Fanfic Crossover Las Aventuras de Tintín/Las Aventuras de Jackie Chan: El Imperio Maldito - *Capítulo 14: El Resurgir del Imperio Maldito*

        Resumen del cartoon: Tintín, eterno adolescente sin familia conocida, es reportero que en realidad actúa más como aventurero o detective. Viaja por todo el mundo acompañado de su inseparable perro Milú con el propósito de enfrentarse a las fuerzas del mal para proteger a los débiles y a los oprimidos y saciar su inagotable sed de aventuras. A su lado cuenta con el irascible Capitán Haddock, los inefables Hernández y Fernández, el despistado Profesor Tornasol o la celebérrima Bianca Castafiore.




EL IMPERIO MALDITO

El peligro de la eterna oscuridad se cierne sobre la Tierra. ¿Podrán Jackie y sus nuevos amigos evitarlo? Jade es la llave y su destino será pelear a muerte contra su tío.

Género: drama, acción, fantasía, humor, artes marciales, aventuras
Pareja: ninguna
Calificación: para mayores de 13 años
Cantidad de palabras: variable
Duración: 23 capítulos
Estado: completo
Año de creación: 2006
Escritora: Yu-Chan



*Capítulo 14: El Resurgir del Imperio Maldito*


Tanto el capitán Haddock como el resto fueron lanzados sin ninguna
contemplación dentro de la prisión en donde se encontraban el capitán
Augusto Black y los demás, sorprendiéndose todos por aquel inesperado
encuentro.

—¡Hernández! ¡Fernández! ¡Rayos y centellas! ¿Han estado todo este
tiempo metidos en esta ratonera? —los saludó a ambos al mismo tiempo con
un fuerte abrazo, dejándolos más desalineados de lo que ya estaban.

—También estamos muy felices de verlo de nuevo, capitán —saludó
Fernández, un tanto adolorido.

—Yo aún diría más: estamos muy felices de verlo otra vez, capitán
—secundó el otro mientras se arreglaba un poco la ropa.

—¡Capitán Black! —exclamó Thoru al verlo—. ¡Por fin lo encontramos!

—¿En dónde está Jackie? —quiso saber, tratando de mantener la compostura
a pesar de su preocupación al no ver a su amigo entre ellos.

Por toda respuesta, el enorme japonés bajó la vista, angustiado.

—Lo que sucedió... Él está…

—Lo obligalon a quedalse con Jade tlansfolmada —le contó Tío con tono
grave, muy preocupado porque las cosas se habían salido de control.

—Entonces… ¿ya la vieron?

Ninguno respondió, pero la respuesta era más que obvia.

—Y… ¿en dónde está Tintín? —inquirió Haddock, mirando hacia todos lados
sin encontrarlo por ningún lado, lleno de temor.

Hernández y Fernández se miraron entre ellos y bajaron la cabeza llenos
de tristeza.

—Se lo llevaron un momento antes de que ustedes llegaran —dijo Fernández.

—Eso, se lo llevaron —asintió el otro.

—¡Clalo! ¡Él es el elegido para sel saclificado ante el poltal del
Impelio Maldito! —exclamó el viejo chino, chocando su puño contra la
palma de su mano—. ¡Eso quiele decil que ablilán el poltal en este
pleciso momento!

Ten Aptur cayó al suelo de rodillas, derrotado por las circunstancias.

—Entonces… —dijo—..., ya no hay nada qué hacer, ¿verdad? ¡La humanidad
entera está perdida! —se llevó ambas manos a la cabeza, desesperado.

Nadie quiso replicarlo, pues todos sentían exactamente lo mismo que él y
se dejaron llevar por la desesperanza, inclinando sus cabezas,
entregándose al terrible destino que les esperaba. Sin Jackie, Jade o
Tintín con ellos, era como si la luz de la esperanza hubiera
desaparecido por completo de sus vidas.

Mientras tanto, en el templo, tanto los monjes como los hombres de la
"Sección 13" contemplaban el ennegrecido cielo desde el patio, llenos de
preocupación y asombro, preguntándose qué era lo que había pasado con el
Equipo J.

El viento había comenzado a arreciar con fuerza provocando que las
túnicas de los mojes no pararan de ondear en el aire.

