, dispuesto a ultrajarlo, pero,
durante su férrea e inútil resistencia, James logró volver a tomar a
tientas su espada —que estaba muy cerca de él— y atacó con ella a
Morgan, cortándole de cuajo la oreja izquierda.

Aullando de dolor pero no por eso iba a ser derrotado, el furioso pirata
lo golpeó duramente en el rostro, dejándolo atontado y con la cara
ensangrentada; luego lo tomó fuertemente del cuello con ambas manos y
comenzó a ahorcarlo sin piedad con la intención de acabar con su vida.
James quiso seguir resistiéndose pero las fuerzas comenzaron a fallarle
y un horrible adormecimiento comenzó a gobernar su mente, una mezcla de
terror y desesperación embargó rápidamente su corazón y el cercano
recuerdo de la horca volvió a atormentarlo cuando comenzó a faltarle el
aire.

"Si no fuera por Jacky, esto no me estaría pasando…—pensó lleno de
angustia mientras veía el hermoso rostro de su amada en la oscuridad de
su mente—. "Jacky… —dejó de luchar, sus piernas dejaron de moverse y sus
brazos cayeron pesadamente sobre la arena—, te odio…" —Un par de
lágrimas se deslizaron por su recio rostro, tanto sus ojos como su boca
quedaron entreabiertos. Él había dejado de respirar.

—Bueno —dijo el malvado pirata mientras soltaba el maltratado cuello de
su victima y se ponía en pie para mirarlo con cierta pena—, es una
lástima que haya tenido que matar al cerdo, creo que hubiera sido muy
interesante abusar de él después de todo… Tenía una mirada muy
interesante… una mezcla de tristeza y rencor…

—¡¡NO!! ¡¡NORRY!!

Tanto el capitán Morgan como Smith y los demás piratas se dieron media
vuelta muy sorprendidos para darse de frente con la capitana Jacky
Sparrow, quien permanecía parada entre las palmeras que funcionaban como
un límite entre la vegetación y la playa.

Ella, habiendo desconfiado de las palabras de "Sangre Negra", había
regresado, pero jamás en su vida se había imaginado lo que ahora estaba
viendo: su querido ex comodoro de la Royal Navy, James Norrington, se
encontraba tirado en la arena con la ropa hecha pedazos y con el rostro
ensangrentado. Su Norry había sido asesinado en sólo cuestión de minutos.

Con el corazón roto en mil pedazos, Jacky juró vengarse de su enemigo
aunque le costara la vida hacerlo.

—Lo asesinaste… —comenzó a decir mientras caminaba hacia el pirata y
alzaba la espada de Norrington del suelo—, no fuiste honesto… No debí
haber confiado en alguien tan deshonesto como tú… No fui honesta conmigo
misma al no confiar en mi deshonestidad… —Miró a James—… Y ahora él está
muerto por mi culpa… Una vez más lo he abandonado a su suerte… Lo dejé
solo… ¡¡RECORDARÁS ÉSTE DÍA COMO EL DÍA EN QUE FUISTE ASESINADO POR LA
CAPITANA JACKY SPARROW!! —gritó llena de furia al mismo tiempo que
comenzaba a correr hacia él, blandiendo la espada y dispuesta a
eliminarlo de la faz de la tierra.

Pero por más motivada que ella estuviera con la muerte de su ser amado,
nada pudo hacer contra la monstruosa fuerza del enemigo, quien
desenvainó su espada con una velocidad increíble y detuvo fácilmente
todos sus golpes que ella le propinaba hasta que, de pronto, el sable de
Jacky se quebró en dos y recibió un terrible corte en el hombro,
haciéndola trastabillar, pero antes de que cayera al suelo, Morgan la
atrapó por el cuello con su enorme mano y le dijo:

—¿Creíste que ibas a acabar conmigo tan fácilmente, zorra? Ya no
necesito que vayas a buscar el libro; te mataré aquí mismo e iré a
buscarlo después, ¡ja, ja, ja! ¡¡Pronto le harás compañía a tu
"noviecito" en el averno!! ¡¡Ja, ja, ja, ja!!

—Je, je, je… Sí… —replicó la capitana del /Perla Negra/ con una risa
forzada. Pero justamente fue aquel gesto lo que alarmó a su enemigo, que
dirigiendo sus enrojecidos ojos hacia el pecho de ella, introdujo su
enorme mano dentro de la camisa, buscando algo.

—¡O-oye! ¡El único que puede tocarme los pechos era mi querido
semental…! —protestó Jacky.

Pero Bart "Sangre Negra" Morgan no le hizo caso alguno y encontró lo que
buscaba: el verdadero libro.

—¿Por qué me mentiste, perra? ¡Dijiste que lo había escondido en un
árbol! —le preguntó muy enfadado, agitando el cuaderno delante del
rostro de su prisionera, quien solamente se limitó a sonreírle burlonamente.

—Lo que escondí en ése árbol fueron mis ropas, idiota… Lo que realmente
quería era atacarte por detrás…, imbécil…

—¡¡Maldita perra sucia!! ¡¡Yo te enseñaré a engañarme otra vez!!
—exclamó furioso, golpeándole fuertemente el rostro de nuestra protagonista.

Jacky no tenía ánimos de seguir luchando, sintiéndose culpable por la
infortunada muerte de Norrington y la pérdida del libro, lo único que
deseaba era dejar de existir en un mundo en donde había luchado por
averiguar su verdadera identidad más allá de haber sido el afamado
capitán Jack Sparrow.

"Ya ni siquiera me reconozco… —pensó llena de dolor mientras sentía cómo
sus pies dejaban de tocar el suelo al ser alzada por el cuello—, ni
siquiera sé quién soy en realidad… Ya estoy cansado de tener que
averiguarlo… Y mi Norry ya no está conmigo… Murió por mi culpa… ¿Qué
caso tiene seguir viviendo ya? Ni siquiera el ron tiene ahora tanta
importancia como él… James Norrington… ¿qué es lo que has hecho conmigo
que ya ni siquiera me reconozco…?".

Y ante las risas de burla de los piratas, la capitana Jacky Sparrow
decidió que ya era hora de dejar de existir y reunirse con James ya sea
en el cielo o en el infierno. Daba igual en dónde fuera si ambos
permanecían juntos para toda la eternidad.

Pero justo cuando "Sangre Negra" ya estaba a punto de quebrar su cuello,
una voz firme y serena lo contuvo, tomándolo por sorpresa:

—No es propio de un hombre maltratar de esa manera a una frágil mujer,
capitán Bart "Sangre Negra" Morgan.

Y, ante la sorpresa de todos, el valiente pirata defensor de los débiles
y los pobres, el capitán Seagull Hood, se encontraba parado sobre unas
enormes rocas del acantilado que lindaba con la playa.

—Creo que llegó el tiempo de darle su merecido…


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