El Gran Lama, siempre manteniendo su digna gravedad, no quitaba sus ojos
del lugar en donde se encontraba la Ciudad de las Sombras.

Uno de los monjes se acercó a él.

—Su Santidad… ¿Usted cree que… el Reino de las Sombras prevalecerá sobre
nuestra Tierra?

El viejo sabio se volvió hacia el que había hablado y le sonrió
suavemente para calmar su ansiedad.

—Hay que mantener la esperanza de que el bien prevalecerá al final, Yuan
To; aunque sea el tiempo de que las sombras caigan sobre este mundo,
tarde o temprano la luz las disipará. Recuerda que después de una larga
noche, siempre saldrá el sol.

Yuan To, ya más tranquilizado por las sabias palabras de su maestro, se
inclinó ante él en señal de respeto y se dedicó a contemplar los cielos
mientras rezaba el rosario junto a sus demás compañeros monjes.

XOX

A los pies del templo y ante la impotencia de Jackie Chan, quien se
encontraba de cuclillas y con las manos atadas a la espalda, Tintín se
debatía fieramente entre los musculosos brazos de sus captores, pero
obviamente sus esfuerzos resultaron inútiles, sobre todo cuando el
mismísimo Deimono Caronte se acercó a él.

—Ya es la hora de que des tu sangre a los sagrados dioses del inframundo
para que el portal se abra.

—¡Jamás! ¡Nunca permitiré tal cosa! —replicó furioso.

El príncipe de la oscuridad se limitó a sonreír.

—Era de esperarse semejante respuesta de una sangre tan pura como la
tuya… —Se volvió para mirar hacia la cúspide de la pirámide en donde se
encontraba Keya, esperándolos con una preciosa daga en la mano—. ¡Mira!
¡Allá arriba se encuentra el final que siempre te ha esperado! ¡Serás
recordado por la familia de las sombras por siempre!

—¡Eso jamás! ¡Jamás formaré parte de esta infamia! ¡Antes prefiero morir!

Deimono Caronte se giró hacia el joven reportero y los tomó fuertemente
de la mandíbula, atravesándolo con la mirada.

—¡Eso es! ¡Tú debes morir para que mi mundo resurja! ¡Keya necesita tu
sangre para abrir el portal oscuro! —Lo soltó con brusquedad—. ¡Llévenlo
arriba ahora mismo!

—¡No! —negó Tintín, tratando de liberarse inútilmente de sus captores,
pero fue arrastrado por la fuerza por detrás del joven emperador
mientras subían las escaleras para unirse con la convertida Jade, quien
los estaba esperando para realizar su atroz cometido.

—¡TINTÍN! ¡JADE! —gritó Jackie, desesperado, incapaz de hacer algo para
evitar semejante desastre.

Cuando el reportero llegó a la cima, lo sorprendió la expresión de
maldad en el rostro de Jade, atemorizándolo.

—¡Jade, Jade! —exclamó desesperado mientras los guardias lo llevaban
hacia un altar de mármol negro—, ¿no me recuerdas? ¡Soy yo! ¡Tintín!
¡Despierta, por favor!

—¿Jade? ¿Otra vez escucho ese nombre tan desagradable? —se burló la
joven, cruzándose de brazos.

—¡Ése es tu verdadero nombre, Jade! ¡Tú eres Jade Chan, la sobrina de
Jackie Chan! —le explicó mientras era recostado por la fuerza sobre el
altar y sus muñecas y tobillos eran sujetados fuertemente con grilletes
de acero negro.

—Mi verdadero nombre es Keya, pobre corderito —le dijo mientras se
acercaba sensualmente hacia él y colocaba la mano sobre la mejilla del
desesperado reportero, acercando su rostro al de él—, no Jade.

—Jade… —murmuró, embargado por la tristeza al verla tan perdida en una
identidad que no le pertenecía.

Tintín había sido vestido con una larga túnica blanca para el sacrifico,
emulando la pureza entre tanta oscuridad. Keya sonrió maliciosamente
divertida mientras bajaba su mano por el suave y delicado cuello de su
temblorosa victima, llegando hasta su pecho por debajo de la tela.

—Mi amo ha elegido bien —le susurró al oído—, siento que tu corazón es
tan puro como la nieve…

Se subió lentamente sobre el altar, colocando sus desnudas rodillas a
los costados del muchacho y se inclinó sobre él, sonriéndole
seductoramente sobre su pálido rostro mientras acercaba el filo de la
daga sobre las muñecas que se encontraban por sobre la cabeza de Tintín.

—¡Jade, por favor, no lo hagas! —le pidió en cuanto sintió el frío metal
sobre su piel—. ¡No dejes que le maldad destruya nuestro mundo, a las
personas que amamos, por favor! ¡Despierta!

—¿Despierta? —la jovencita sonrió, pasando suavemente su dedo índice
sobre la boca del afligido reportero para después acercar sus propios
labios carmesí sobre los de él—… Ya estoy bien despierta, corderito…

Tintín exhaló un pequeño gemido de dolor al sentir el metal lacerando
lentamente sus muñecas y, casi al instante, sintió cómo la sangre, su
propia sangre caliente, comenzaba a brotar suavemente de las heridas.

—¡NOOOOOOOOOOO! ¡TINTÍIIIIINNNNNNNNNNNNN! —gritó el desesperado capitán
Haddock, tironeando inútilmente los barrotes de hierro de la celda
mientras sus compañeros miraban horrorizados semejante escena—.
¡MALDITOS DEMONIOS CHUPASANGRE! ¡CARROÑEROS!

—… No… —Tintín suspiró desconsoladamente mientras inclinaba la cabeza
hacia un costado y cerraba los ojos con fuerza, tratando de reprimir las
lágrimas—… Yo no quiero morir así… No quiero dar mi vida en contra de la
humanidad…

Keya sonrió satisfecha, acariciando con la mano la mejilla del muchacho.

—¿Qué más se podía esperar de alguien como tú? Por esa razón fuiste
elegido, "corazón puro". Tu sangre pura me ayudará a abrir el portal
para que el reino de mi señor invada con su oscuridad a este mundo y
esclavice a toda la humanidad —se apartó de él y se bajó del altar para
embadurnar las manos en la sangre de su víctima. Una vez hecho esto, se
volvió hacia Deimono Caronte, con las manos en alto y sonriéndole
maliciosamente feliz.

Ya estoy lista, mi señor, abramos el portal —le dijo.

—Perfecto —asintió, luego se volvió hacia la multitud, alzó las manos
hacia el cielo y exclamó—: ¡Que comience la transición!

De inmediato la multitud comenzó a entonar un oscuro cántico bajo el
siniestro ritmo de los tambores y las oraciones de los sacerdotes que se
encontraban a la vuelta de la pirámide. Keya se acercó hacia una enorme
estructura circular de piedra negra con símbolos grabados sobre ella en
medio de la cúspide de la pirámide. La sangre de Tintín había llegado
hasta allí mediante unos pequeños canales de la anchura de un escarba
dientes, comenzado a subir sobrenaturalmente por la piedra, rellenando
los símbolos. Cuando por fin la sangre había llenado todas las grietas,
la muchacha extendió ambas manos hacia el centro del portal.

—¡JAAADEEEEEEE! ¡NO LO HAGAAAAAAAAAAS! ¡NOOOOOOO! —Jackie gritó con
todas sus fuerzas, pero ella no lo escuchó, no había reconocido su voz.

—¡ABRE TUS PUERTAS, PORTAL DE LA OSCURIDAD Y EXPANDE LA SOMBRA DE LA
MUERTE POR SOBRE ESTE MUNDO! ¡KEYA, LA LLAVE, TE LO ORDENA!

—¡NOOOOOOOOOO! ¡JADEEEEEEEEE!

Y para el horror de nuestros protagonistas, tanto la sobrina de Jackie
como el interior del portal, resplandecieron con una deslumbrante luz
roja que luego fue disparada hacia el cielo en donde se abrió un enorme
agujero negro que comenzó a expulsar a gran velocidad una cantidad
impresionante de nubes negras que lanzaban rayos rojos, expandiéndose
hacia todas las direcciones posibles, cubriendo de oscuridad al mundo
entero y aterrorizando a todos sus habitantes.

El Imperio Maldito finalmente había logrado su objetivo: resurgir e
invadir el planeta Tierra.

 


También te podría interesar...
ÚLTIMAS ENTRADAS PUBLICADAS

Comentarios

X Queridos visitantes: Únanse a las redes sociales del blog para estar en contacto si algún día es eliminado de nuevo.